Capítulo 3

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Me encontraba sentada en la cama pensando lo que había ocurrido unas horas atrás cuando alguien llamó a mi puerta.
-¿Quien?-pregunte
-Soy Edward-dijo con un voz impaciente.
¿Y ahora esté que querrá?
Tal ves me explique que paso o me pedirá disculpas por lo que hizo.
Me paré y abrí la puerta, ahí estaba él con su pijama puesta. Me observo por una segundos y dijo.
-Tu padre me a enviado a decirte que bajes a cenar-yo asentí y el desapareció por el pasillo. Estaba muy distante, este tipo es muy bipolar. Decidí obedecer y bajar a cenar con mi padre.
Al terminar de cenar platicamos mi padre y yo.
-¿Cómo te has llevado con Edward?-me preguntó
-No he platicado mucho con él, es muy extraño, muy reservado y ha cambiado mucho
-Deberías acercarte a platicar con él, ha de ser muy interesante saber como es ahora. Me levanté de la mesa y empece a limpiar lo que habíamos ocupado.
-¿Quieres que te espere?-pregunto mi padre
-No, está bien término y subo a mi cuarto, que descanses papá
-descansa hija-me dijo dándome un beso en la frente. Subió a su cuarto y yo me quede sola recogiendo la cocina. Al terminar decidí observar el paisaje a través de la ventana, desde que llegue aquí no me había detenido a observar como había cambiado este lugar. El cielo estaba despejado iluminado por las estrellas, se escuchaba el sonido de los grillos, comensaba a darme sueño pero antes de dar media vuelta unos manos se posaron en mi cintura haciendo sobresaltar y dar un grito.
-Shh, vas despertar a nuestros padres-pero no quitó sus manos de mi cintura.
-¡Sueltame Imbécil!-trate de zafarme de él pero me sujetó más fuerte.
-¿Qué haces despierta?-me susurra al oído.
-Eso a ti no te importa, ya sueltame-pero no movió ni un músculo sentía su respiración en mi cuello.
-¿Y tu qué haces despierto?.
-Espero a que vallas dormir-dijo con una voz cálida pero sarcástica.-Ahora responde mi pregunta
-Ya te dije que eso no te incumbe, ahora sueltame que me estas acalorando-Él sonrió pícaramente,pero en realidad era muy cómodo estar así con él. Lentamente me acomode en sus brazos procurando que no se diera cuenta.
-Amm...,¿estas cómoda?-¡Carajo!
-¡No!,desde que bajaste te he dicho que me sueltes-me suelta y ahora me toca jugar con él. Me voltee y lo mire molesta.
-Esta bien-dijo él un poco nervioso,veo que te incómoda mi presencia, y no me gusta estar con personas a las que no les agrada que esté con ellas, así que mejor...Me voy-él intenta abrir la puerta de la cocina, pero no logra abrirla, por lo que supone que la madera esta hinchada. Al ver que la puerta no se habré, comienza a sentirse nervioso.
-Valla,parece que alguien no puede salir de su propia cocina-le dije con un tono de burla y liderazgo mientras me sentaba en la meseta cruzándo las piernas mostrando total tranquilidad. Volteó a verme con una mirada de preocupación. Intenta abrir con más fuerza y rápidamente.
-¿Estas nervioso, Romeo?- le digo sonriendo maléficamente- Ven aquí Romeo, acércate no muerdo- él avanza lentamente hasta donde yo estoy sentada, quedando cerca de mi a la misma altura que yo.
Pongo mis manos en su pecho y él coloca las suyas en mi cintura acercándose todavía más. Subo mis mando por sus hombros hasta su nuca, me acerco a su cuello y lo beso, él esta agitado al igual que yo, subo a su mentón y le doy otro beso. Me acerco a su oído y le susurró.
-La próxima ves intenta abrir hacia fuera, Romeo- me bajo de la mesa y salgo de la cocina, dejándolo completamente sólo.

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《No tengo talento para el amor》TEMPORALMENTE CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora