CAP 3: PREGUNTAS

21 4 0
                                    

Había pasado una semana desde que Eungyeong descubrió que los chicos populares de su escuela eran vampiros. Durante esos días, los rumores comenzaron a esparcirse. Algunos estudiantes murmuraban que tenía una relación con Jake, mientras que otros decían que estaban a punto de comenzar una. Esto, porque los habían visto juntos tanto en la fiesta como en la escuela. Además, Eungyeong tuvo que inventar una excusa para su amiga Ning Ning, quien había estado muy curiosa por saber qué había pasado aquella vez con Jake. No podía decirle la verdad, así que la mantenía a oscuras, con una creciente culpa que la inquietaba.

A pesar de que Eungyeong había descubierto el gran secreto de los chicos, no había hablado con ellos en toda la semana. La única excepción fue Riki, pero sus intercambios fueron breves y no pasaron de simples saludos como compañeros de clase. Este distanciamiento la hacía sentir extraña. ¿Por qué no intentaban acercarse? Tal vez ellos también estaban siendo cautelosos, como si supieran que cada interacción sería observada de cerca por todos en la escuela.

Esta situación aumentaba su ansiedad. Su mente no dejaba de formular preguntas sobre los vampiros:
¿Son como los vampiros comunes?
¿Por qué no consumen sangre humana?
¿Toda su familia es vampira?
¿Hay más vampiros en la escuela?

Las interrogantes se acumulaban en su cabeza hasta que decidió que era momento de aclararlas. Después de pensarlo mucho, resolvió que lo mejor era hablar con los chicos. Al final de clases, aprovechó la oportunidad para quedarse sola, mintiéndole a Ning Ning sobre unos supuestos asuntos académicos. Aunque su amiga insistió en quedarse con ella, una segunda mentira la convenció de irse.

Una vez que estuvo sola, Eungyeong se dirigió directamente a Riki.

—Hola —lo saludó, un poco nerviosa.

—Hola —respondió él, con una sonrisa despreocupada.

—¿A qué hora salen tus hermanos?

—Ya vienen para acá. ¿Para qué los necesitas? —preguntó, inclinando ligeramente la cabeza.

—Quería hablar con todos ustedes —dijo Eungyeong, bajando un poco la voz—. Tengo algunas preguntas sobre... bueno, sobre los vampiros.

Riki rió suavemente y se inclinó hacia ella.
—Oh, eso. No sé si ellos estén dispuestos a responder preguntas... —comenzó a decir, pero viendo la expresión de Eungyeong, añadió—. Pero yo puedo contestar todas tus dudas si quieres.

Los ojos de Eungyeong se iluminaron ante la oferta.
—¿En serio? ¡Eso sería genial! ¿Te parece ahora?

—Claro, hay un parque cerca. Podemos ir a hablar con tranquilidad. Solo déjame avisarles que no me iré con ellos.

Sentados en una banca del parque, Eungyeong y Riki disfrutaban de un helado. El parque estaba relativamente vacío, solo unos cuantos niños jugaban en los columpios. El ambiente era relajado, aunque la mente de Eungyeong bullía de curiosidad.

—Gracias por el helado, pero no era necesario —agradeció Eungyeong, sonriendo.

—Claro que sí —replicó Riki—. Con este calor, algo frío es esencial.

Eungyeong lo miró, observando que seguía con su uniforme completo, incluyendo el saco.

—¿No tienes calor con el saco puesto? —preguntó con curiosidad.

—No te preocupes, estoy bien así —respondió Riki, encogiéndose de hombros. Luego añadió—: Bueno, ahora sí, pregúntame lo que quieras. Soy todo oídos.

Eungyeong vaciló un poco, pensando por dónde empezar.
—Son muchas preguntas —admitió—. ¿Qué tipo de vampiro eres?

—Somos mitad vampiro, mitad humano —explicó él con tranquilidad—. Por eso no nos afecta el sol y no necesitamos consumir sangre humana.

SANGRE PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora