DICIENUEVE

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Les tengo una propuesta, así que leean hasta el final 👁👁

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Entramos a la cafetería, haciendo tocar la campana de la entrada. Automáticamente mis fosas nasales olieron el rico café. Sonreí al ver a RonHa detrás mío cerrando la puerta.

— Vamos a pedir y después nos venimos a sentar. -con delicadeza tocó mi cintura, haciendome sobresaltar en mi lugar por la sorpresa de este.- 

— Buena tarde, ¿Qué se les ofrece pedir? -dijo la chica que atendía la barra. RonHa me volteó a ver, haciendome saber que pidiera primero que él.-

— Buena tarde, ahm... A mí me da un frappé chai, por favor. 

— Muy bien, y para usted joven. -tecleó mi pedido en aquella pantalla y después vio a RonHa.-

— Lo mismo que ella, me intriga saber qué sabe el chai. -sonrió y luego su mirada cayó en mí, yo sólo le debolvi el gesto.-

— Bien estonces serían dos frappé chai, ¿Verdad? -ambos asentimos.- En un momento se lo damos. -ambos agradecimos a la chica, apartandonos de ahí y visualizar asientos desocupados para ambos.-

— Oh, mira, ese de allá. -le dije a RonHa y ambos caminamos a lo que era aquella mesa un poco apartada de la entrada.- Es un buen lugar, me gusta. -RonHa asintió y de inmediayo su mirada cayó en mí.-

— Oye, ¿Ese no es JiMin? -dijo desviando un poco la mirada hacia mis costados.-

— ¿J-JiMin? -con nervisismo de que sí lo fuera volteé hacia atrás, justamente donde apuntaba RonHa, y sí, era él. Pero no estaba solo, también estaba la chica que vi hace rato con él, la supuesta vecina.- 

— Vamos a saludarlo. -RonHa con interés de ir y hablarle se levantó de su asiento, sin en cambio yo sólo me negué a pararme del mío.- Oh vamos, sólo es JiMin.

Exacto, sólo es JiMin.

— Voy a ir a saludarlos. -y con decisión de ir hasta su asiento se fue a pasos firmes.-

— ¡No, RonHa, no! -para este punto ya había captado su atención, pues a quién se le ocurre gritar y a unas cuantas mesas estar la persona que quieres evitar por hoy.- Maldición. -dije en bajo una vez que la mirada de JiMin cayó en mí y de RonHa.-

Por su expresión me hizo ver que aquella visita de RonHa en su mesa no le fascinaba, y menos si venía yo con él. 

— ¡Hola amigo, JiMin! -RonHa con intencones de llevarse bien con el susodicho tocó con unos leves golpecitos el brazo de este, haciendo que este por inersia rodara sus ojos, al punto de ponerlos en blanco.-

Ups. 

— Hola, YangMi. -ingonoró por completo a RonHa y me saludó no muy tanto agradable.- ¿Qué haces por aquí? Y con él. -volteó a ver a RonHa.- Tú a mí nunca me aceptaste un café. -sonrió falsamente, quizá para no poner incomodo el ambiente, pero ya por sí lo era.-

— Salimos a camniar juntos y de ahí venimos con un café. -comunicó RonHa inocente de la situación.- Amigo, siéntanse con nosotros, aún hay espacio. -RonHa invitó a ambos a sentarse con nosotros, yo negando internamente que no aceptara.- Vamos, yo les ayudo con las sillas.

Y con un ademán de ofrecerles su ayuda, fue detenido por el mismo JiMin.

— No te apures, nosotros ya nos ibamos, ¿Verdad? -volteó a ver a la chica y esta asintió.- Tenemos más cosas por hacer, y quizá más importantes que esta aquí. -sonrió sin dejar ver sus dientes.-

© 𝐌𝐢 𝐢𝐝𝐢𝐨𝐭𝐚 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 𝐏𝐚𝐫𝐤 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧 || 𝑱𝑴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora