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El pelinegro se separó del más bajo, tomando la perina de su pantalón y ropa interior, acomodandola una vez se bajo de la cama, llevando su mirada a él castaño que se encontraba pasando por su post-orgasmo, evidenciando esté en el ligero temblor de su cuerpo.
- Arriba pequeño, debes limpiarte, voy a prepararte la bañera - Sin esperar respuesta de su parte, salió al baño abriendo la llave de la tina para que esta empezará a llenar la bañera.
Recargo su cadera en el lavamanos, lamiendo sus labios en su intento de ocultar la sonrisa que quería salir, tal vez estaba considerando que lo que habían hecho tenía que terminarlo, aún podía sentir la dureza de su falo rozar con su ropa.
Oh.
Una vez lleno la bañera cerró la llave volviendo a la habitación por Jimin quien estaba sentado en la orilla de la cama, aún con sus mejillas sonrosadas, se acercó a paso lento pasando una mano por su cintura y la otra por sus muslos, para llevarlo al baño.
- ¿Estas bien? - Susurró tan bajo, solo para que el castañito escuchará como si no estuvieran ellos solos, por ahora.
El pequeño sonido que soltó el menor le hizo saber que si, lo bajó una vez estaban en el baño y le ayudó a entrar a la bañera.
- Relajate un momento, iré a ordenar un poco la habitación -
Sonrió divertido al ver cómo el menor se avergonzaba aún de ello, saliendo del baño fue a la habitación cambiando con rapidez las frasadas de la cama, Jungkook debía estar por llegar, por lo que llevo las frasadas sucias a la lavadora y volvió a la habitación a poner la cama.
Fueron cuestión de segundos que el timbre sonó por toda la casa, haciendo tensar un momento al pelinegro.
Lo recordaba. Maldición, Kook lo recordaba aún.
Alejo esos pensamientos que le traían nostalgia y bajo con rapidez al recordar la lluvia fuerte que caía, abrió la puerta con rapidez sintiendo una boca chocar con la propia.
Qué.
Se apartó de Kook, para poder cerrar la puerta y mirarlo con confusión ante el repentino beso.
- ¿Qué haces, Jungkook? - Le tomó de las muñecas alejandolo cuando esté parecía querer besarlo otra vez.
- Hyungie, yo, yo lo siento mucho...no debí decir eso de usted, de verdad lo siento - Y la mirada que le dedicaba le hizo replantearse las cosas. Jungkook era bonito.
Muy bonito.
Y su corazón era débil ante él, lo tomo del brazo y lo guió al sofá para después ir por una toalla y así envolver su anatomía.
- Lo recuerdas. - Habló sin querer reclamar realmente, sólo queriendo saber del porqué su actuar.
- Fue aquí nuestra primera vez - Respondió con rapidez, negando con la cabeza una vez analizó sus palabras mirando al mayor - No s-sexualmente, sino en muchas cosas, aquí fue donde me dijo que yo le gustaba. - Se colocó de pie encarando al pelinegro.
