Wonyoung y Yujin son enemigas crónicas desde pequeñas, por ende sus grupos de amigas también se enemistan.
Kim Minju es la definición de torpe mientras que Kim Chaewon es la señorita perfecta de la escuela, mala suerte a su perfección que se vio afe...
Narrador omnisciente. Chaewon había terminado su momento con el inodoro.
Salió del cubículo y Justo en ese momento la puerta principal del baño se abrió.
— Dios, no me debería haber comido eso.— La persona que entró murmuró. — Ostias, Jo Yuri.—
La persona que entró era Choi Yena.
— ¿Que tal?, ¿Como andas?— Yena habló.— Veras estoy... con muchas ganas de usar el sanitario así que permíteme.— Intento verse inteligente y cool ante la genio Jo Yuri.
Dicho eso entró a uno de los cubículos y... no se escucharon sonidos muy lindos.
Chaewon al escuchar no aguanto más y vomitó de nuevo.
— ...— Yuri estaba por imitar a Chaewon.
Luego Yena salió.
— Dios, me siento resucitada.— Vio a Yuri. — Ehh... hay un poco de olor así que te recomiendo no entrar, jeje.—
Yuri asintió despacio y con un semblante indescifrable.
— Eres muy linda, ¿Por que no me pasas tu número?—
— Y... la verdad...que no quiero.— Dijo honesta.
— Mira que te perdes de estar con un bombonazo, como lo es Choi Yena.— Se halagó a sí misma.
— No se si ponerme triste o feliz por eso.—
— ... ¿Queres ir a una cita conmigo?— Yena preguntó.
— No, gracias, quizás Chaewon unnie quiera.— Yuri respondió.
Chaewon salía perfecta del cubículo aunque lo que había hecho en él no era tan perfecto.
— ?— Yena se notó confundida.— ¿Esa no es la sudadera de Min?, ¿Se la robaste?, hija de perra.— Yena se abalanzó hacía Chaewon.
— ¿Eh?, ¿De que hablas?, ¡Ella me la dio!, ¡Cálmate bestia!— Chaewon logró apartarla de su espacio personal y limpió el "polvo" de la sudadera con la mano.
— Hmm, no creo, es su favorita, no se la daría a una feúcha como vos.— Yena dijo.
— Uy no... cagaste— Yuri murmuró.
— ¿Como me dijiste?— Chaewon espero haber escuchado mal.
— F E Ú C H A, feúcha, la más fea.— Yena la provocó.
— ... jaja...jajajajajajajajajajaja.— Chaewon se empezó a reír maniaticamente. — Escúchame bien, Choi Yuna.—
— Me llamó Yena, Kim Calzón.— Yena bromeó.
— Bueno, Choi, primero que nada antes de pelearte conmigo primero hacelo sin 6 kilos de mierda en tu estómago, segundo soy Kim Chaewon, la princesa de esta escolaridad que por muy buena que sea todavía hay desgracias como vos a la que cuando habla no se le entiende, salivas mucho, oles como a naranja descompuesta eres asquerosa y más, mucho más fea que yo.— Chaewon alistó.
— No bueno, nunca me habían insultado así.— Yena dijo.
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— E, nadie insulta a mi Yena así, perra rabiosa.— Una nueva voz resonó por el baño.
— Hyewon unnie.— Yena exclamó feliz de ver a su unnie.
— Mira, Kim, tengo muchos insultos guardados como para lanzárselos a una idiota como tú, mej-... ¿Esa es la sudadera de Minju?— Hyewon empezó.
— ¿Por que todos se fijan en la sudadera?— Chaewon preguntó irritada. — Ella me la dio, ¿Bien?—
— Hmm, no te creo, devolvela.— Hyewon dijo.
— No, hace frío, si no me quieres creer tampoco me importa.—
— De verdad se la dieron.— Yuri habló.
— Entonces te creó Kim.— Yena puso su mano en el hombro de Chaewon dando a entender que confiaba en ella, fue fácil de convencer.
Chaewon apartó su mano delicadamente.
— Yo no te voy a creer hasta que venga la mismísima Minju a confirmármelo.—
— Llámala entonces, más fácil.— Yuri dijo.
— Minju nunca usa el celular en la escuela.— Yena dijo.
— Algo que Chaewon nunca podría.— Yuri comentó.
— La escuela no lo prohíbe.— Chaewon se defendió.
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