Capitulo 03: Una historia del pasado

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Pov Narrador

[6 AÑOS ATRÁS]

Dentro de una gran sala de color blanco, con el suave olor a bebé impregnado yacían en silencio varios bebés con los ojos cerrados, todos en sus respectiva cunas frente a un gran vidrio hecho para que los visitantes pudieran ver a su bebé.

"Ese es Haru, allí está" La voz grave de un hombre hizo eco en el pasillo ubicado del otro lado del vidrio de la sala donde se ubicaban los bebes, el hombre apuntaba con su dedo a un bebe en particular ubicado en la segunda fila "mi hijo está allí" en la cara del hombre había una sonrisa inmensa que reflejaba la emoción que sentía al ver a su bebe en la pequeña cuna.

"Solo tienes que recordar una cosa David" una mujer rubia con grandes atributos llamo al hombre de cabellera rojiza que estaba pegado al vidrio "Haru no es solo tu hijo, yo soy la madre después de todo"

"No tienes que enfadarte Lailah, claro que se que es nuestro hijo y no solo mío" el hombre que respondió al nombre de David, dejo salir una sonrisa llena de felicidad mientras cruzaba sus musculosos brazos por la cintura de Lailah, ella se sonrojo tanto que solo pudo cubrir su rostro para evitar las miradas curiosas al mismo tiempo que dejaba salir un grito tímido de sus labios.

El pasillo del hospital se sentía vivo al tener a la pareja en el lugar, cualquiera que los mirara solo sonreiría, David un hombre de contextura gruesa con músculos por todos lados, una larga cabellera de color rojo con algunas puntas de color dorado mantenía una sonrisa llena de emoción, incluso aunque su aspecto evidenciaba su fuerza también demostraba cierta elegancia.

Por otro lado en los brazos de David, estaba su esposa Lailah, una mujer rubia de una candente figura pero al mismo tiempo elegante. Una mujer que solo podría ser descrita con la palabra 'Diosa', ella quien en ese momento se cubría su rostro con las manos mientras pedía a su esposo que la bajara.

"Ustedes dos, son tan animados como siempre, incluso en este momento... " la suave voz llamo la atención de la pareja desde un lado obligándolos a detenerse, ambos miraron al dueño de la voz.

"Gorou Miyara tu eres quien debería ser más activo, tu personalidad es demasiado blanda, vamos alégrate tu primera hija también vino al mundo.... casualmente el mismo día que mi hijo, esto solo puede ser el destino" dijo David reprochando la falta de energía por parte del nativo japonés de cabello corto y anteojos, un oficinista promedio si alguien requiere una descripción sencilla.

"Te lo dije querido, si querías hablar con David tenías que hacerlo técnicamente gritando" dijo una mujer de cabello castaño con la apariencia usual para una mujer japonesa, ella tenía una sonrisa en la cara girándose para ver al lugar donde estaban los bebés "Pero es cierto lo que dijo David, parece que fuera el destino"

"Ambos nacieron el mismo día, fueron puestos en la misma sala y uno a un lado del otro" dijo Lailah interrumpiendo el diálogo de la señora Miyara, ambas eran buenas amigas desde hace un tiempo más específicamente desde la llegada de Lailah y David a japón.

"Solo espero que ambos puedan llevarse bien cuando crezcan" dijo Gorou masajeando su frente preocupado mientras miraba a los bebés en el interior.

"No necesitas preocuparte, ellos serán como hermanos" David tenía confianza en su hijo de tal manera que podría llamarlo su más grande orgullo.

Ambas mujeres sólo pudieron reír escuchando el pequeño intercambio entre sus esposos, debido a cómo definen el futuro de sus hijos a sólo unos días de que hayan nacido.

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Rápidamente pasaron seis años volando en un abrir y cerrar de ojos, en ese tiempo Kaori y Haru se habían vuelto grandes amigos al punto de que podían llamarse hermanos, en la escuela siempre estaban juntos y los fines de semana se quedaban junto ya sea en la casa de Haru o en la casa de Kaori.

Haru ahora mismo tenía seis años, era un niño delgado con el cabello y ojos de color rojos al igual que su padre, tez de color blanco pálido al igual que su madre.

Kaori por otro lado era una dulce muchacha de cabellos y ojos oscuros al igual que sus padres, poco a poco creciendo como una fina dama digna de la sangre de su país.

La familia Allen era pequeña pero feliz, no hacía falta mucho para que pudieran pasarla bien debido a la personalidad de David la casa siempre estaba animada. Pero esa felicidad duró muy poco tiempo, fue una efímera felicidad.

Fue durante una noche tranquila y calmada cuando una llamada llego al teléfono de la residencia Miyara, quien tomo el teléfono para contestar la llamada fue Gorou "Residencia Miyara, diga"

"..." el silencio de Gorou llamó la atención de la familia Miyara

"¿qué sucede cariño, quién estaba en el teléfono?" preguntó la señora Miyara con curiosidad pero al ver el serio rostro de su esposo supo que algo realmente importante sucedió

"e-es, es David y Lailah" murmuró Gorou con un tono leve pero con una amarga tristeza, la señor Miyara solo pudo cubrir su boca al escuchar las palabras de su esposo.

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Gorou se dirigió rápidamente hasta la residencia de la familia Allen, la policía estaba rodeando el lugar, todo estaba cubierto con una cinta amarilla que impedía el paso.

Sin esperar nada Gorou bajo del auto y corrió hacia la casa, pasó la cinta y siguió corriendo, varios policías lo vieron y siguieron para detenerlo pero sus esfuerzos fueron inútiles, Gorou siguió sin detenerse abriendo la puerta de golpe.

"Ugh" se quejó Gorou gimiendo en voz baja mirando hacia el interior, el suelo estaba cubierto de sangre, sabía muy bien lo sucedido David y Lailah habían perdido la vida eso fue lo que los policías le avisaron por teléfono pero en ningún momento se refirieron a Haru, sabía que para la pareja Haru era lo más importante y por ello existía la posibilidad de que aún conservara la vida, oculto en algún punto de la casa.

Con la leve esperanza Gorou estaba de pie en la entrada de la casa de la familia Allen, la escena del crimen solo para buscar al hijo de sus amigos, al detenerse en la entrada quedó impactado, frente a él estaba el niño que reconocía.

Haru estaba de pie encandilado por la luz, cubierto de sangre desde su cabello hasta los pies. Garou dio pasos adelante lentamente se acercó hasta donde está el niño, las piernas de Gorou perdieron fuerza obligando a que Haru se arrodillara envolviendo al niño entre sus brazos mientras desde sus ojos escurren las lágrimas de dolor.

"Haru" murmuró Gorou preocupado pues Haru no dejaba salir ninguna palabra, no se movía de ninguna manera y no dejaba salir ninguna lágrima.

"No te preocupes hijo, ya estoy aquí, no dejaré que te suceda nada mas" murmuro Garou acariciando el cabello del niño con suavidad mientras este perdía el conocimiento levemente.

Desde el fin a un nuevo inicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora