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Destrozada, , esa era la única palabra en el mundo que podía al menos acercarse a lo que estaba sucediendo dentro de mí.

Estoy dañada, un poco cansada... Una versión de Bukowski sin tantos vicios, pero si con un vacío que segundo a segundo crecía más , se hacía más grande y podía hundirme.

Los sueños se escapan de mis manos, no hay una pizca de esperanza, estoy fracturada, es como sentir que destrozan mis huesos...

La brisa me golpea el rostro con fuerza, y saboreo mis lágrimas.

Recuerdo esos pequeños fragmentos de la vida en los que libremente pude ser feliz, e intento aferrarme a ellos como lo único que podría mantenerme cuerda en este infierno.

SHATTEREDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora