•°¿Rosa o negro?°•Rodrivan•°

¿Podemos hablar?

Narrador's pov

La lluvia no dejaba de caer, se escuchaba como las gotas daban con fuerza en el suelo, y los relámpagos se veían a través de la cortina de su cuarto, así como luego se escuchaban los truenos caer en los pararrayos cercanos.

Ambos amigos estaban en silencio, Tomás miraba sus redes sociales y Rodrigo prestaba atención a dos gotas que se deslizaban por la ventana, con la cabeza apoyada en esta.

Tomás -Amigo, hace dos días está lloviendo, tengo que prender directo en algún momento, a demás, me estoy morfando toda tu comida-

Rodrigo -Podés prender en el estudio si querés, a mi hoy no me toca y sobre lo de la comida ni te toques, no me molesta, comé lo que quieras-

Tomás -¿Seguro? Me vendría de 10 porque con esta tormenta no me puedo volver a casa-

Rodrigo -Amigo, no te dejaría irte aunque quisieras, tran...-

El timbre sonó dejando a Rodrigo a media frase, quien luego volteó a ver a Tomás confundido.

¿Quien mierda era a las seis de la tarde en un día tan espantoso?

Tomás -¿Querés que te acompañe a abrir?-

El menor asintió y con cautela fueron a abrir la puerta, no iban a mentir, tenían miedo, sobre todo porque habían visto una película de terror en la que pasaba algo parecido.

Sin embargo, al abrir la puerta, cualquier rastro de temor se convirtió en confusión y se miraron mutuamente para luego volver a ver al chico que temblaba del lado de afuera.

Iván -¿Les jode mucho si paso? Hace frío acá-

Rápidamente reaccionaron y Tomás fué a buscar una toalla mientras Rodrigo lo hacía pasar y cerraba la puerta, y en cuanto estuvo cubierto y se limpio las gotas que escurrían de su cabello suspiró.

Rodrigo -¿Que hacés acá?-

Iván -Necesitaba hablar contigo ahora que tengo un impulso de confianza... No estaba seguro de cuanto me fuera a durar y no quería perderlo-

Rodrigo -Entonces decidiste enfermarte mejor ¿no? Dios mío estás helado, vení acá-

Tomás -Yo voy a prender... -

Se retiró el mayor de los tres para darles más privacidad, mientras Rodrigo llevaba a Iván hasta el baño y cerraba la puerta con ambos adentro.

Rodrigo -Andá sacandote la ropa, mientras te voy a preparar la bañera caliente y a buscarte algo de ropa, después, cuando estés seco y junto a la estufa hablamos-

Y con eso abrió el agua y salió del baño, viendo como Spreen se quitaba la camisa, suspiró y fué por algo de ropa, una toalla seca y prendió la estufa en la sala.

Rodrigo -Tomá, es la ropa más grande que te...-

Se quedó sin palabras al ver la espalda de Iván desnuda mientras se adentraba a la bañera, y antes de que sus ojos quisieran mirar más allá se volteó apenado.

Rodrigo -Te la dejo acá-

Rápidamente salió del baño y suspiró apoyándose en la puerta del lado de afuera, no estaba listo para tener una charla sobre lo que había dicho hace unos días, no necesitaba que sientan pena por él, estaba bien sabiendo que el contrario no sentía lo mismo.

Luego de un par de minutos se sentó en el sillón de la Sala, esperando a que su "amigo" saliera y se uniera a el para poder hablar, pero en cuanto lo vió adentrarse con su ropa puesta, todo en su cabeza dió un vuelco.

Iván -¿Ro?... -

Rodrigo -Si! Digo, sentate-

Iván -B... Bueno, yo, yo... Necesitaba que hablemos de aquello que dijiste-

Rodrigo asintió sin decir más nada, quería dejar hablar al chico, eso iba a ser lo mejor.

Iván -Bueno, Nico fué a mi casa al otro día y bueno, básicamente me cagó a puteadas, tenía razón en todo, pero fué difícil, recontra difícil para mí aceptar las cosas, digo, soy un vueltero, vos lo sabes, me conoces al igual que se supone que yo te conozco y aunque no lo he demostrado es cierto... Y... -

Rodrigo -Iván, te fuiste-

Iván -Perdón, estoy nervioso-

Rodrigo -No se nota, tranquilo-

Habló con sarcasmo, recibiendo un almohadazo del contrario, que lo hizo reír.

Rodrigo -Mirá, si yo pude decirte las cosas, vos podés-

Iván -Es que vos sos mucho mejor que yo para esto, y para casi todo, bueno, la cuestión es que yo... Quiero, osea, no, no quiero, onda si quiero, pero... Ay! No puedo-

Rodrigo -Tranquilizate...-

Iván -Me gustas-

Aquellas palabras salieron solas, en un tono bastante alto, reflejando la desesperación que tenía el chico por no poder decirlo de forma correcta y tomando por sorpresa a Rodrigo.

Rodrigo -¿Como...? -

Iván -Eso, ya está, llevo meses reprimiendo algo que tarde o temprano tenía que aceptar, llenarme de celos, no poder dejar de mirarte, haber tenido el impulso de besarte, no poder controlar lo que hago cuando estás... Era obvio, para todos menos para mí que me esforcé por hacernosla imposible a los dos, no estaba listo, me costó mucho aceptar que me gustaba un hombre, no porque sea malo, sino porque es lo contrario a lo que estoy acostumbrado, pero sos vos, no cualquier pibe, y ese es el tema, lo que me pasa con vos no me puede pasar con más nadie... Rodrigo me hiciste querer a alguien por primera vez...-

El rostro del más bajo era un poema, una linda sonrisa se asomaba, sus ojos estaban aguados y sus manos temblaban levemente, nunca pensó llegar a vivir para ver a Iván ser tan expresivo, mientras el contrario se mantenía con la cabeza apoyada en sus dos manos, sin poder creer todo lo que había dicho.

Rodrigo -Entonces... ¿Te gusto?-

Iván -¿Donde estuviste cuando dí el discurso?-

Rodrigo -Mirando la carita linda que tenés-

Las mejillas del más alto se tiñeron de rojo mientras lo miraba y le dió un suave golpe en el hombro.

Iván -Dale amigo... No me jodas-

Rodrigo -No me vuelvas a decir amigo Iván-

Iván -Bueno mi amor...-

Susurró antes de tomarlo de su buzo y acercarlo para poder besarlo lentamente, disfrutando nuevamente de los labios que se le venían antojando desde que tuvo la suerte de probarlos en aquella fiesta, y tenía que confesar algo, tenían incluso mejor sabor cuando no estaban combinados con alcohol.