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Si era algo que Raven admitía era que su primer amor fue platónico, y no, no fue un actor, tampoco un chico que vio en la calle, ni fue un escritor o científico, era un telepata, un telepata de cabello castaño y ojos azul eléctrico que hizo su corazón palpitar de emoción, que la hizo conocer el amor y auténtico aprecio. Charles es un guía para ella, alguien a quien admira y ama demasiado desde su juventud, lo ama por darle el cariño que nunca recibió, por estar ahí con ella de forma incondicional, Charles Xavier es el único hombre existente que tiene su completa dilección.

Y, por supuesto, Raven sabe que Charles la amaba, pero no de una manera romántica, sino, mas bien, fraternal, ella también tendría que aprender a verlo de la misma forma, aunque, de verdad, no lo quisiera y, es que, se había obligado a si misma a confrontar la realidad, a aceptar el hecho de que no tenía un chance con el castaño, no obstante, las acciones de Charles no eran de mucha ayuda; Su toque, su forma de hablarle, todo de él la hacía suspirar como a una princesa viendo a un principe guapo cerca de su balcón, pero este cuento no tenía un final feliz para la princesa de piel azul, Charles era, por así decirlo, platónico para ella.

Para evitar más descontentos emocionales se obligó a posar su mirada en otros hombres, tal como Hank y Erik que, si muy bien tenían sus encantos, no le causaban la misma limerencia que experimentaba con Charles.

Al pasar los años termino fragmentada gracias a los dos nuevos amores que escogió, sintió decepción cuando Erik intento asesinarla en París y se sintió como una perra cuando casi se acuesta con Hank por despecho y rabia en su efímera estadía en la mansión luego de su discusión con Charles en el aeropuerto.

Y, a pesar de que ya hayan pasado 23 años, aún sigue mirando a Charles por el rabillo del ojos mientras le dedicaba una de sus genuinas sonrisas, solo que está vez con la diferencia de que él la notaba y le correspondía, la miraba y sonreía, haciendola derretir.

Y en todos estos años que han pasado por tanto juntos, que han pasado por tanta decepción, rabia y tristeza mientras se miraban y verbalizaban lo que sentian con un nudo en la garganta, preguntándose cómo llegaron a esta situación en primer lugar, preguntandose internamente que había pasado con los tiernos y unidos hermanitos que eran al mismo tiempo de que se rogaban y discutían con lágrimas en los ojos, y ahora, después de 10 largos años de disputas, finalmente están aquí, uno al lado del otro observando el atardecer.

Raven se cuestiona cada vez que nota la necesidad de Charles por tocarla, de sentir su tacto, así sea solo con la yema de sus dedos, él desea sentirla, como si no creyera que ella estaba ahí con él observando aquella hermosa apuesta de sol, como si sintiera todo eso irreal, y hasta ella misma lo siente, siente que esto no está sucediendo, que está soñando o que, inclusive, existan la posibilidad de que al final la hayan matado, pero cuando Charles entrelaza sus dedos en medio del silencio y la mirá con aires melancolicos ella sabe que esto es real, demasiado real, cuando él la toca, contempla o incluso le dice cosas lindas ella flota en una nube, volviendo a sentirse como la adolescente enamoradiza que fue alguna vez, teniendo la esperanza de que tal vez y solo tal vez Charles ya haya dejado de ser platónico para ella.

—¿Sabes, Raven?—él vocaliza y la metamorfa lo mira por reflejo, prestando demasiada atención a sus palabras.—Estoy tan feliz de que estés conmigo, de que podamos ver este atardecer juntos, extrañaba tu compañía, cada vez que venía aquí solo, lo único que deseaba era tenerte a mi lado, cada vez que miraba este fantastico crepúsculo solo decía "maldita sea, desearía tener a Raven disfrutando de esto conmigo", solo pensé en ti porque...tu eras mi pieza faltante.

Las mejillas de la mujer tomaron un tono rojizo, dispuesta a responder a su declaración.

—Je, tu también me hiciste mucha falta, eras la bandita en el corazón que necesitaba.—espetó cariñosa y el castaño paso a besar su sien, Raven suspira y comprende mientras se recuesta en su hombro y toma su brazo entre los suyos, platónico o no ella siempre se mantendrá a su lado, porque, después de todo, siempre será su primera opción.

FIN.

***

Otra reescritura de algo viejo que tenía guardado desde el 2020, no es tan complejo pero estoy medio satisfecha con el resultado, intente dar lo mejor pero actualmente no estoy teniendo mucho ánimo, así que si ven algún error o incoherencia me avisan xfa.

















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⏰ Última actualización: May 06, 2023 ⏰

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Platónico | Charven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora