El mago en mi casa

Capítulo 19 : Hombre de familia Svizzero

Harry sonrió al ver a Avellino jugar con Aren. Aren intentaba caminar sin caerse y Avellino lo sujetaba.

-Sí, ese es el niño de papá. Ahora vamos, vamos a desayunar, de lo contrario, papá se va a enojar con nosotros -dijo Avellino.

"Tú eres el padre divertido, ahora, ¿verdad?" preguntó Harry.

Avellino sonrió.

"¿Por alguna casualidad desconocida eres pariente de Draco?" preguntó Harry.

"Sí, es mi cuñado", dijo Avellino.

"¡Jajaja, gracioso! Creo que podrías haber tomado prestado tu sentido del humor de Ronald", dijo Harry.

"Lo hice", dijo Avellino.

"Bien, conseguí un trabajo. Quiero decir, me están ofreciendo un puesto en la policía italiana. Lo había solicitado hace mucho tiempo", dijo Harry.

-No -dijo Avellino-.

Harry lo miró.

"No estás trabajando", dijo Avellino.

"¿Vas a ser el monarca conservador conmigo?" preguntó Harry, bromeando sabiendo que ese no era el caso.

"No, no te voy a mirar mientras vas y haces lo que odias", dijo Avellino.

"Bueno, no odio el trabajo. Solo me necesitan como asesor y bueno, ¿qué es ahora? Tú eres el que hizo hincapié en cómo estoy desempleado y holgazaneando. No lo hago". quiero que me llamen enredadera", dijo Harry.

"Al principio era cierto, Harry. Eso fue antes de que te conociera y una vez que lo hice, ambos sabemos que solo era una broma de mi parte. Está bien, tal vez solía preguntarme. Pero, ahora, creo que ya lo has hecho todo". puedes por esta vida. Es hora de descansar y a mí y a Aren definitivamente nos gustaría verte en casa más que en cualquier otro lugar. Pero, si estás realmente interesado, puedes trabajar ", dijo Avellino.

Harry frunció el ceño. Pero se levantó y se sentó al lado de Avellino y lo abrazó.

"Realmente no quiero ser Auror. Pero tienes razón, trabajar es importante, si no fuera por el dinero. Si hubiera sido un bot más comprometido, no habría dejado que mis pensamientos inseguros me dominaran y nos lastimaran". ambos a la vez. Debería hacer algo", dijo Harry.

Avellino lo miró.

"Harry, yo era un snob idiota que no lo sabía mejor cuando me burlé de ti sobre el trabajo. Si alguna vez encuentras algo que realmente quieras hacer, ¡está bien! O no te molestes", dijo Avellino.

Harry solo lo miró. Se han perdonado unos a otros. Han pasado dos semanas desde que Harry despertó del coma, tanto tiempo desde que Avellino dejó oficialmente la mafia. Dentro de un mes, Avellino tomará el lugar de Dempse como monarca de Italia o al menos eso es lo que Dempse insistió, pero Avellino aún no ha dicho que sí.

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"¿Harry?"

"¿Mmm?" preguntó Harry mirando hacia arriba desde donde estaba su cabeza en el pecho de Avellino.

"¿Por qué mataste a mis enemigos?" preguntó Avellino.

Harry se quedó en silencio durante algún tiempo. Había mostrado todas las cosas después de que se hiciera su unión con Avellino.

"La semana de nuestra boda, estaba investigando sobre ti y las personas que eran el peligro inmediato para ti no eran santos. Eran magos oscuros o mafiosos que quitaron vidas inocentes e hicieron mucho más. Entonces, sí. Tengo, " dijo Harry.

"¿Por qué no me dijiste?" preguntó Avellino, no muy sorprendido. Harry siente algo por proteger a la familia.

"Sabía que no te gustaría. Te lo dije ahora mostrándote los recuerdos porque odiaría tener secretos entre nosotros o nunca los tendría", dijo Harry.

"Hmm. Gracias. Me alegro de que me hayas mostrado estos recuerdos", dijo Avellino honestamente.

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Harry puso los ojos en blanco al ver a Aren jugar con el cabello de Avellino, tirando de él.

"Deja el cabello de papá en paz", dijo Harry.

"Sí, a los dos les gusta demasiado mi cabello. Mi hijo se lo quita y a ustedes les gusta pasar la mano por él. Debo tener un buen cabello", dijo Avellino.

Harry miró al hombre y le dio un manotazo en la cabeza.

"Cállate. Ahora pensé que íbamos a White Lantern", dijo Harry.

"Sí, vamos campeón, vamos a comprar un rato", dijo Avellino.

La familia de tres llegó al distrito comercial mágico. Había pancartas en todas partes ya que estaba cerca del período de reapertura de la escuela. Consiguieron ropa nueva para Aren, que estaba creciendo muy rápido. Luego consiguieron cosas para el propio Avellino.

Avellino insistió en comprarle a Harry un guardarropa nuevo también y luego fueron a la librería, compraron algunos buenos libros nuevos y algunos libros de cartas para Aren y siguieron con el almuerzo. Después del almuerzo, fueron a una tienda de mascotas solo para mostrarle a Aren los alrededores cuando Harry se compadeció de un búho herido que nadie podría comprar y Avellino gimió por dentro mientras asentía con la cabeza para comprar el búho. Estaba tan azotado por esos dos. Los ojos de cachorrito que le envían siempre funcionan, siempre.

La dueña de la tienda le sonrió a sabiendas.

"Su Alteza, todos haríamos mucho por nuestras familias. Es algo de lo que estar orgulloso", dijo la anciana y Avellino, quien se sorprendió de que lo reconociera, asintió.

"Todavía recuerdo la vez que tu mamá te trajo aquí para tu primera mascota. No te preocupes, ustedes tres son lo suficientemente irreconocibles con las gorras y las capuchas", le dijo a Avellino y Harry lo miró y tomó su mano mientras salían de Madam. La tienda de mascotas de 227 años de antigüedad de Tiberthy.

Harry se iluminó como un árbol de Navidad cuando llegaron a la tienda de deportes. Compró tres escobas nuevas, la tercera era una en miniatura y Avellino estaba seguro de que terminaría volando en la escoba en su recinto y más allá.

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Avellino quería una parada en Gringotts. Entraron y él bajó a su bóveda y no había nadie que detuviera al monarca y la familia, excepto para ofrecer ayuda, lo que la familia rechazó cortésmente, al menos Harry lo hizo.

Las bóvedas de Avellino tenían piso propio y Harry estaba ocupado meciendo a Aren mostrándole el piso y la arquitectura. Avellino estaba demasiado silencioso, lo que llamó la atención de Harry. El hombre estaba mirando una caja que yacía inofensivamente sobre la mesa.

Harry entendió lo que era.

Avellino estaba a punto de intentarlo cuando Harry lo agarró del brazo.

"Tómalo solo si realmente quieres, no solo por nuestro bien", dijo Harry asintiendo para sí mismo y para Aren.

"Lo tomo por tu bien. Pero eso no significa que no lo quiera", dijo Avellino y abrazó a Harry y Aren cerca de él.