chapter two

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Mike les habló en todo el camino acerca de Will y que su madre, Joyce Byers llamó a su casa.

Conocían a su amigo mejor que nadie, así que no estaban preocupados en absoluto. Tenían la idea de que había una posibilidad de que estaría en la escuela, pero al aparcar sus bicicletas, no vieron la de él por ninguna parte.

—Qué raro. No lo veo —dijo Wheeler, buscándolo con la mirada.

—Les digo, su mamá tiene razón —insistió Lucas. —Seguramente llegó temprano otra vez.

Le aterraba que el profesor Gursky tomará otro examen sorpresa como el de la semana pasada, ese fue el primer pensamiento de Dustin al escucharlos hablar de eso.

Caminaron en dirección a la entrada para ir a su primera clase. Henderson miraba a todas partes si había señales de esa cabellera rubia y corta que le causaba dolores de cabeza.

Por mala suerte, se detuvieron al escuchar las voces de sus bully's.

Eso no era nada bueno si Dustin quería seguir manteniendo una buena imagen para ella.

Han hecho sus vidas imposibles.

—¡Damas y caballeros!

Los tres se dieron la vuelta, fastidiados por lo que estuviera a punto de pasar.

Antes de que Dustin lo hiciera, se aseguro que "ella" no estuviera viendo lo que sea que les hicieran.

—Pasen y compren sus boletos para el show de raros. ¿Quién crees que ganaría más en un show así? —se dirigió a su amigo. —¿Medianoche, cara de sapo o sin dientes?

Él ya estaba cansado de esa situación.

Nació con una enfermedad llamada "displasia cleidocraneal". Trastorno genético raro del crecimiento de los huesos. El cual es conocido por sus clavículas hipoplásicas o aplásicas, persistencia de fontanelas y suturas abiertas y múltiples anomalías dentales.

Todo lo que caracterizaba a Dustin Henderson.

Se quedó pensándolo un poco, para después señalarlo con su dedo indice, esbozando una sonrisa burlona.

—Me inclino por "sin dientes".

—¡Se los dije un millón de veces...!

Guardó silencio apenas la vio caminar hacia ellos, cruzada de brazos mientras observaba con el ceño fruncido a los chicos que los molestaban.

—Hey, prófugos del ácido folico, ¿están ocupados?

Por un momento creyó que les hablaba a ellos, sin embargo luego de que ella empujara a los dos chicos, dejó salir un suspiro de alivio.

SHE | DUSTIN HENDERSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora