Mitsuya se encontraba encerrado en un cubículo del baño de su escuela, en cualquier momento patería la puerta hasta romperla, porque estaba molesto, muy molesto.
—No me puedes hacer esto. Maldita sea Peh-Yan, ¿de dónde carajos voy a sacar otro modelo?
¡De verdad lo siento Takashi! Pero me surgieron unas cosas y no voy a poder quedarme hasta tarde en la escuela — decía el chico de cabello castaño desde el otro lado de la línea. Se sentía mal por abandonar a su amigo de esa forma, después pensaría cómo compensarlo.
El de cabello lila ahogó un grito. El año escolar estaba por terminar y los proyectos finales caían como lluvia, su club de costura no fue la excepción. Para demostrar todo lo que aprendieron ese año a la profesora se le ocurrió la magnifica idea de hacer una pasarela, cada alumno haría tres prendas diferentes.
¿Qué se creía esa señora? Estaban en una escuela donde a duras penas había papel en el baño, no en Milan Fashion
Hacer tres prendas diferentes con tan poco tiempo era todo un reto. Y claro para complicarse más al señorito se le ocurrió experimentar con hombres. Y no, no habla de sexo, malpensados. Después de haber confeccionado y diseñado infinidades de vestidos se había hartado de las medidas femeninas, quería conocer las medidas de un hombre y jugar con la tela, probar diferentes estilos, diferentes cuerpos. Quería renovarse totalmente
Y sobre todo, quería un hombre alto, delgado y con una buena espalda.
Después de haberle preguntado a todos los hombres de la escuela si querían ser su modelo y haber sido rechazados por todos. "Iy cimi viy i pirticipir in ini pisirili, is piri mijiris" Huevos, malditos hombres con masculinidad frágil", Peh Yan fue su única opción.
Peh Yan era su esperanza. ERA, porque ahora lo único que quería era patearle el trasero. Masajeó el puente de su nariz, buscando tranquilizarse, el doctor ya le dijo que se iba a quedar calvo si seguía enojandose por todo.
—Mitsu, perdoname por favor, te prometo que voy a encontrar a alguien que quiera ser tu modelo. —Peh Yan intentó negociar, todavía quería seguir vivo por más tiempo. —Para mañana ya tendrás un modelo nuevo, ¡y puede que tan guapo como yo! ¿Eh, eh, qué dices?
—Tienes hasta hoy antes de que terminen las clases, sino puedes ir despidiéndote tus minis Peh Yan. — dijo furioso antes de colgar
—¡Mitsuya, ¿de dónde voy a conseguir a alguien en tan poco tiempo!? ¡Mitsuya! —muy tarde, el chico de cabello lila ya le había colgado
El joven de cabello lila esperaba pacientemente en la puerta del club de costura mientras comía unas papas con chile, seguramente le daría gastritis, pero no podía importarle menos. El tiempo pasaba y su molestia iba creciendo cada vez más, Peh Yan llevaba un retraso de 25 minutos.
El sonido de las máquinas de coser solo lo impacientaba más, sin darse cuenta comenzó a mover su pie, yendo al compás del reloj. Ni siquiera tenía algo planeado, bueno, alguna que otra idea sí, pero no era suficiente, ultimamente todo lo que hacía no se sentía suficiente. Él mismo no se sentía suficiente
De lejos, corriendo por los pasillos se vio una cabellera castaña, a su lado otra de color azul.
Conforme eso dos se acercaban Mitsuya pudo apreciar mejor al chico que iba junto a su amigo. Alto, complextura delgada, cabello azul y al parecer un pendiente en su oreja derecha, parecía pesado.
—Dioos...es-espera, deja recupero el aire. —dijo Peh Yan mientras se apoyaba en sus rodillas, inhalando y exhalando de manera exagerada.
Una mano le dio una gran palmada en la espalda, el pobre chico de cabello castaño ahogó un quejido. —¡Ni siquiera corrimos tanto, estás fuera de forma!
Mitsuya carraspeó, llamando la atención de los dos. El chico alto y de cabello azul lo miró de arriba a abajo, una traviesa sonrisa se formó en sus labios. —¿Este es, Peh Yan?
—Si, él es...
—¡Hakkai Shiba! Para servirte, guapo.
El recién presentado le guiñó el ojo a Mitsuya, ahí pudo darse cuenta que sus ojos eran del mismo azul que su cabello, ni siquiera se molestó en responderle. Comenzó a dar vueltas alrededor de él, pellizcando el abdomen ajeno, Hakkai se sobresaltó
—Te salvaste Peh Yan, es justo lo que buscaba. Tú, pasa y espérame en la mesa del fondo, ten cuidado de no tirar nada
El más alto acató la orden, desde afuera se podía escuchar los murmullos de la gente. —Buenas tardes, con permiso.
Todos se callaron y dejaron lo que estaba haciendo para centrar toda su atención en el joven que había entrado. Poco a poco los murmullos volvieron a inundar el salón, solo que esta vez giraban alrededor de Hakkai
No quiso darle importancia, pero se sintió incómodo. Quería hacerse la idea de que todos lo miraban porque era guapo, pero hasta él sabía que era mentira, sabía por qué lo miraban, en parte ya se había acostumbrado, pero hey, no por eso deja de ser incómodo. Para distraerse comenzó a examinar las cosas que había en la mesa, una pequeña libreta, lápices de colores, telas, telas, agujas, telas, una caja de jugo vacía, y más telas.
No pudo contener su curiosidad y ojeó la libreta. "Propiedad de Takashi Mitsuya y..." —Quién sabe quién sea, a ver. — La mayoría de los dibujos estaban tachados con un marcador negro, algunos incompletos, todos eran de ropa, algunas texturas y cuerpos.
—¿Qué haces?
—Mierda. —Hakkai soltó la libreta, tirándola al piso. —¿Tú quién eres?, ¿no te han enseñado a sonreír o por qué tan mala cara traes? Te pareces a un amigo mío
—¿Y a ti no te han enseñado a no tocar las cosas que no son tuyas? —dijo antes de agacharse para levantar su libreta, de su bolsillo sacó una cinta para medir. — Párate recto y no te muevas.
—Oye, oye, ¿qué estás haciendo? Todavía ni nos conocemos y ya me estás toqueteando, vas muy rápido
Hakkai dio vueltas, dificultando el trabajo de Mitsuya, este último se resignó a suspirar.
Peh Yan a quién me has traído
—Me llamo Takashi Mitsuya y necesito que te quedes quieto para tomar tus medidas
—¡Eso hubieras dicho antes querido amigo!
¿Amigo? Este chico agarraba confianza rápido
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Te quiero [Mitsukkai]
FanficHakkai es ruidoso y libre Mitsuya es callado y carga con un peso de su pasado Porque están a un te quiero de estar juntos Créditos de la imagen a su respectivo autor Los personajes le pertenecen a Ken Wakui