Una vez más llegaba el gran día, los pequeños mellizos cumplían ya cuatro años de vida y Haseul se encargó de prepararles una fiesta a sus adorados sobrinos, de la cuál avisó con antelación, pero eso sería para algunas horas después. Ahora la pareja de madres estaba aún descansando en cama, disfrutando del calor de sus cuerpos y la compañía, la rubia abrió los ojos, percatándose de la escasa luz que daba el día y sintiendo el cómodo agarre de su esposa abrazando a su cintura, sonrió y poco a poco se dió la vuelta sin moverle la mano.
— Buenos días mi cielo — susurró la coreana cerca a los labios de la alfa, dónde no se tardó en regarle besitos de buenos días. Las caricias le hicieron removerse allí mismo y poco a poco Hyejo despertaba
- Hola amor, buenos días - sonrió — ¿Que haces despierta a estas horas?
-No lo sé, sólo desperté y... deseaba verte- como siempre la taiwanesa sonrió tomando una de sus manos.
-¿Quieres un café preciosa? — recibió un choque cariñoso de la nariz de su esposa con la suya, amaba ver como se arrugaba la naricita de su pequeña Shiba
—No, no quiero que te vayas — dijo con calidez - Quiero quedarme aquí acurrucada contigo mi amor ¿Te quedarías conmigo así? - los ojos de Gowon tenían algo mágico en su mirada, era una mirada tan dulce que podía derretir hasta el corazón más frío, y en este caso, en Hyejo ocasionaban un huracán de emociones, y una enorme calma al ver que esa mirada sólo estaba dirigida a ella
-Ojalá pudieras verte a través de mis ojos, así verías lo más bonito de mis días al despertar y al terminarlo — la pequeña Shiba sonrió removiéndose hasta alcanzar el pecho de su lobita, recostándose en él
- Cariño basta — susurró la rubia dejando salir sus esponjosas orejitas — Me haces sentir muy... No sé
-¿Muy amada? Porque siendo así no pienses que voy a detenerme
-Y enamorada completó — amada y enamorada - acunó las mejillas de su esposa, dándole un besito tras otro, que luego se convirtió en uno donde fundían sus labios sin prisa, disfrutando de la otra, sintiendo y queriendo, como si el beso pudiera decir mucho más de lo que la boca podía hablar
- Cada día me enamoro más de ti — dijo Hyejo poniéndose sobre Gowon - No entiendo como eres tan linda, tan tú... Tan perfecta Kang Gowon
- Ahora soy la señora Son— dijo jugando con la melena azabache - Soy todo lo que mereces, y tu eres todo lo que soñaba, eres mi sueño Junnie - volvieron a abrazarse y se besaron una vez más, y sin darse cuenta cayeron dormidas de nuevo
El cumpleaños número cuatro de los mellizos había comenzado, la tía Haseul se había encargado de organizar una fiesta para sus pequeños sobrinos favoritos, todo estaba yendo bien en la fiesta.
La pequeña Sullyoon de ahora cuatro años reía alegremente mientras hablaba y jugaba con sus compañeros de clase que habían sido invitados a su cumpleaños, Sullyoon nunca tuvo problema en relacionarse con sus compañeros, le gustaba hacer nuevos amiguitos para regalarles bonitas pulseras de ligas coloridas hechas por ella. La pequeña era una copia casi exacta de su madre Hyejo, a excepción de algunos rasgos que compartía con su mami y por el castaño claro, casi tirándole a rubio, cabello con ricitos que tenía.
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Baby Shiba
FanfictionGowon es la bebé grande de Hyejoo Y Hyejoo está dispuesta a cumplir todos los caprichos de su pequeña omega chiflada. Hyewon Omegaverse Adaptación permitida Autora Original: ©BOTITASUwU