Siempre contigo (Midoriya Izuku x Lectora)

Un sueño

Midoriya Izuku

Mi dificultad para respirar era cada vez más intensa, mi fatiga y el mareo hacía que no pudiera ver claramente lo que pasaba.

Se escuchaban fuertes explosiones de fondo y algunos pitidos aturdiéndome aún más, voltee a ver mis manos, tenía la visión doble.

De repente sentí un fuerte agarre del brazo haciendo que me levantara del suelo.

—¡Deku! —Mi amigo bicolor me sacudió de los hombros haciendo que mi mirada se centrara en su rostro lastimado, mis piernas estaban débiles y no podía sostenerme completamente solo.

—¿Estás bien?, ¿Todavía puedes pelear? —Asentí lentamente como respuesta y me levante una vez más.

El monstruo hecho de piezas variadas de metal que atacaba la ciudad en esos momentos tenía un punto débil solo tenía que alcanzarlo, preparé mi guante para poder lanzar un golpe, salte lo más alto que pude y fui directo al rostro del monstruo logrando golpearlo haciendo que cayera al suelo.

Rodé en el pavimento al aterrizar, me detuve un momento intentando tranquilizarme y seguir peleando, pero el monstruo al caer fue atrapado en el hielo de Todoroki.

Me ayudaron a levantarme algunos de los héroes que estaban apoyándonos y no pude evitar sonreír al ver que habíamos ganado la pelea.

Voltee a ver a Todoroki que estaba dando ordenes para que se llevaran al monstruo y al causante de todo, tal vez sintió que lo estaba observando ya que al instante fijó su mirada en mi, yo volví a sonreír tranquilamente.

—¡Midoriya! —Fue lo último que logro recordar antes de desvanecerme y caer al suelo.

"Felicidades a los graduados"

Había un bonito cartel en la entrada de la academia, iba un poco tarde así que ya no había muchas personas afuera, era la ceremonia de graduación.

El viento soplaba lentamente ya que en estas fechas comenzaban a sentirse los fríos vientos de octubre así que me coloqué el saco negro del traje que traía puesto, me lo había quitado para que no se arrugara en el camino pero de todos modos ya estaba aquí.

Me detuve un momento antes de entrar, no pude mover mi mano para empujar la puerta y terminé sentándome en los escalones, inconscientemente comencé a pensar si sería capaz de cumplir mi sueño, si estaba preparado para todo lo que se avecinaba y lastimosamente, a cuestionarme si podría llenar el lugar tan grande que me estaban dejando.

—Parece que alguien está un poco nervioso —Una voz hizo que saliera de mis pensamientos regresando a la realidad.

Solo pude ver un bonito vestido color dorado con unos cuantos destellos que estaba frente a mi, iba en conjunto con unos tacones del mismo color.

Abrí los ojos como platos y mi boca se abrió al ver de quien se trataba. —¡___!, t-tú, te ves muy bonita —Sentí mis mejillas un poco calientes pero me giré a un lado para evitar que las viera, no podía pronunciar bien las palabras sin trabarme y sentía mi respiración un tanto acelerada.

—Gracias Midoriya, tú también luces muy bien —Volví a mirarla y vi que ella también estaba algo sonrojada, pero se veía muy linda.

—¿Por qué estás aquí y no allá dentro con los demás? —Al oír su cuestionamiento me regresó a los pensamientos que había tenido hace un instante, intenté evitar la pregunta y me volví a sentar en los escalones, ella sentó junto de mi y me volteó a ver un poco preocupada.

Estaba atardeciendo y la poca luz que había daba directamente en ella, el color de su vestido resaltaba el bonito tono ámbar de sus ojos y su cabello negro alaciado cayendo suavemente por su espalda, haciendo que resplandeciera aún más de lo que por si sola hacía.