Capítulo 25

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Oh, no.

Se sumergió dentro del agua, no podía verlo.

De repente, sentí que me tomaba por la cintura y me empujaba hacia el lago.

Me había atraído consigo, el muy capullo.

Y por el impulso del momento quedé sobre él, que estaba de pie mirándome, nuestros labios rozándose, mis manos en sus hombros y mis piernas enredadas en su torso, yo estaba devolviéndole la mirada, nuestras respiraciones ligeramente agitadas.

La cercanía había hecho que mi corazón bombeara más fuerte.

Quería besarlo, pero no podía hacer eso, así que me separé.

—¡Me has mojado toda la ropa!

Protesté, ignorando lo que había pasado, él hizo lo mismo.

—Lo sé —Sonrió.

«Capullo».

Mi Chico Guitarrista [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora