Corpus

Principium exstinctio

De la noche a la mañana todo comenzó a morir, como si de un castigo divino se tratara, toda forma de vida no humana se encaminaba a su inexistencia, dejando atrás únicamente el peor error que la historia haya conocido;
La humanidad.

A este fenómeno lo bautizaron como el "post corpus". Al amanecer, la reacción de los diferentes gobiernos se pintaba de un torno carmesí, puesto que nadie podía explicar el fenómeno, parecía que la vida ajena a la humanidad simplemente había decidido jugarnos una cruel broma y su existencia se reducía al mero recuerdo de aquellos que vivieron el viejo mundo, el mundo perfecto.

Existían árboles, existían plantas, existía agua y existían animales. Pero ninguno daba fruto para que pudiera continuar su especie, los animales habían perdido su capacidad para reproducirse, las plantas lentamente morian sin dejar fruto alguno. El futuro era claro, todo moriría, excepto el ser humano. Parecía que esta "plaga" no podía afectarnos, los bebés seguían naciendo sin defectos, y los niños seguían creciendo perfectamente.

Inmediatamente los gobiernos se pusieron en estado de emergencia, y aconsejaban a sus ciudadanos a mantener la calma, ya que afirmaban que encontrarían la cura para esta situación.

No pasó mucho tiempo para que las personas comenzaran a pelear por la comida restante en los supermercados. Todos sabían que era el fin de la vida como la conocían y que la cantidad de recursos era finita en este punto, lentamente el caos reinaba, y la desesperación del hombre era su corona.