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Han pasado ya dos semanas y no dejo de rogarle a T/n que me perdone por mi estúpida actitud de aquella noche. Fue tan infantil de mi parte pero realmente no pude evitarlo.

Los miraba de lejos, al verlo besarse algo en mi se rompió así que no dude en ir a golpearlo, sinceramente no pensé en nada. T/n no lo beso y en parte me alegraba pero por otra parte me sentía mal por Aidan. Se que fui yo quien dijo que no quiero ser su hermano pero cuando el me lo dijo me lastimo.

Aunque es su culpa, si tan solo no se hubiese metido en mi relación con T/n, esto jamás hubiese pasado. Lloraba cada noche desde lo sucedido pero no por Aidan si no por T/n, Aidan la había golpeado y además que cada vez que intentaba hablarle ella decía cosas tan hirientes que me hacían perder mi propio control.

Ya había estropeado mi habitación por cuarta vez en esta dos semanas, cada que teníamos que cenar era tan incomodo que Aidan decidió ya no comer con mi madre y conmigo. Éramos unos desconocidos viviendo en la misma casa.

Mamá me pedía que arreglemos las cosas pero yo no pensaba pedir perdón por algo que el ocasionó. Siempre limpiaba los platos rotos de Aidan pero esta vez no, le dije cuanto amaba a T/n y al le importo un carajo eso y aun así la beso.

De nuevo me encontraba en la casa de T/n, con libros, dulces y todas las cosas que le encantaban a T/n. Venía tres veces al día, gritaba para que saliera, varías veces sus vecinos llamaron a la policía pero por suerte nunca me encerraron. Tocaba la puerta, pidiendo perdón.

Pegue mi cabeza a la puerta —Por favor T/n, te necesitó, eres lo mejor que me ha pasado en la vida y no quise arruinarlo de esa manera —Mis ojos se tornaron cristalizados —Me comporte como un imbécil y se que estas molesta por eso pero por favor perdóname, te extraño —Dije llorando.

Sabía que no iba a abrir y pensaba irme, para otros era una perdida de tiempo pero aun que parezca un acosador se que T/n volverá a mi, tengo esperanza. Escuche como la puerta se abrió y me giré.

—Fuiste un gran imbécil —Sonreí y corrí hacía ella para abrazarla, la abracé tan fuerte como podía mientras que lloraba.

—Perdóname.

—Detente, no fue tu culpa —Murmuro abrazándome —Pero apártate que me asfixias —Reí y me aleje.

—Te extrañe —Murmure.

—Lo sé —Tome su rostro, nos miramos fijamente y ella sabía lo que quería —No creo que sea buena idea —La solté, ella no quería besarme y yo pensaba respetarlo.

—Bien.

—Carajo puedes besarme —Dio un brinco y yo la cargue para poder besarnos, sus labios se movían al ritmo del mío.

Me sentía tan feliz por besarle de nuevo, estas dos semanas se sintieron como siglos. Siglos sin poder besarle, tocarla, sentirla, sin poder leer juntos, sin poder escucharla reír, sin poder tenerla a mi lado.

No pensaba separarme de ella pero el aire no me permitió continuar, nos miramos y sonreímos. Bese sus labios cortamente y luego la baje.

—Yo también te extrañaba Cinco —Sonreí.

Tome las cosas que le había traído y entramos en su casa, fuimos a su habitación y T/n comenzó a comer lo que le había traído mientras que me platicaba los sucesos con su madre los cuales ahora eran buenos, al igual que todo este tiempo que estuvimos separados.

Le conté también lo mio, le conté sobre Aidan y ella no dijo nada al respecto, supongo que no quería hablar de él así que solo cambiamos de tema y la pasamos en resto del día juntos.

Por fin, de nuevo juntos

Aidan Gallagher

Estaba nervioso, por fin había tomado el valor de ir a pedirle perdón a T/n, estas dos semanas la he pasado en mi habitación, pensando en las palabras correctas para pedirle perdón.

La había golpeado aquella vez así que por eso quería mantener las palabras correctas para no fallarle más de lo que ya lo había hecho.

Corte toda relación con Cinco, mamá me pide que me disculpe pero no pienso pedir perdón por algo que el ocasionó. Jamas hubiese golpeado a T/n si él no me hubiera golpeado. Todo fue su culpa.

Era incómodo vivir en la misma casa así que cambié mis horarios y solo salía cada vez que él estaba en su habitación o salía, no sabía a qué salía pero por lo menos tres veces al día salía a sabe que lugar. Supongo que a la biblioteca para llorar como un tonto Nerd.

Me subí al auto y conduje hacía la casa de T/n mientras que repetía en todo el camino lo que pensaba decirle. Detuve el auto y mire la hoja donde había escrito lo que pensaba decirle. Lo leí cuatro veces rápido para luego salir del auto pero justo cuando salí vi algo horrendo.

T/n y Cinco se besaban, ahora entiendo por qué salía tanto Cinco. Era para volver a enamorar a T/n y sacarme del juego, era un imbécil. Lagrimas recorrieron mis mejillas, había llegado tarde, ella lo prefirió a él y siempre fue así, yo fui el tonto que creyó que realmente tenía oportunidad.

Entre en el auto, apreté el volante mientras que miraba como ambos entraban en el auto. Las lágrimas seguían cayendo y no lo soporte.

—¿¡Por qué!? —Grite mientras que golpeaba el volante, tratando de golpearlo y arrancarlo de su sitios —¡Malditacea!.

Te odio Cinco, te odio

ꜰᴏʀ ʜᴇʀ © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora