Lo siento recorrer mi espalda, acariciar mis brazos y rodear mi cintura. Es mas pesado que cien mil hombres, y te paraliza mejor que un cono de oro...destruye personas, familias y sociedades. Nadie es de fiar, ni tu reflejo.
Tomo las llaves del carro, y siento su mirada puesta en mi Prendo el motor, y su frio aliento se poza en mi nuca. Siento su sonrisa, su mirada a delirio.
Respiro profundamente
una
dos
tres veces.
El posa su mano en mi hombro, presiona un poco. Pero yo acelero. Busca mi atención, su voz fría, casi muerta. Hablando puras miserias.
Le subo el volumen a la radio, su voz es casi inaudible. Pasan los minutos. Ahora solo somos yo y la música en este auto. Tu te has marchado.
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Save Me
RandomHace muchos años escribí este libro. Una pequeña niña de 12 años con faltas de ortografía y sueños de ser escritora. Regreso aquí, 8 años más tarde. Con el mismo sueño. Pero siempre recordando a esa pequeña niña.