Capitulo 6

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Miami (Tres semanas después del último capítulo)

Jason terminó de revisar los archivos que le había enviado Dick sobre la planificación de la seguridad del próximo concierto. 

Todo parecía estar en orden. En realidad, no habían vuelto a tener ningún contratiempo desde el accidente del primer día, aunque no por eso iba a bajar la guardia. 

Según Trigon, tampoco habían vuelto a recibir más correos inquietantes o amenazadores (o, por lo menos, nada que destacase por encima del tono ligeramente obsesivo de algunos fans). Claro que no había podido comprobarlo personalmente, porque Trigon se había negado a darle permiso para revisar los correos que recibían.

Había insistido en ello (probablemente más de lo que bruce hubiese considerado recomendable) pero Trigon se había mostrado tajante e inflexible. Lo único que había logrado sacarle era la promesa de que le pasaría cualquier cosa que él considerase sospechosa, pero desde entonces nada de nada.

Todo esto era muy raro. Por lo que sabía, la gente que mostraba esa clase de actitudes obsesivas con algún personaje famoso, no lo olvidaban de un día para el otro. El hecho de que el acosador (o acosadora) de Rachel no hubiese vuelto a dar ninguna señal de vida en las últimas tres semanas era, cuanto menos inusual.

Existía la posibilidad de que el anterior equipo de seguridad realmente hubiesen sido unos ineptos y ahora, ante las mejoras en ese aspecto, el acosador se viese completamente incapaz de volver a acercarse tanto a Rachel, pero Jason dudaba mucho de que ese fuese el caso. Y, aunque lo fuese, eso no le impediría seguir mandándole correos o incluso cartas. De hecho, el no poder estar cerca de ella debería aumentar su obsesión y hacerlo más desesperado. 

Definitivamente algo en todo este asunto no encajaba. 

De no ser porque el propio Trigon había acudido personalmente a ver a Bruce, con esas fotos de Rachel, casi parecería cómo si ese acosador en realidad no existiese…

Alguien llamó a la puerta y, un par de segundos después, entró Rachel, con un par de tazas humeantes. 

“Hola” Lo saludó ella, con una amplía sonrisa “He pensado que te apetecería un café” 

“Gracias” Jason cogió la taza que le ofrecía y dio un sorbo. 

Rachel se sentó a su lado “¿Qué estás haciendo?” 

“Reviso la planificación de la seguridad, para el concierto de mañana” Le explicó Jason “¿Tu padre sigue aquí? Hay un par de asuntos que me gustaría tratar con él”

Rachel negó “Se ha ido hace cosa de media hora. No sé a donde, pero se ha llevado a todo el mundo con él. Estamos tú y yo solos” 

Jason la miró incrédulo “¿Disculpa? ¿No ha dejado a ninguno de sus m… de sus hombres por aquí?”

Rachel sonrió “Ibas a decir matones ¿verdad?” 

“No me cambies de tema” 

“No, no ha dejado a nadie. Te lo he dicho, estamos tú y yo solos” Rachel alzó una ceja “¿Acaso eso te incomoda?” 

“Lo que me incomoda es que no se molestase en avisarme de que se iba. O que me iba a quedar yo solo para vigilarte a ti y a toda la casa” 

En esta ocasión no se alojaban en un hotel, sino en una casa, cerca de la playa, en una zona residencial de lujo, que Trigon había comprado medio año atrás, con la intención de usarla para vacaciones, o cada vez que debían quedarse en Miami.

Everything To Protect HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora