[ Xiao y Ann ] Futari No Kimochi

Una Aventurera

¿Que son Los Adeptus?

Los Adeptus son un grupo formado por bestias iluminadas y dioses. La mayoría de ellos están obligados por un contrato a proteger la ciudad de Liyue de los demonios y males.

Estas bestias y dioses celestiales pasan toda su inmortalidad en una cueva, dominio oh en un palacio en las nubes, a los cuales son de difícil acceso para los foráneos, algunos mueren en el intento de verlos, otros que perturban sus territorios al intentar sacar tesoros oh por  falta de respeto son castigados y en algunos casos estas personas no vuelven a ver la luz de un nuevo dia.

Mas se conoce que muchos adeptus, perecieron en la Guerra de los arcontes de la cual, solo  Barbatos y Morax, permanecen como Arcontes activos de los vencedores originales de ella, mientras que los otros cinco fueron remplazados en los sig 2 000 años. Nadie supo si alguno de ellos alguna vez dejo descendencia.

Quizá a nadie le importaría, que diferencia marcaría la hija de algún Adeptus muerto hace siglos? nadie en su sano juicio pensaría que ella o el siguiese con vida.

—Estas segura de que quieres irte? Es un viaje muy largo— Preguntaba una joven de ojos ámbar y larga cabellera castaña—

— Katheryne me lo ah pedido como un favor, ademas de que va apagarme.—Contesto otra joven con el poder de Anemo— 

—Si tu lo dices Ann. Solo cuídate mucho— Por mas que Amber quisiera que su ya considerada "mejor amiga", se quedara con ella en Mondstadt, pero Ann es una aventurera no puede obligarla.

—Vendré de visita a verlos a ti, a Kaeya, Diluc y a valeria, te los encargo mucho ya sabes como son.

Y sin mas se fue, en el camino se topaba con monstruos, jabalíes salvajes, pedidos de muchas personas flojas que no quieren hacerlo por su cuenta en fin. 

Casi toda una odisea para llegar a la posada Wangshu, dentro del pantano de Dinhua a unos kilometros de Liyue. Mañana temprano (Y por temprano es decir a las 12 del dia) Ann continuara el recorrido pero por el momento, solo quería llegar a una habitación con cama o hamaca una almohada realmente suave y una mantita y soñar con millones y millones de moras para comprar toda la comida que su estomago híbrido pueda comer. 

Después de subir hasta el segundo piso, pidió una habitación a la recepcionista tomo su llave y se fue a su cuarto, mas estando en la puerta una muchacha llamo su atención.

— Salvaste mi vida— hablo la doncella rubia frente a la puerta del cuarto de enfrente— asi que te traje esto.— El platillo que tenia era tofu de almendras, la presentación se veía bien pero el olor daba mucho que desear.

—Deberías ir y atender a los huéspedes, en lugar de robar ingredientes de la cocina y venir a molestar.— Dijo una voz tan fría como el mismo hielo, tal que el hielo de espinadragon queda demasiado cálido en comparación.

—Pero...yo..—Trato de exusarse pero un portazo la callo y casi al momento la hizo tirar el plato al piso y salir corriendo a llorar.

—(Que situación más incómoda...)—Realmente odiaria estar en el lugar de esa chica. No era su problema, pero más valía entrar al cuarto y finjir que no pasó nada, no le gusta meterse dónde no la han llamado, pero sería mentira si dijera que quería saber el chismecin a profundidad.

Con la excusa de que no sabía dónde estaba su llave, bajaría a la recepción y pediría la copia y quizá en el camino una miradita al  rompecorazones.

Nunca se imagino que en ese momento la puerta se abriría.

De esa habitación salió un joven de cabello corto azabache con luces turquesa, una marca morada en la frente y ojos dorados, que la miraban fijo.