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Kai estaba recién levantándose, se notaba en su rostro de pocos amigos después de que se despegara se sus sábanas. La puerta de su departamento había sido golpeada y dudaba que sus gatos pudieran abrirle a sea quién sea quien estuviera detrás se la puerta de entrada de su hogar.

—¿Quién es? —inquiere mientras intenta arreglar un par de castaños cabellos de su cabeza. Estaba totalmente despeinado y debía al menos verse decente para recibir a alguien; bueno, difícil verse decente estando en pijama y con una marca roja atravesando toda su mejilla derecha.

—Soobin.

—Ah, eres tú. —Huening entrecerró sus ojos con un poco más se confianza para poder acercarse a la puerta y abrir.

—Hyung, son las una de la tarde, ¿lo he despertado en serio? —Choi esbozó una sonrisa en sus esponjosos y rosados labios. En sus manos tenía una bolsa de papel y Huening miró esta algo extrañado. —Oh, son galletas. Mamá se las manda.

El castaño asiente y sólo se hace a un lado permitiéndole al de cabellos negros pasar a su hogar. Kai le tenía suficiente confianza a su menor para dejarlo pasar estando en aquellas condiciones; recién despertando. Si hubiera sido otra persona seguramente le hubiera dicho "sí, allí está la puerta. Hasta luego."

—Hoy tengo que salir con Yuna —dijo entusiasmado el menor. Al fin había podido conseguir una cita en la tan apretada agenda de la muchacha. —Hace tiempo le pregunté.., bueno, le pregunté muchas veces si quería salir conmigo, pero siempre me decía que estaba ocupada o tenía que hacer cosas ese día.

Huening sonrió de manera ladina mientras solo se limitaba a alzarse de hombros. No iba a negar el hecho de que le molestaba que siempre cuando Choi tenía una cita iba a presumirle su tan bonita vida mientras él se limitaba a fingir que tenía interés en las chicas de su clase y tragar la frase "hey, me gustan los chicos"

—Genial, Soo.

—¿Cierto? ¿Te imaginas logro ser su novio? —Soobin abrió la bolsa de papel para poder tomar una de las galletas y morderla.

—De seguro sí, es decir, mírate. Eres... ¿bonito?

—¿Me estás coqueteando? —el de hoyuelos bajo uno de sus ojos alzó sus cejas mientras miraba en dirección a su mayor con burla y picardía.

Kai se quedó estático en su posición y sintió su respiración temblar. Tensó su mandíbula levemente y se limitó a negar con su cabeza; su corazón extrañamente había comenzado a acelerarse nuevamente.

—Si.. -Si fuera un coqueteo, sería el más incómodo del mundo —contraatacó Huening y sólo frunció su ceño intentando reaccionar; no podía dejar mostrar sus sentimientos, no. Menos con Choi, ya que ni su mejor amigo sabía que jugaba en el equipo contrario.

Ya que su mejor amigo no sabía que le atraía en demasía.

—Ya, Hyung. Solo bromeaba —Soobin mostró una brillante sonrisa. —Ma dijo que fuera a visitarla, lo extraña.

—Tal vez vaya mañana, tendré tiempo. Cuando termine tu cita, ¿vienes a dormir hoy? —inquiere el castaño mientras dirige nuevamente su mirada hasta el más alto.

Este se levantó y caminó hasta el más bajo para envolverlo en un abrazo y asentir con su cabeza repetidas veces, dejando a un Kai totalmente estático y con sentimientos encontrados.

—Claro que vendré, Hyung. Nos vemos luego, ya debo irme. Serán las dos.

Huening iba a hablar, pero su voz simplemente no salía. Cuando optó por corresponder el abrazo y estaba en el proceso de levantar sus congelados brazos finalmente, Soobin justo se alejó se su cuerpo y sólo se quedó en su misma posición sintiendo sus mejillas bastante tibias.

—¡Hasta pronto!

—Nos vemos...

» ☁️ «

—¡Toc toc!

—¿Quién es?

—Un Soobin feliz.

Lee rió suavemente y abrió la puerta. Soobin tenía sus labios un poco más rojos de lo normal y supuso que se había besado con Yuna, suposición la cual logró borrar la sonrisa de Kai y su risa solamente se perdió en el aire del lugar.

—Debo suponer que te fue bien —Kai volvió a sonreír, solo que esta vez de manera más leve que antes.

Soobin asintió repetidas veces con su cabeza y pasó a la casa de Huening. Eran las diez y media aproximadamente, estuvo ocho horas completas con Yuna y el tiempo simplemente pareció haberse ido tan rápido como el viento.

—Se dignó a vestirse, Vaya. —se burló el menor mientras caminaba a la habitación de Kai.

Este lo siguió mientras sonreía casi sin ganas; quería dormir y estaba cansado. Había tenido ánimos antes, pero antes. Antes de ver a Soobin con los labios rojos e hinchados.

—¿vamos a dormir ya? —inquiere Kai al ver a Soobin acostarse en su cama. Frunció su ceño mientras se cruzaba de brazos, esperando alguna respuesta. ¿Por qué Soobin estaba actuando tan... Así?

—Mm-hmm. Buenas noches, Hyung.

Kai sólo suspiró y observó en silencio los rasgos faciales del menor. Ojos levemente hinchados, sus labios gruesos y coloridos. Nariz perfecta, cejas pobladas y rectas... Era tan perfecto, ¿por qué no podía hacer que se fijar en él? ¿Porque eran prácticamente hermanos crecer juntos? No lo entendía.

—Buenas noches, Soo. —murmuró y caminó a paso lento para poder apagar las luces del lugar.

Ojalá algún día esa etapa –como decía su mamá, que pasaba más ausente que presente.– pasara y finalmente le gustaran las chicas.

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BOYS? ⵢ sookaiWhere stories live. Discover now