CAPITULO 5

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Al salir de la oficina me dirijo a encontrarme con Miriam y su escuadrón, entre más rápido nos pongamos en su búsqueda más rápido la encontraremos.

Me acerco a Martha que me informa que me esperan en la sala de reuniones. Me dirijo allí y entro sin tocar «una pequeña mala costumbre que adquirí ».

Todos fijan su atención en mi, Miriam esta de pie al lado de una pantalla,  en la mesa se encuentran dos hombres y dos mujeres, me encamino y me siento, Miriam me da una mirada antes de continuar presiona el control y una imagen de Isabel aparece en la pantalla.

—Ella es Isabel Meyer, desapareció está mañana cuando iba de compras.

Pasan la imagen dejándonos ver un vídeo en donde ella y otras chicas son arrastradas a una camioneta por unos hombres.

—Sacamos está vídeo de la cámara de una tienda—continua Miriam—. ¿Pudimos identificar a alguno?.

Una rubia asiente y toma una carpeta.

—Leonardo Sánchez, treinta años nació en Colombia era uno de los hombres de confianza de el narcotraficante Marcos Díaz, luego de la muerte de su jefe no volvimos a saber nada de él.

—Y los otros no se encuentran en el sistema—comenta un castaño.

—Mañana va a ver una gala  en donde  se encontrarán todos los mafiosos, narcos y delicuentes más poderosos del mundo—Mirian nos señala—. Todos van a infiltrarse en esa fiesta y van a buscar información de el paradero de Leonardo.

—Es la hija de el ministro así que no tengo que decirles que esta misión debe salir perfecta.

Miriam nos da una última mirada antes de salir. Se hace un silencio un poco incómodo hasta que una castaña se acerca y me extiende su mano.

—Mucho gusto soy Daniela —estrecho su mano.

—Kira—contesto y me da una sonrisa.

—Ellos son Adrik Jhonson—señala al castaño—. Es el Iván Cooper—señala al pelinegro—, y ella es lucía Thompson.

Veo a la rubia que me mira de manera despectiva a la cual no le prestó atención.

—Un gusto conocerlos chicos espero que podamos ser un gran equipo—sonrio falsamente antes de levantarme y dirigirme al estacionamiento.

Me subo en mi auto y me dirijo a la cosa en dónde crecí, el único lugar que tengo al que le llamo hogar.

Al entrar siento un rico aroma a pizza, dejo mis cosas en la mesita de la entrada.

—¡Llegué!—grito y veo como Susi viene a mi con una sonrisa a abrazarme.

—Me alegro mucho de verte—me da un beso en la mejilla.

Susana o como le decimos Susi es la empleada de Miriam, la conozco hace años desde que empeze a vivir aquí.

—Tambien me alegro de verte Susi—contesto.

—Miriam me dijo que venías así que preparé lo que más te gusta.

Le regaló una sonrisa de agradecimiento, ella se va a la cocina cuando Miriam viene a mi y me llena la cara de besos.

Miriam, una castaña alta ojos cafés, jefa de el mejor escuadrón de Londres y la persona que me mantuvo en su cuidado cuando llegue aquí.

—Basta—la aparto pero no quita esa sonrisa.

—Te aguantas—nos dirigimos al comedor—. No pude hacer esto ya que estábamos en la central, a sido mucho tiempo sin verte—ruedo los ojos.

—Nos vimos en navidad.

—Por videollamada—me recuerda.

Sirven la pizza y sin esperar a nadie empiezo a comer, Susi se retira con la excusa de que está cansada y solo quedamos Miriam y yo. Ella no deja de observar su plato como si tuviera las respuestas de el universo.

—¿Que te ocurre?—pregunto mientras tomo un vaso de jugo.

—Nada, solo pienso—se en que está pensando porque es lo mismo que hay en mi mente desde que me enteré.

—No han llamado para pedir rescate—le explico mientras veo como sus ojos se llenan de lágrimas.

—Eso quiere decir que esto no lo hicieron por ser hija de el ministro

—Aun hay probabilidades de que este con vida—comenta y asiento.

Entiendo que esto le afecte tanto, es la mejor amiga de Dominick y conoció a Isabel desde el momento en que nació.

—Vamos a ver televisión—pide cambiando de tema.

Se levanta y la sigo veo como se acomoda en el sofá y golpe sus piernas invitando me a recostar mi cabeza en ellas, niego.

—Ya no soy una niña.

— Seguirás siendo mi lona siempre, así que ven—le doy una pequeña sonrisa y obedezco.

Coloco mi cabeza en sus piernas, me arropa con una manta que no se de donde saco y pone un programa de malos tatuajes mientras me acaricia el cabello.

Siento una paz inmensa el estar así, siempre la he sentido cuando estoy con ella. Aún recuerdo cuando la conocí.

—¡Brandon Russo a caído!

Siento como se detiene mi corazón «no» grita mi mente, me levanto y lo veo, está en el suelo rodeado por un charco de sangre y al rededor de él hay varios policías, no pienso solo corro hasta el y me arrodilló a su lado.

—¡No disparen es una niña!—escucho que gritan pero solo puedo concentrarme en la persona que está en el suelo.

—Brandon—lo llamo—. Hey, resiste.

Me mira con una pequeña sonrisa.

—Hermosa no creo que resista—dice y niego.

—No puedes dejarme—pido con la voz quebrada—. Solo somos tu y yo ¿Recuerdas?.

—Yo solo quería protegerte, evitar que te hicieran el daño que me hicieron a mi—comenta mirando a la nada—. Quería que fueras la más poderosa.

—Lo se—siento como las lágrimas bajan por mis mejillas.

—Pero lo que hize fue lastimarte—niego.

—Tu me salvaste.

Perdoname por todo lo que te hice—me ruega—. Por favor perdóname.

—Te perdono—respondo desesperada—. ¡Traigan ayuda!

Grito pero nadie se mueve.

—Insisto—dice mirando mi cabello—. Sería mejor en negro.

Las lágrimas siguen cayendo y lloro cuando su mirada queda fija en mi, veo sus ojos apagarse sin vida , no sé por cuánto tiempo me quedo ahí, inmóvil y en blanco hasta que dos personas de posan frente a mi.

Levanto la mirada y observó a un hombre pelinegro y a una mujer castaña.

—Soy el coronel Dominick Meyer y ella es la teniente Miriam García.

Bajo la mirada y observó a Brandon por última vez, siento una fuerte opresión en el pecho cuando le cierro los ojos y lo retiro con cuidado de mis piernas, limpio las lágrimas de mi mejilla y me acerco a ellos con una mirada indescifrable.

—Soy Kira Russo—ambos me miran sorprendidos.

Abro los ojos, una pequeña lágrima cae por mi mejilla «malditos recuerdos ». Me levanto Miriam se ha quedado dormida así que la arropo con la manta y apagó la televisión, subo a mi habitación y me acuesto. Mañana será un día complicado.

Nota de la autora:

Holis espero les haiga gustado el capítulo, había estado un poco ausente ya que tenía un bloqueo pero ahora estaré más activa y actualizaré más seguido.

Los quieroo
Besos con sabor a fresa 😘

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