('꒳')♡Aclaraciones!
★ La ilustración de la portada es propiedad de @/gaineeeeeen en twt.
★ PEDIDOS CERRADOS
★ El libro se encuentra en edición hasta nuevo aviso. Más información en la última actualización !!
★ Pequeñas reacciones y headcanons del ju...
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╰─► Tema: ✑ Cómo reaccionarias ciertos chicos ante una Yuu con pánico escénico.
╰─► Contexto: ✑ Te encuentras presenciando una de las tantas clases aburridas del profesor Trein. Llegas al punto en el que cada vez que el hombre mueve su boca para pronunciar una palabra, más te desconectas de tu alrededor y de los presentes. Con un leve suspiro decides concentrarte, pero no precisamente en la lectura. A continuación, comienzas a hacer garabatos en una hoja mientras te sumerges en tu propio mundo. Es tan grande la desconexión que no notas al profesor llamar tu nombre, pero gracias a una mano amiga que toca tu hombro reaccionas rápido.
—Señorita Yuu, por favor continúe con la lectura del texto— menciona el amargado hombre frunciendo su ceño, de manera tal que las arrugas de su frente son aún más visibles. A pesar de haber recibido la orden, tu cerebro aún no procesa lo sucedido. —Aquí… Continúe con la lectura por favor— el golpe del pesado libro contra tu escritorio te hace saltar del susto. Este se halla abierto de par en par, mientras un dedo largo y huesudo señala el inicio de un párrafo.
Tragas saliva y tratas de relajarte. La situación actual provoca que entres en pánico, no estás preparada para leer en voz alta y mucho menos para pasar vergüenza. Temerosa, te levantas de tu pupitre, sostienes el gran libro en tus manos y acompañas al profesor al centro del aula.
Vuelves a tragar saliva, sientes como un gran nudo se forma en la boca de tu estómago y se desplaza hacia tu garganta. Carraspeas un poco tratando de quitar esa odiosa sensación, pero se dificulta más cuando miras delante tuyo. Un montón de ojos expectantes en tu dirección, esperando a que hagas algo, esperando a que comiences a leer.
Tu mirada viaja velozmente por toda la habitación, tratas desesperadamente de tranquilizarte. Sigues así hasta que unos ojos preocupados se cruzan en tu camino, para tu desgracia eran los ojos de aquel chico que tanto te gustaba. Este leve cruce provoca un actuar errático de tu parte; lanzas el libro a los brazos del profesor y, con unas lágrimas asomándose, sales disparada de aquel salón.
