365 DIAS CONTIGO

02

Jimin

El sonido del despertador entró literalmente en mi cerebro.

ㅡLevántate, cariño, son las nueve en punto. Tendremos que hacer lo posible para empezar unas vacaciones en Busan esta tarde. ¡En marcha!ㅡ Jongin estaba de pie en la puerta del dormitorio con una amplia sonrisa.

No quería abrir los ojos. Es miércoles por la noche, qué idea tan bárbara de volar a esta hora, pensé. Desde que dejé mi trabajo hace unas semanas el día ha perdido completamente sus proporciones.Había estado atrapado en el pantano de la industria hotelera durante demasiado tiempo, y cuando finalmente llegué a la posición de director de la industria hotelera, dejé todo esto porque perdí el ánimo para trabajar.

ㅡ Jimin, ¿quieres cacao o té con leche?

ㅡ ¡Jongin, por favor! ¡Es la mitad de la noche!ㅡMe di la vuelta y me cubrí la cabeza con una almohada.

ㅡ Hice cacao y té con leche.ㅡ Satisfecho de sí mismo Jongin estaba de pie en la puerta del dormitorio con un vaso de bebida fría y una taza de bebida caliente. ㅡ Hace unos cien grados afuera, así que creo que elegirás los fríos ㅡ dijo y me entregó el vaso, levantando el edredón.

Jongin se puso de pie y sonrió,era un hombre poderoso con una hermosa cabellera negra,pero aparte de su físico, no tenía nada en común con cualesquiera que sean los chicos. Tenía unos ojos marrones, buenos y llenos de calidez, una nariz no tan grande y fina,no siempre era inteligente y educado,pero estaba lleno de gracia y eso es lo que más me gustaba de él.

Sus enormes antebrazos estaban decorados con tatuajes, básicamente tatuado tenía todo el cuerpo. Era un hombre poderoso, con un peso de más de ochenta kilos, con él siempre me sentí seguro. Me veía ridículo con él, yo y mis ciento setenta y cinco centímetros de altura y sesenta kilos de peso,mi madre decia que era muy delgado,asi que años antes empece una rutina de ejercicio que hoy a florecido,mi estómago era duro y plano con algunos abdominales marcados, mis piernas eran gruesas y musculosas, mis glúteos estaban apretados y firmes, un símbolo del millón de sentadillas que hacía.

ㅡ Me estoy levantando ㅡ dije para beber un delicioso cacao frío.

Guardé el vaso y me dirigí al baño. Cuando me paré frente al espejo, me di cuenta de lo mucho que necesitaba unas vacaciones. Mis ojos negros como la noche estaban tristes y resignados, mi cabello castaño mal cuidado y con algunas puntas salidas en diferentes direcciones.

Me sentí abrumado por mi propio ayuno, mi reticencia a trabajar, la falta de idea de qué hacer a continuación. Mi vida profesional siempre ha influido en mi sentido de valor. Sin una tarjeta de visita en mi billetera y un teléfono de empresa, tenía la impresión de que yo no existía.Me lavé los dientes, alice mi cabello, me puse una crema ligera y decidí que esto era lo mejor que podía hacer hoy.

Una vez me vestí y guardé mis cosas en la maleta entré a la sala y vi a Jongin, quien siempre estaba sentado con la nariz en el ordenador. No importaba lo que hiciera: ya fuera que estuviera trabajando o recibiendo a alguien o simplemente viendo una película en la televisión, su computadora como su mejor amigo siempre era una parte integral de su ser.

Gracias a el nos conocimos,era febrero, y yo sorprendentemente no había estado en una relación por más de seis meses. Ya estaba aburrido de ello, o quizás estaba más afligido por la soledad, así que decidí crear un perfil en un portal de citas, lo que me dio mucha diversión y elevó mi ya alta autoestima. Durante una de las noches de insomnio, mientras hojeaba los perfiles de cientos de hombres, me encontré con el de Jongin, que buscaba un chico para llenar su mundo de una vez.

Fue una sorpresa, y así fue como el niño domesticó y el monstruo tatuado empezaron a salir. Nuestra relación era inusual, porque ambos teníamos un carácter muy fuerte y explosivo, ambos teníamos también intelecto y muchos conocimientos en nuestras profesiones. Nos unió, nos intrigó y nos impresionó. Lo único que faltaba en esta relación era el tren de los animales, la atracción y la pasión, que nunca estalló entre nosotros. Jongin casi siempre decía: