Natasha
—Siempre tienes que llegar tarde, ¡¿no puedes ser malditamente responsable por una vez?! Sales en media hora, arréglate y más te vale estar espectacular o patearé ese gran culo tuyo— Un recibimiento digno hasta de la realeza, es impresionante e inspirador.
Nótese el sarcasmo
—Siempre tan divina Lilith, me encantan tus bienvenidas— Rio mientras camino por el pasillo hacia mi camerino.
—Muchacha igualada— noto una ligera sonrisa que amenaza por escapar de sus labios, Lilith es la dueña del lugar, nos amenaza cada dos segundos pero sé que en el fondo le importamos.
Al llegar a mi camerino busco en el armario y uso mi vestuario el cual se conforma de un sostén con pedrería y algunos adornos junto con unas bragas con telas colgando y más pedrería, mi traje es rojo con dorado, me aplico un labial rojo carmesí y finalmente me coloco la máscara de encaje sobre mis ojos.
Ya sé, ya sé ¿qué hace una maestra de ballet aquí? Resulta que no solo me gusta el ballet y tengo otros hobbies que como punto extra me ayudan mucho económicamente.
Ya casi me toca y unos minutos antes de salir me encuentro con Lilith, a veces le gusta presentarnos. No me dice nada, solo me mira de abajo para arriba y deja salir una sonrisa altiva en su cara. Va hacia el centro del escenario y de momento las luces se apagan a excepción de una que se queda enfocándola.
Nos encontramos en el salón principal; Este es uno de los cabarés más importantes del país y claro que tenía que haber todo tipo de lujos y excentricidades.
Hay candelabros colgando por todos lados, mármol negro pulido en las paredes y sillones con pequeñas mesas frente al escenario principal, hay mucha gente por todos lados, muchos de ellos figuras públicas bien conocidas.
Espero tras bambalinas mientras Lilith sale al escenario con su micrófono llamando la atención de todos.
—Damas y caballeros bienvenidos una noche más, espero que el ambiente sea de su agrado, a continuación la bailarina más esperada, su cabello negro como la noche, de piel pálida como la luna, una sirena que ha tomado forma humana y la que te puede encantar con solo usar su mirada ¡Ligueia! — sale del escenario cuando apagan las luces y todo queda envuelto en oscuridad.
Tu momento llegó querida
Las luces rojas acarician mi piel al momento en el que iluminan el tubo donde me encuentro posando para comenzar mi baile e inmediatamente se escuchan los aplausos y silbidos del público extasiado.
Hay rojo en el ambiente, reflejado por el efecto de diamante que tiene la pared detrás de mí, comienzan a liberar algo de neblina para mejorar el show.
Inmediatamente "Okey" inunda el lugar, me muevo alrededor del tubo y me balanceo contra el mismo, envuelvo mi pierna alrededor de él y arqueo mi cuerpo hacia atrás, me enderezo y bajo de esta parte del escenario haciendo movimientos con mis caderas y brazos.
Hago algunos círculos con mi cadera y busco con la mirada a algún cliente, normalmente el que más me guste, en este caso mis ojos divisan a un hombre en traje negro en la zona VIP, al llegar a él me doy cuenta que es el mismo que tiro mi café en la mañana, es imposible no reconocerlo, ese cabello amarrado en una media coleta, la mandíbula marcada y los piercings en la oreja con la mirada de un auténtico dominante, viene en un traje negro algo ajustado, el cual resalta que tiene muy buena forma.
Diviértete.
Me acerco a él caminando atrevidamente y moviendo la parte superior de mi cuerpo los gritos se escuchan a mi alrededor, no es un secreto que acostumbro hacer estos acercamientos en mis presentaciones. Al llegar a su lugar rápidamente me subo en su regazo donde sigo jugando con mis caderas y acarició su cabello con mis manos, a lo cual responde sujetándome la muñeca que baja a su pecho.
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Libérame
RomanceRendida, extasiada y sometida disfrutando de mi cautiverio. Como te expulso si no tengo fuerzas.