One-shots Itanaru.

⎯ 13 ;; Mascota ♡ ๋

"Ella nunca podría entender realmente por qué estaba allí. Estaba claro que el Emperador no tenía ningún interés en ella ni en ninguno de los demás."

Itachi es un emperador.
Naruto es un espíritu zorro que no puede hablar.
POV de Sakura, una concubina.

[...]

Estaba sentado de nuevo en el regazo de Su Majestad, todo sonrisas y maullidos silenciosos mientras acariciaba el cuello del Emperador con su bronceada nariz. Una cola rubia y esponjosa se movía perezosamente de un lado a otro mientras los dedos largos y pálidos de Su Majestad rascaban suavemente detrás de las grandes orejas de zorro.

Su Alteza siempre estaba más tranquilo cuando su mascota estaba en su regazo. Condenó a muerte a menos personas y, de hecho, permitió que ella y las otras concubinas hablaran en voz baja mientras descansaban en la sala del trono mientras él dirigía el imperio todos los días.

Sakura siempre había sido un poco más inteligente que los demás. Siempre pasaban estos momentos lanzando miradas coquetas y riéndose suavemente del apuesto hombre que los poseía. Sin embargo, Sakura podía ver muy claramente por qué esos avances nunca funcionaron.

El Emperador no estaba interesado en nada que ella o los demás tuvieran que ofrecer. A todos se les dijo lo mismo el primer día aquí: "Su Majestad no te necesita. Si crees que puedes acercarte a él para tener una posición más alta en la corte, ríndete. Te matarán antes de que siquiera pienses en él un plan."

Eso había confundido mucho a Sakura. ¿Por qué estaban aquí si eran inútiles? Supuso que tenía mucho que ver con la tradición. Cuando el Emperador derrotó al anterior, los pueblos de todo el país enviaron automáticamente a su mujer joven más hermosa en edad fértil, como era costumbre cada vez que un nuevo gobernante asumía el trono. Rechazar una tradición tan importante se reflejaría negativamente a los ojos de los dioses. Las mujeres del harén no servían para mucho. Eran marcadores de lugar, adornos que decoraban el castillo imperial.

Era dolorosamente obvio que Su Majestad estaba enamorado de la criatura muda en su regazo, si la forma en que su comportamiento frío se derretía solo un poco cada vez que el rubio estaba al alcance de sus brazos...

El rubio besó suavemente la mejilla del Emperador mientras un anciano pedía un ligero aumento en la protección para su aldea del país vecino, que había actuado contra Su Majestad varias veces por pura envidia. Sorprendentemente, Su Majestad concedió la solicitud. Cuando el hombre mayor se fue, Su Alteza le ordenó a un sirviente, un frágil niño pelirrojo, "prepare mi juego, me siento aburrido".

Sabía lo que significaba el juego de ajedrez.

Sakura apenas logró atraparlo, pero los ojos del chico-zorro brillaron de color carmesí antes de volver a su habitual azul zafiro. Eso lo confirmó. Su país iba a la guerra.