⫷Las aventuras infantiles de A-Zhan y A-Ying ⫸

La desastroza primera vez de Lan Qiren como niñero

                                                             📚📏🐐

Faltan dos semanas para el inicio del nuevo año escolar, el primer año de Wangji en un jardín de infantes. Durante su corta vida Wangji ha sido educado en casa, ya que su padre no creía que algún centro educativo tendría como enseñanza las reglas de Lan. 

A pesar de vivir bajo las disciplinarias reglas de su familia, Wangji y Xichen han podido escapar un poco de ellas gracias a su madre, pues ella y su padre se distanciaron de el resto de la familia por sus prejuicios, arrogancia, ignorancia e hipocresía a la hora de criar, quisieron imponerle a su madre El estilo de crianza Lan, y aunque ella se negó amablemente al inicio, con cada mes que cumplía Xichen quisieron poner más presión sobre sus hombros, intentaron adoctrinarlo, con tan sólo cinco años querían prohibirle expresar emociones como la ira o el miedo, jugar y saltar, reírse muy alto, ver televisión, dormir con peluches para que no fuera mimado y un montón de estupideces arcaicas.

 todo escaló muy rápido como para que se dieran cuenta a tiempo, y en cuanto pestañearon, ya estaban intentando buscarle una prometida para cuando cumpliese la mayoría de edad.

La situación en si era una bomba de tiempo, y estalló cuando un domingo en la tarde, Furen y Qingheng dejaron al pequeño en casa de su familia.

Los ancestros de Lan, nobles y honrados cultivadores dedicados a cinco de las seis artes: Música, cortesía, tiro con arco, caligrafía y matemáticas. La secta Lan de Gusu era enorme, y por lo ende, su territorio.

 Lentamente, con cada  nueva generación la cantidad de jovenes cultivadores disminuía, mientras que la de comerciantes aumentaba, esto se debía al hecho de que aquellos que no mostraban interés en la cultivación espiritual optaban por la cultivación terrenal y el comercio, el cultivo se volvía cada vez menos popular entre los jóvenes, los cultivadores restantes, ya eran demasiado ancianos para continuar con la tradición, entonces lo inevitable sucedió, el cultivo desapareció. sin discípulos no podían haber sectas, y los clanes se desvanecieron unas décadas después. Las leyendas dicen que los últimos cultivadores alcanzaron La inmortalidad, otras afirman que los de corazón puro ascendieron para unirse a los dioses. Los más incrédulos creen que sus vidas llegaron a su fin, como las de todos los mortales. Esta última es la más acertada, pues si bien sus vidas llegaron a su fin, esta historia no existiría si ellos realmente vivieran una sola vez, ¿no crees?

La familia Lan de Gusu conservó sus tierras, cada descendiente de Lan construyó una casa para su familia, de ésta forma, se armó una pequeña comunidad, en la que sólo residían descendientes directos o indirectos de Lan. Aunque cada familia quiso mantener el estilo rural de las casa como tributo a sus ancestros, poco a poco iban modernizando las estructuras ya sea por fines de comodidad o estética. A inicios del siglo XVIII los arquitectos y diseñadores de interiores de la familia se ofrecieron a rediseñar las infraestructuras de las viviendas de los demás. 

Esto surgió gracias Lan Jīzhì, era un joven bastante alegre, servicial, amable aunque impaciente y de carácter complicado,  y un arquitecto  de la familia quien al volver de uno de sus viajes por el continente, está vez a egipto, afirmó haber conocido a un ángel, en su delirio por falta de agua, un supuesto ángel lo guió hacia un oasis. El ángel resultó ser un atractivo Irlandés llamado Marck, con quien a pesar de las protestas de casó, empezaron a viajar juntos y volvían con nuevos diseños de estructuras. marck era carpintero, y luego de una visita a casa de los Lan, fueron testigos de lo devastada que quedó la casa de la madre de Jīzhì tras una tormenta, la reconstruyeron con ayuda de los demás parientes, pero esta vez, con un estilo victoriano. Desde entonces algunos miembros de la familia decidieron incursionar en la arquitectura, teniendo como guía a Lan Jīzhì, así pasó de ser repudiado por ser un manga cortada, a respetado y admirado. Aunque en los libros de historia, retrataron a Marck como una mujer, por precaución.