Capítulo 1. La nueva

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 — He vuelto —

Las campanas sonaban por todo Magnolia, la ciudad cambio su forma característica y el gremio estaba de fiesta, eso solo podía significar una cosa, el mago más poderos Fairy Tail había regresado a su hogar.

— Gildarts, me alegro que hayas vuelto hijo mío, aunque... no entiendo con qué cara, te fuiste apenas te dije que serias maestro. — Un anciano se quejaba sentado en la barra.

— Lo siento maestro, sabes que no soy bueno para eso... por otro lado — el hombre se quedó en silencio por un momento. — Te traje un regalo.

Todos en el gremio se detuvieron para observar a aquel que era como un padre para ellos, que podía llegar a traer aquel mago para compensar sus acciones.

— Vamos, ya sal, nadie te hará nada — Una mujer de cabellos azules salió de detrás de la espalda de Gildarts.

— Juvia sabe que no le harán nada, Juvia no tiene miedo pero a Juvia no le gusta ser el centro de atención. — Finalmente la mujer hablo y dejo salir su tierna voz.

— Vamos, vamos, preséntate — Gildarts gritaba mientras golpeaba la espalda de su compañera.

— Mi nombre es Juvia Lockser y soy... —

— Es una maga elemental, muy raro ¿No? No solo eso, sino que su elemento es el agua, más raro ¿No? ¿No? — El mago más fuerte era el más emocionado de todos.

— Gildarts, no me digas que tu.... Te casaste con una niña... — Laxus hablo, pero aquellas palabras expresaban el sentimiento de todos. Erza ya estaba agarrando una lácrima para llamar al consejo y denunciar al pervertido.

— ¿Qué? ¡No! — El mago se rasco la nuca — ella seria, como la hermana de Cana. —

— ¿Tienes otra hija? — Esta vez la maga nombrada fue la que chilló

— Etto, no... — el mago más fuerte ya no sabía cómo explicar la situación.

— Gildarts-san encontró a Juvia en un pueblo lejano hace tres años. — esta vez la peli azul dio las explicaciones. — Juvia estaba muy lastimada y enferma, Gildarts-san salvo a Juvia y desde entonces la ha entrenado, aunque sin previo aviso, él la trajo aquí. —

— Para que seas una maga de Fairy Tail. —

—Juvia no quiere pertenecer a ningún gremio...no otra vez — aquellas palabras fueron murmuradas por la maga elemental.

— Gildarts... no puedes obsequiar una persona. — sentencio el maestro.

— Es una forma de decir, tengo que hacer misiones clase SS y ya no puedo seguir llevando a Juvia a todos lados, la podrían lastimar, por eso la quiero dejar aquí, con mi familia. — comentó el mago.

Juvia suspiro, entendía porque hacia eso pero aún no estaba lista para abrir nuevamente su corazón.

— Mu...mujer — un muy sorprendido DS de hierro se hizo paso entre todos los miembros.

— Ga...Gajeel-kun — La reacción de la mujer de agua era igual que la del muchacho. —

Al final te uniste a un buen gremio ¿Eh? —

— Y tú pudiste escapar. —

Ambos jóvenes se dieron un fuerte abrazo, Gildarts lloraba mientras los demás miembros trataban de calmarlo.

— Espera, espera, espera. Me estás diciendo que esta mujer fue entrenada por Gildarts ¿No? — Interrumpió Natsu — Quiere decir que es fuerte. Oye tu ¡Pelea conmigo!

Juvia dio un paso para atrás algo asustada, ya había escuchado historias por parte de su maestro.

— Natsu...espera. — grito Lucy pero era tarde.

Continuara...

La alumna de GildartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora