.꣸ ֺ ׅ 𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐄𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐋𝐥𝐨𝐫𝐚𝐧 . 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐓𝐚𝐞 ♡︎

.꣸ ֺ ׅ cap. cuatro 🍬 ꐚ ֺ

El día de hoy Taehyung había utilizado uno de sus suéteres favoritos. Este era de color azúl y también tenía muchos puntitos de color amarillo.

Su cabello caí por su frente y al parecer lo tenía bastante largo porque cubría un poco sus lentes.

Sabía que hoy era Jueves y tendría clases de matemáticas. Odia un poquito esa materia, apesar de que le iba bastante bien, sentía que los números a veces le fastidiaba.

Números. Usar los números era horrible, almenos para él. Y esque tenía tantas inseguridades que cualquier cosa podría afectarle, incluso las miradas acusatorias y llenas de burlas que los demás le regalaban mientras él pasaba por los enormes y largos pasillos del frío instituto.

No le gustaba que lo viera, haciéndolo sentir como el centro de atracción, porque lo hacían sentir como una estrella de circo, en dónde se reían y lo juzgaban por cualquier cosa.

- ¡Taehyung! - la voz agitada de Jungkook lo hizo detenerse mientras que el pálido corría hasta él, para posicionarse a su lado, aún con la respiración entrecortada. - Hoy no me has esperado - hizo un puchero.

- Lo siento, contigo siempre llego tarde - se encogió de hombros y comenzó a retomar su camino.

Jungkook soltó una risita y negó con su cabeza mientras tomaba de la mano al más bajo, entrelazando sus manos, haciendo que el omega se estremeciera.

- Papá dijo que podíamos ir a almorzar a casa - dijo refiriéndose a Jimin - Hace mucho que no vas y te extraña.

- ¿No te verás con tu novio hoy? - preguntó sin verlo - Casi no tienes tiempo y a mi no me gusta molestarte y lo sabes - habló bajito - Además... no me gusta que el tío Jimin empeore con sus alergias por mi culpa.

- Si lo dices por Yeonnie, no importa, ya sabe que estaré contigo y no le molesta - le regaló una sonrisa.

Taehyung asintió un poco convencido. En realidad él no pensaba que Yeonjun se sintiera bien con esto. Después de todo, no sentía que le agradara del todo a ese omega.

- Está bien - asintió contento. No podía negar que le gustaba pasar tiempo con Jungkook. Él amaba estar junto al Alfa.

A lo lejos ambos vieron como Chanyeol y Soobin se acercaban hasta ellos. Y Taehyung fué consciente de como la mano de Jungkook se alejaba de la suya, logrando sentir de nuevo el frío de la mañana.

- ¡Hey Kook! - Chanyeol chocó el puño contra el suyo y Soobin se mantuvo en silencio mientras escondía sus manos en la bolsa de sus pantalones.

- Hola Tae - el Alfa de gran estatura se acercó a darle un besito en la mejilla al pelirojo y Taehyung no pudo evitar sonrojarse. - ¿Como estás, Hyung? - el Alfa le regaló una sonrisa.

- Todo bien Chan - asintió sonriendo y Jungkook aclaró un poco su garganta. - ¿Como estás tú? Por cierto... ¿Has visto a Bae? - tras la mención del omega castaño, a Chanyeol parecieron brillarle los ojitos

- Todo bien, Tae - se rascó la nuca con nerviosismo - No, no lo eh visto - sonrió apenado - Por cierto, este es Soobin - presentó a su amigo, el cuál se mantenía callado.

- Hola - saludó agitando su mano y el chico de cabellos rubios le devolvió el gesto - Soy Taehyung - se presentó.

- Lo sé - asintió contento - Te eh observado muchas veces antes - admitió y Taehyung se volvió a poner rojito - Me encanta tu cabello.

Chanyeol quiso reír porque pues Soobin no era bueno ligando con los chicos y al parecer Taehyung lo ponía nervioso.

- Oh... el cabello de Taehyung es muy raro - esta vez Jungkook habló y los demás le prestaron atención - Su papá tiene el cabello igual, pero se lo pinta porque también se vería raro - soltó una risa - Además de que Taehyung viste raro, aún cuándo él y de remate su cabello también lo son, pues...

- ¿Qué? Su cabello es muy lindo y... ¿Qué tiene que ver su estilo al vestir? - Soobin frunció el ceño. No entendía lo que Jungkook decía.

- ¿Como que, "Qué"? - volvió a reír fuerte - Taehyung no debería de vestir como se viste - le dió una mirada y el omega apretó su agarre en los cordones de su mochila - Además de que se ve gordo, usa ropa que no debería y esa cosa que anda puesta, lo hace ver bastante mal - señaló su suéter y el mayor volteó su vista hacía otro lado, sintiéndose bastante avergonzado - Se ve ridículo  - una pausa - Yeonjun viste bastante bien.

- Oye, amigo... - Chanyeol sonrió nerviosamente y pasó su vista de Taehyung hasta Jungkook - ¿Por qué te pones así? Taehyung no tiene nada de malo y es un omega muy bonito. Tal vez sea un poco diferente pero ser diferente es bueno.

- No vuelvas a comparar a un omega con otro omega, no seas ridículo - le gruñó Soobin, sintiéndose molesto por la estupidez del Alfa de negros cabellos - Y se supone que es tu mejor amigo...

- E-eh... está bien - habló tranquilo Taehyung - Jungkook solo bromea, él siempre es así - movió sus manos rápidamente - Se que Yeonjun es un omega muy bonito - asintió - Está bien.

Y tal vez no lo estaba. Porque el debería ser normal como los demás omegas. Odiaba con todo su ser no poder entrar en los estereotipos como los otros chicos. Odiaba tanto estar en desvalance y odiaba aún más, saber el hecho de que no podía hacer nada.

Era algo muy impotente.

Estaba gordo y lo sabía. Por eso odiaba los números. Porque para todo se ocupaban, para las tallas de tu ropa, para el número de tu peso, para saber tu puntuación en tus notas, para saber tu inteligencia, para todo se ocupaban los malditos números.

Incluso sabía que el era un 0 a la izquierda comparado con Yeonju, y aún así no podía odiar a ese chico. Porque el odio que se tenía así mismo era tan grande que no podía compartirlo con alguien más.

- Tae... - Chanyeol intentó acercarse a él cuando vió que sus ojitos se aguaron. No era un secreto para Yeol, el saber que Taehyung estaba enamorado de su mejor amigo. Por eso quiso presentar a Soobin, tal vez sería bueno para Taehyung, poder conocer a más personas.

Pero al parecer no había sido de mucha ayuda.

- M-me tengo que ir a clases - le sonrió - Cuídate, ¿si? - dirigió si vista hasta Soobin quién aún tenía el ceño fruncido con molestia - Un gusto en conocerte - agitó su mano como forma de despedida y apresuró el paso para llegar rápido a su salón.

Cada día parecía quedarse con las ganas de tener una bonita historia de amor.

Y para él, eso estaba bien.