CAPÍTULO 1

966 48 23
                                    

Era una linda mañana en Morioh pero más en una particular casa ubicada en uno de los lugares más refinados del poblado.

La luz de la mañana se colaba a través de las cortinas y se posaba en el rostro de dos jóvenes que dormían plácidamente en una cama. El joven de cabello azabache abrazaba protectoramente a su pareja de cabello verdoso que se encontraba dándole la espalda, con la cabeza apoyada en su brazo.

El más alto empezó a hacer muecas que reflejaban dolor mientras mantenía los ojos cerrados ya que su brazo se había entumecido. Abrió los ojos de golpe para observar a su amante dormido sobre su brazo. Josuke lo retiró lentamente para después estirarlo y observó a Rohan que se acomodaba de nuevo.

—Hola cariño. Ya amaneció —dijo mientras se inclinaba para darle un beso en la mejilla.

—Dejame dormir —Rohan solo refunfuño y se tapó para hacerse un capullo con la sábana.

Josuke solo miraba el ceño fruncido de Rohan y no pudo evitar reírse entre dientes. Después se levantó para arreglarse e ir a trabajar ya que ahora era policía de Morioh.

—¿Estás bien? —preguntó el pelinegro ya que se sentía preocupado por él—. Es que normalmente cuando me levanto ya estas despierto.

Rohan había estado presentando malestares desde hace unos días y estaba algo desanimado. Él insistió que fuera al doctor pero fue muy terco para decirle que solo era un malestar por el estrés qué estaba pasando por no dormir lo suficiente.

—Me siento un poco provocado todavía  —comentó Rohan mientras se retorcía en las sábanas—. Debe ser por la pizza que comimos ayer muy tarde.

—¿Seguro? —dijo el más alto mientras se cambiaba en el baño—.Ya te dije que vayas al doctor pero eres muy terco —mirándolo desde la puerta con un puchero y las cejas ligeramente fruncidas.

—¡Ya entendí! ¡Ya entendí! —dijo Rohan mientras se levantaba malhumorado de la cama sosteniendo su cabeza.

Josuke se terminó de arreglar y le dio un beso en la mejilla a su huraño favorito.

—Nos vemos en la noche, amor —despidiéndose desde la puerta y saliendo de la casa para subirse a su patrulla.

El mangaka lo despidió desde la puerta para luego entrar a la cocina y preparar un café cargado para empezar su día aunque se podría decir que se sentía de la patada más de lo que le decía a Josuke.

—Maldita sea, creo que es más grave de lo que pensé —maldijó Rohan mientras se preparaba su café y se dirigía a su estudio.

Después de un tiempo trabajando las dolencias persistían, lo que ocasionó que se detuviera repentinamente.

—No se puede evitar más, no queda duda, todo apunta a que esto es más grave de lo que pensé y por los síntomas... tengo anemia —musitó con una voz preocupada.

《 Ya no soy tan joven como antes, con el nuevo anime en camino y también el nuevo arco he descuidado de más mi salud 》.

—Yo el gran Rohan Kishibe siendo igual de mortal como los otros. Tiene que ser un error. Odio admitir que lo más seguro es que la edad me esté alcanzando —apretando su bolígrafo y molesto por empezar a creer que probablemente era igual que los otros.

—Me niego —dando un golpe sordo a la mesa con su puño—. Me tomaré unas medicinas e iré al doctor y estoy seguro que en menos de 3 días esta molestia se irá para poder trabajar a gusto — haciendo una expresión de confianza.

Cuando ya estaba decidido a ir al doctor y quiso levantarse sintió un mareo muy fuerte.

—Creo que en esta condición no llegare ni a la esquina —dijo algo contrariado.

ʙᴀʙʏ ᴊᴏᴊᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora