Him

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Habían pasado unos pocos días y Brian se encontraba despertando de una horrible resaca y su cuerpo se sentía algo pesado, enseguida supo que lo que necesitaba eran pastillas, pero eso lo haría dormir más y ya había dormido 48 horas no seguidas, por lo que sería alevoso dormir más.
El rubio se sentó lentamente en el borde de su cama y tomó su celular. tenía 10 llamadas perdidas de Charlie, las cuales no contestaba por qué casi nunca estaba sobrio o 100% lúcido.
El joven decidió que ese día tampoco iba a salir, claro, eso hasta que su decisión fue interrumpida cuando tocaron la puerta de su casa.
-¿Quien es?- Gritó de mala gana
-¡Soy yo, Anita!- Brian sintió un fuerte dolor de cabeza de repente, pero se vio obligado a hacerla pasar.
-¿Tienes hambre? Te traje un sándwich- La rubia sacó una tupper de su bolso
-Gracias, estoy demasiado gordo- A ella le preocupó un poco ese comentario, ya que el estaba demasiado delgado, en un extremo algo exagerado, por lo que decidió insistir
-Tienes que comer algo, Bri-
-En primera, me llamo Brian y en segunda, no quiero comer, quiero verme delgado-
-Ya eres delgado, tú cuerpo es lindo y necesitas nutrientes- Hubo un momento de silencio
-Eres hermoso, Brian- El rubio la miró -Que lastima que no puedas verlo- El jóven miró hacia abajo otra vez
-¿Entonces por qué Charlie no quiso hacerlo conmigo?-
-¿De que hablas?- Se dió cuenta de que habló de más
-Yo.. nada, no está en tus asuntos, tranquila-
-Eres muy confuso.. jamás podré entenderte- Anita tomó su bolso y se dirigió a la puerta, no sin antes mirarlo -Solo come algo ¿Si?- La rubia se marchó.
Brian lo pensó un momento pero sin dudas tenía mucha hambre, por lo que abrió el tupper y algo dudoso empezó a comer despacio el sándwich que su amiga le había preparado, entre mordida y mordida le iba gustando cada vez más el sabor.
Al terminar de comer, lavó el tupper y lo guardó, para luego sentarse en la mesada de la cocina con su celular en mano, con el cual llamó a Charlie sin pensarlo 2 veces.
En menos de 20 minutos, Charlie ya estaba en la cama con Brian dándole pequeños besos en los labios, de vez en cuando mordiendolos suavemente.
-Te extrañé..- Brian puso una sonrisa tierna
-Yo más, enano- Ambos rieron y el mayor siguió besándolo con delicadeza
-Amo como besas- Charlie le acarició el mentón con suavidad y volvió a besarlo.
-¿Cómo haz estado?-
-Bien ¿Tú?-
-Bien- El más bajito sonrió mientras que jugaba con la corbata del mayor
-A ella no le importa que pases tiempo conmigo ¿Verdad?-
-De hecho.. No sabe que estoy aquí-
-¿Que?-
-Brian, no puedo decírselo así de la nada ¿Okay?-
-¡Claro que puedes!- Dijo algo molesto
-¡Pero no es fácil!- Charlie contenía su llanto
-Tienes que decirme que pasa, Charlie-
-Solo.. no sé cómo reaccionarían los demás..-
-Los demás no importan-
-Además Shirley me echaría de la casa y no tendría a dónde ir..-
-Podrías vivir conmigo, seríamos felices-
-Lo se.. aún así, no puedo aceptarlo.. Me da..- El castaño claro sollozó -Demasiada vergüenza, mi familia estaría decepcionada de mi-
-Cariño..- El rubio lo miró a los ojos
-Pase lo que pase, si todos te dejan de lado o lo que sea yo seguiré estando contigo, jamás me iría- El mayor seguía algo cabizbajo
-Si quieres puedes vivir aquí, sería hermoso-
-¿Harías eso por mí?-
-Claro que si, amaría vivir contigo-
-Yo.. Lo pensaré- Brian le dió un piquito breve
-¿Te quedas conmigo esta noche?-
-Obvio, lindo- El rubio sonrió
-Te amo- Se abrazaron dulcemente quedando así durante varios segundos.
Charlie no tardó en romper el hielo besándolo con cariño mientras que lo tomaba de la cintura y poco a poco el se sentaba sobre su regazo sin despegarse un solo segundo del beso en lo que el castaño claro le bajaba con suavidad la calza dejando solo las prendas de arriba.
El rubio se empezaba a mover muy despacio sintiendo las manos del más alto apretando sus muslos.
-Lo haces demasiado bien- Charlie habló relajado.
Al día siguiente, Brian abrió lentamente los ojos e hizo una sonrisa breve al ver que Charlie estaba a su lado semidesnudo y dormido.
El rubiecito se levantó y se puso el buso gris de siempre junto a los shorts de dormir, para luego preparar un café y tomar un trago de vodka.
Al ver que su acompañante no despertaba, fue hacia el y se sentó a su lado para luego susurrarle al oído que se despierte.
-Charlie, despierta, cariño-
-Mm.. ¿Que pasó?-
-Solo despierta a desayunar, dormilón, jajaja-
-Está bien, ya voy, enano- El mayor se tomó su tiempo para levantarse y ponerse la ropa.
-Te hice un café y...- El rubio se puso de puntitas tratando de alcanzar algo de una alacena, como no podía, Charlie lo levantó algunos centímetros para que pudiese agarrar un paquete que adentro contenía unas tostadas.
-Aquí tienes tostadas- Brian sonrió
-Gracias, duendesito- El más alto le besó la coronilla de la cabeza.
-No hay de que, ven, sentemonos- Ambos se sentaron y Charlie empezó a beber su café.
-Está rico-
-Gracias, cariño- Brian tomaba varios sorbos largos de vodka a la vez, dándole a Charlie una horrible imágen
-¿Estás bien?-
-Claro ¿Por qué no lo estaría?-
-Tomas demasiado, me preocupa eso, Brian-
-Es lo único que me mantiene despierto- Dijo en un tono despreocupado mientras seguía bebiendo
-Pero..-
-Si vivo un solo día sin esto me puedo llegar a mo..- Su frase fue interrumpida por el celular de Charlie sonando, el cual contestó enseguida.
-¿Hola?-
-¡Con un demonio, Charles!-
-¿Ahora que pasó, Shirley?-
-¡Se suponía que hoy ibas a llevar nuestra hija a la casa de su abuela y luego me llevarías a arreglarme el cabello!-
-Carajo.. Lo olvidé, perdón ¿Crees que podrías..-
-¡No!-
-La iré a buscar y la dejaré con alguien de confianza, es que la casa de tu madre queda muy lejos-
-Está bien, no te tardes, por favor ¡Es en serio!-
-Ya voy, ya voy- Charlie cortó
-¿Y eso?- El rubio lo miró serio
-Brian, necesito que cuides a mi hija, por favor-
-¿Que? Primero que nada ¿Cuántos años tiene?-
-Tiene 8 meses y medio, es bebé-
-Sabes que odio a los niños, ¡Dios!-
-Por favor, te lo compensaré-
-..Está bien-
-¡Muchisimas gracias!- Charlie lo abrazó
-Está bien, está bien, ve por ella-
En media hora, el joven llegó con su bebé en brazos y una bolsa con pañales y cosas de bebés.
-Ten, se llama Serafina- Brian la agarró en brazos con todo el cuidado del mundo, era una beba en verdad muy pequeñita para tener casi 9 meses.
-Me tengo que ir, después vuelvo, hermoso mío- El más alto lo besó en los labios -Y nos vemos, bebita hermosa de papi-
-No llegues muy tarde ¿Si?-
-Hare lo que pueda- Charlie se fue.
-Bueno, Serafina, solo somos tu y yo.. ya que el cornudo de tu padre no tuvo mejor idea que dejarte conmigo- En un momento el rubio sintió un aroma muy particular proveniente del pañal de la bebé de Charlie.
-Estoy jodido- Brian fue corriendo hacia su celular
-¡Anita! ¡Ven por favor, te necesito ahora más que nunca!-
Y en 5 minutos estuvo ahí.
-¡Cuchi Cuchi! ¡Que beba tan hermosa!- Anita le empezaba a hacer cosquillas y juegos mientras la cambiaba
-No entiendo cómo te gustan tanto los bebés-
-Son adorables y además son suaves-
-En mí opinión apestan-
-A todo esto ¿De quién es la bebé?-
-De Charlie-
-¿Y que hace contigo?-
-Pues..- El joven se rió y miró hacia abajo con las mejillas algo rosadas
-¿Que hiciste pilluelo?-
-Pues no mucho, fue mi primera vez y tengo el culo sensible- La rubia se empezó a reír a carcajadas
-¡Lo hiciste con Charlie!- Brian empezó a reírse
-Si, si, aplausos- La bebé comenzó a llorar -¡Dios! ¿Por qué no se calla?- Anita le daba la mamadera mientras que la mecía
-Por que es una bebé, Brian y los bebés lloran-
Pasaron 6 largas horas, hasta que finalmente Charlie apareció
-¡Volví!-
-Shhh, la bebé está durmiendo-
-Ouch, lo siento- El castaño claro vió a la rubia sentada al lado de Brian
-¿Y quién es ella?-
-Es Anita, una amiga-
-Oh, es la rubia del recital de hace 2 años-
-¡Charlie!-
-Jajaja, Tranquilo, si soy ella-
-Mucho gusto-
-El gusto es mío- Ambos sonrieron -Bueno, debo irme, nos vemos-
-Nos vemos, muchas gracias por ayudarme con la bebé-
-No es nada, Bri- La rubia se fue.
-¿Cómo se portó mi nena?-
-Bastante bien- Brian lo miró -Supongo que te vas ¿No?-
-Tengo que llevarla con Shirley- El rubiecito suspiró algo triste
-Está bien.. ve..-
-¿Que ocurre?-
-No quiero quedarme solo..-
-Um.. Puedo llevarla y volver-
-Es muy tarde, mejor ve-
-Está bien- Charlie cargó a Brian y comenzó a besarlo de forma suave
-Mañana vuelve ¿Si?-
-Claro que si, cariño- El mayor lo bajó y agarró a su bebé -Mañana nos vemos-
-Está bien- Charlie sonrió y se fue con su hijita en brazos.

I Bet On Losing; Brian JonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora