ENIGMA

Capítulo #1🔪

Mi vida no era difícil, tenia dinero, tenia amigos, ¿Padres? Si, pero ellos estaban mas enfocados en sus compañías que en mí.

Mis amigos eran hijos de los socios de mis padres. No me sorprendió que cuando los conocí eran idénticos a mí, tenían dinero, pero sus padres no les prestaban atención.

Recuerdo perfectamente el día en el que tomamos la más estúpida decisión de nuestras vidas.

Si tuviera el poder de regresar el tiempo, diría una y mil veces NO a la propuesta de Caleb, pero como no tengo ese poder, solo me queda aceptar el destino, aceptar que quizás estábamos pagando algo muy grande, aceptar que, para sobrevivir en un mundo de lobos, tienes que invertirte en uno.

Esta es nuestra historia.

Emma Weber

Alejarnos de nuestros padres fue la mejor decisión que pudimos tomar, no hay regaños, no hay guardaespaldas, todo es perfecto.

El clima en nuestra ciudad era cálido, pero aquí es frio, la niebla cubre un poco la carretera, y a ambos lados de esta hay solo bosque, un inmenso bosque. Me pregunto si aquí es el lugar perfecto para hacer nuestra nueva vida, ya que nuestros padres nos dejaron "independizarnos" claro que ellos nos depositaran dinero, por que en este lugar no hay trabajo disponible.

La brillante idea de independizarnos salió de nuestro querido Caleb, y nuestros padres aceptaron gustosos, raro.

A mí me alegro la idea al igual que Laia, pero yo tenia en mente ir a Paris o España, pero no, a nuestro brillante Caleb se le ocurrió traernos aquí porque según el es un lugar donde hay playas y bares donde podríamos divertirnos, pero yo investigué y no, aquí no hay bares ni mucho menos playas, aquí lo que hay es frio y mas frio, les dije que en este lugar no hay playas y que empacaran ropa de invierno, pero claro que al idiota de Caleb no le importo y empaco solo ropa para verano.

– Emma tengo frio – la voz de Caleb me saca de mis pensamientos.

– Eres un idiota – se queja Laia en el asiento de atrás. – Emma nos dijo que empacáramos ropa para invierno.

– Si, pero a mí me dijeron que había playas y ¿sabes que es lo mejor de la playa?

– Nadar, comer, comprar ropa playera, recoger caracoles, ir en yate y co....

– NOO – la corta Caleb – Culitos, culitos bronceados, eso es lo bueno de las playas.

Suelto una carcajada al oír su comentario.

– Estas loco.

– No, eso se llama admirar el arte – se baja las gafas de sol y le guiña un ojo – y tu Emma, dame uno de tus preciosos suéteres, que me estoy congelando.

– Enserio, no empacaste ni un solo suéter – me quejo.

– Que no, coño de la madre. – se frota los brazos. – Acaso están sordas las dos, ya les dije que no empaque, ¡NO! Empaque suéter.

– Laia saca un suéter de mi mochila – le pido y luego le entrega un suéter gris a Caleb, quien se lo coloca y al fin ya no veo mas esa horrible camisa de flores rojas y rosadas que de fondo tiene amarillo.

– Gracias, yo sabia que eras buena persona – se lleva una mano al pecho.

Ruedo los ojos.

– ¿Cuánto falta para llegar? – pregunta Laia.

– Como unos 15 minutos. – hablo.

– GRACIAS DIOS – grita Caleb con la cabeza afuera del carro.

– Pero que ases imbécil, ¡TE VAS A DESNUCAR! – trato de jalarlo del suéter, pero no puedo porque estoy al volante. – METE TU CABEZOTA ADENTRO. – ordeno.

– SUCIA – grita.

– CALEB ES ENSERIO – Grita Laia con las manos en la cabeza, asustada y es que el idiota acaso no ve los que los árboles pasan a centímetros de su cara.

A pesar de nuestros gritos Caleb no hace caso, y no me queda de otra, mas que frenar.

Una muy, pero muy mala idea.

Lo que veo es el volante y luego mi cara se estampa en este, levanto la cabeza de inmediato y lo que veo es el cuerpo de Laia y medio de mi asiento y el de Caleb, me asusto cuando veo el asiento de Caleb solo.

– ¡Laia! ¿Dónde esta Caleb? – Pregunto asustada.

– ¡Estoy aquí! Salgo del auto lo rodeo y ahí esta Caleb en el suelo.

– ¿Estas bien? – me agacho a ayudarlo.

– Que, obvio que estoy bien – lo logro poner de pie, sus gafas de sol están rotas y tiene una cara de "La marihuana mi vida".

– wow, que hermoso lugar – da vuelta, admirando la "vista".

– ¡EMMA! – grita Laia – ¡MI CABELLO SE ENREDO EN ALGO Y NO PUEDO PARARME!

–¡TRANQUILA, YA VOY! – contesto.

–¡¿QUIEN ES VOY?! – grita Caleb.

– Quédate aquí, no te muevas. – Ordeno.

Voy donde Laia y le ayudo a desenredarse, pero no se puede.

– Laia, querida, sé que amas mucho tu cabello – le sobo la espalda. – Pero tenemos que cortarlo.

– ¡NOOO! – se exaspera. – Mira, yo puedo vivir así, pero jamás podre vivir si cortas mi hermoso cabello, ok.

– Lo lamento.

– Que, no, no, EMMA NOOO – Grita, pero tengo que hacerlo, por su bien.

– Esto parece Crepúsculo – escucho que dice Caleb. – ¡¿DONDE ESTAS MI ALICE?!

Cojo una tijera de la guantera, y corto un pequeño mechón castaño de Laia.

– Ya está. – le ayudo a sentarse.

– Fue por mi bien, fue por mi bien, fue por mi bien. – susurra.

Salgo del auto y voy a jalar a Caleb para que entre al auto. Ya cuando todos estamos más o menos bien, pongo en marcha el auto.

– Acaso no podemos tener un viaje normal – Se queja Caleb, Laia y yo lo vemos como si estuviera loco.

– SI, en especial si uno de nosotros se pone a gritar con medio cuerpo afuera mientras el auto está en marcha – hablo – Oh y que además está ciego porque no ve que los palos pasan a centímetros de su cara.

– Me culpas a mi – Se lleva una mano al pecho ofendido. – Pues no fui el que freno como mamá loca.

– Al menos yo si empaque ropa para invierno – Me defiendo. – Ah si, pues al menos yo no....

– YA BASTA – nos grita Laia. – Parecen niños de primaria, Emma tu maneja y Caleb, ten – le pasa unas gomas.

La observo por el espejo. – y a mí.

– Cuando lleguemos te daré las tuyas.

– Bien.

Pasados unos diez minutos veo un cartel con el nombre del pueblo. Joder, que creatividad, el cartel tiene de fondo un color negro y las letras tienen un color blanco, esta sostenido por dos hierros que están mas viejos que mi sugar.

– Creo que hemos llegado. – frunzo el ceño al ver el lugar.

– Según esto, nuestra casa esta en el centro del pueblo. – Habla Laia.

– Definitivamente esto no tiene playa. – se queja Caleb. – Aun tenia esperanza.

Que preciosa vida nos espera.

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EA Aquí está el primer capítulo, espero que les guste.

Las cosas se van a poner mas buenas.

Si hay un error ortográfico, les pido disculpas, cuando termine la historia voy a corregirlos.