Elizabeth una adolescente de 14 años pelirroja con cabello bastante corto vive su primer amor adolescente con Robin Arellano otro joven de 14 años Latino, pero se les pone un obstáculo, un supuesto mago los ha secuestrado y ahora tienen que escapar...
Después de la gran cita de Elizabeth, regresó tan feliz que olvidó que sus padres eran terriblemente estrictos que cuando llegó a casa su padre le gritó - ¡Elizabeth sabes lo mucho que estábamos preocupados! ¿¡A dónde rayos te habías fugado?! ¡Nos la pasamos buscándote y se te ocurre aparecer a las 7 de le noche después de no haber llegado a casa dentro de 7 horas cuando te dije estrictamente que ni se te ocurriera salir de la maldita casa! -
a lo que Elizabeth respondió - A ver padre déjame responder lo primero, estaba en una.... cita por así decirlo-
y Lia dijo - oh una inocente cita eso no tiene nada de peligroso Richard, de seguro y estaba con ese gran muchacho Bruce Yamada, ay he oído que es tan cariñoso y respetuoso con las niñas-
y Elizabeth dijo - ¡A la mierda ese chico!, no es mi tipo y aparte yo estaba con Robin Arellano..- a lo que Elizabeth suspiro enamoradamente después de decir Robin Arellano,
y sus padres dijeron - ¡Palabrotas en mi casa no Elizabeth eres una niña muy hermosa para que digas esas palabras! -
y su madre dijo - ¿¡Robin Arellano!? ¿¡Entre todos los malditos niños que habían, escogiste a Robin Arellano!? A ese niño bastardo, inservible, inútil, de poca sutileza.. - Lia seguía y seguía mientras Elizabeth solo le voltea a los ojos, Elizabeth suspiro y dejó a su madre corta diciendo
- ¡Si tienes algún problema con ello mejor ahorratelo por qué a mi me importa poco y mejor vete a la... a la...- Elizabeth suspiro y dijo - ¡A la mierda! -.
Sus padres hecharon un suspiro y Elizabeth corrió como si no hubiera un mañana a su habitación. Se encerró en su habitación con seguro, prendió el estéreo y puso una canción que la animaba, "Material Girl" se acostó en su tapete color vino justo en el lugar en el que Robin lo había hecho,
después empezó a beber de la botella de Coca Cola, empezó a cantar tan inspirada mientras decía - ¿¡Por qué demonios te amo tanto Robin Arellano!?- se levantó y comenzó a bailar tan intrepidamente y vio que Robin había dejado su sudadera en su cama,
Elizabeth agarro la suabe sudadera color negro y se la puso para dormir, le quedaba exageradamente grande, como un camisón, ella amaba esa sudadera, se quedó bailando en su habitación hasta que el cansancio la agotara...
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