two

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Al día siguiente todo fue completamente normal, algo que hizo que Harry se sintiera mal. Supuso que Louis solo quería saber que era lo que había sucedido y después lo pasaría por alto como cualquier otro empleado.

Cuando estuvo a punto de irse Louis lo llamó para entrar a su oficina. Estaba nervioso.

Harry llamó a la puerta y Louis le indicó que entrara, el rizado después de adentrarse cerró la puerta tras él y se quedó ahí esperando a que su jefe el indicará que hacer.

- Buenas tardes, señor Tomlinson. - Dijo en voz baja, apenas y pudo escucharlo.

- Te dije que no me llamarás así, Harry. - Se levantó de su silla dirigiéndose hacia donde estaba el rizado. - ¿Te pongo nervioso? - Se acercó lo suficiente a Harry como para notar como temblaba y tenía un leve sonrojo en sus mejillas.

- Mhm. - Harry asintió soltando una inaudible risa nerviosa.

- Pero no te haré nada y lo siento si parece que hoy te ignoré, no quise hacerlo, pero sabes todo el trabajo que tengo que hacer. - Se disculpó, no quería arruinar las cosas con el lindo chico que tenía de frente quien analizaba lo que decía mientras veía sus manos que jugaban nerviosas. - Y por eso quería invitarte a salir. - Confesó, no sólo quería disculparse o "excusarse" sino también hacer algo al respecto.

- ¡Oh! - Harry hizo una adorable cara de sorpresa.

- ¿Quieres? No tiene que ser hoy si no puedes o no quieres. - Lo miró a los ojos mientras veía su lindo destello verde que tanto le gustaba.

El rizado asintió feliz. - ¿Podemos salir mañana? Por favor. Louis asintió y sonrió.

Así pasaron varios meses en los que Louis y Harry se hicieron más cercanos, salían a citas o a veces iban al departamento del rizado donde Louis cuidaba de él, finalmente enamorándose uno del otro, hasta que finalmente Louis decidió decirle sus sentimientos, lo hablaron y descubrieron que era mutuo y días después el ojiazul organizo una pequeña cena donde le pidió a Harry si podían ser novios a lo que tuvo una respuesta positiva. Pero aún había una situación que atormentaba la pequeña mente de Harry.

- Lou, ¿podemos irnos ya? Por favor. – Harry no había pasado un buen día y solo quería irse a casa con su lindo novio.

- Ahora voy, ricitos, tengo que enviar algo antes. – Louis pudo notar que Harry estaba tenso. – Ricitos, ¿puedes venir? – Harry se acercó con pasos lentos y con su cabeza gacha, sentándose en las piernas de Louis.

- ¿Qué sucede, cariño? – Habló con suavidad y besó las mejillas rojas de Harry.

- Quiero chupete, Lou. – Louis pudo darse cuenta de que su pequeño ricitos ahora estaba en su espacio y no pudo importarle menos su trabajo, así que solo apago su monitor y salió de ahí con su bebé en brazos.

Antes de llegar a casa Louis se detuvo en el supermercado para llevar algunas cosas para Harry quien se había quedado dormido en el asiento trasero. Tomó su cereal favorito, golosinas y un nuevo juguete que eran botes de plastilina con moldes para hacer figuras. Al salir el rizado seguía dormido y no pudo evitar sonreír al verlo. Era adorable.

Condujo al departamento del rizado donde despertó al sentir como Louis lo cargaba.

- Papi, hazz quiere dormir. – Dijo Harry entresueño.

Louis se sintió nervioso al escuchar ese apodo, pero le gustaba.

- Vamos, ricitos, dormiremos después. – Louis dejo las bolsas en la mesa de la cocina y después se dirigió al sofá con Harry quien aún estaba despertando.

- Hazz quiere chupete, Lou, por fis – Hizo puchero intentando convencer a su novio.

- No, bebé, necesitas comer primer, no has comido desde la mañana y son las ocho de la noche, no está bien. – Acarició su cabello y dejando besos para animarlo un poco.

- Pero tengo sueñito. – Ahora se sentía culpable, tal vez le dio demasiado trabajo a su novio, pero su padre estaba comprometido en asuntos muy importantes este mes. – Lo sé, bebé, pero necesitas comer. – Pudo observar como Harry hizo una mueca de tristeza y asintió.

Louis cocinó nuggets que habían quedado del día anterior y brócoli, acomodando todo en un plato. – Listo, bebé. – Llevó la comida al sofá donde estaba Harry viendo caricaturas.

- ¡Nuggets! – Soltó en un chillido feliz y dejando un beso en la mejilla de su novio como agradecimiento.

Louis ayudó a Harry a comer mientras discutía con su mente sobre si preguntarle porque lo había llamado "papi", si era sincero le gustaba y lo hacía sentir como si su única responsabilidad fuese cuidar de su pequeño ricitos.

- Bebé, papi compró esto para ti. – Enseñó el nuevo juguete que había comprado con un moñito amarillo. – Es un regalo por ser un lindo bebé... el bebé de papi.

Harry estaba emocionado por el juguete, pero más lo estaba por la forma en lo llamo "el bebé de papi". Louis estaba nervioso por lo que había dicho y la mueca de asombro de Harry no sabía si le trasmitía ternura o lo ponía más nervioso.

- ¿Te gustó? – Preguntó al ver que Harry no decía nada.

- ¿Soy el bebé de papi? – Ignoró la pregunta, en su cabeza solo se repetía lo mismo.

Louis asintió al ver como los bonitos ojos verdes que tanto le gustaban se iluminaban.

- Mío, mi papi. – Abrazó a Louis dejando besos en su mejilla, poco a poco sintiéndose más pequeño. - ¿Sólo yo soy el bebé de papi? – Preguntó curioso.

- Sólo tú, mi bebé, pero ahora es hora de dormir.

- ¿Papi se puede quedar con Hazz? Por favor. – Hizo un puchero y sus ojos de cachorrito.

- Claro, bebé ricitos. – Le sonrió haciendo que Harry saltará de alegría.

Harry siempre le pedía que se quedará, pero nunca lo hacía, tenía que llegar a su hogar, pero esta vez no lo haría, solo envió un mensaje a su madre diciendo que no llegaría hasta mañana.

Esa noche mientras Harry dormía Louis pensó en que ahora quería dormir siempre con él, se sentía cálido a pesar de haber tenido un día malo. Era esa calidez que siempre busco y nunca nadie lo había hecho sentir así, tan amado y feliz.

- Te amo, ricitos. – Susurró y dejo un tierno beso en su frente viendo como Harry formaba una pequeña sonrisa

- Te amo, papi. – Dijo en voz baja y escondiéndose en el pecho de Louis.

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Fue corto, lo sé y lo siento, pero espero que les haya gustado. D:

boss's officeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora