Madre mía. ¿Qué acababa de hacer?
Eran unas diez personas con sus ojos clavados en mi mientras la chica que se había presentado como Sophie me lanzaba preguntas tan rápido como se le ocurrían.
— ¿Estudias aquí?
— N-no, en realid...— tartamudeé como pude.
— ¿Tienes novio?
— Soph...— dijo una chica que no había hablado hasta ahora, con cara de aburrimiento
— Lauren.—respondió con una sonrisa angelical.— Vas a espantar a la chica— espetó con obviedad señalándome, pero sin dejar de mirar a Sophie.
— ¿Espantar? ¿Yo?— exclamó Sophie con un tono dramático y una mano en el corazón— , pero si solo quiero conocer a la chica. —
— Y aprenderte su DNI de tu paso... —dijo la chica con gafas, sin despegar los ojos del libro que estaba leyendo. Era la única que no me miraba mientras era víctima del interrogatorio.
— Ugh, cállate Vicky— rodando los ojos— Sigamos. ¿Y...?
— ¿Qué tal si nos presentamos?— interrumpió Alex— Bueno... Solo la hemos bombardeado a preguntas y ni siquiera sabe nuestros nombres, ¿no es lo justo?
— Cierto— pareció de acuerdo—. Disculpa Vienna.
— Me gusta escuchar, pero me estaba sofocando— sonreí levemente.
Se presentaron todos los que estaban en la mesa. La que estaba en el extremo, Emma, era una chica rubia con pelo rubio casi platino suelto y salvaje y ojos grises; seguida de Jayden, que por lo visto era su novio. Tenía un pelo largo castaño que casi le llegaba por los hombros, una camisa de flores medio abierta y expresión risueña; al lado estaba Vicky, la de las gafas. Para ser honesta, tenía pinta de empollona con la coleta baja, las gafas y el libro, aunque me había caído bien, me gustaba su sarcasmo; junto a ella estaba yo con cara de haber visto el espíritu de Michael Jackson, pero eso creo que ya lo sabéis; a mi derecha estaba Olivia, era una chica con una piel brillante perfecta, y un pelo recogido en una coleta alta impecable, quien también preguntaba sobre mi vida como si la vida le fuera en ello; al otro lado de la mesa, en el extremo izquierdo estaba Lauren, la única que le había dicho a Sophie que dejara de atosigarme— Dios te bendiga Lauren—. Tenía un cabello negro como el azabache muy largo, y un eyeliner que la hacían ver hermosa; sentados al lado estaban Sophie y Alex, a quienes ya he descrito, por consiguiente estaba Anthony, aunque había mencionado que prefería que le llamasen Tony, un chico algo más bajo que los demás, con gafas y pelo castaño largo; por último, estaba Joshua, era un chico muy, muy muy alto (debería sacarme unas tres cabezas) negro con un aspecto un poco intimidante.
Después de que todos se presentaran, insistieron en enseñarme la residencia. Yo seguía un poco tensa, pero al final resultaron ser unos chicos realmente agradables.
— Esta es la biblioteca, donde Vicky se pasa las noches encerrada leyendo como una posesa cuando queremos ir a algún festival —dijo Emma.
— ¡No siempre! Una vez fui.
— Porque actuaba tu primo y te obligaron a ir.— supiró
— Oye, algo es algo.
— Si tu lo dices...
— En fin, ¿podemos seguir? Este sitio me da mal rollo.
— Si, porfavor, ver tanto empollón por aquí me deprime.
El paseo transcurrió lentamente, y, a medida que los oía hablar, me caían mejor. Eran un tanto peculiares, pero he de admitir que la mayoría del tiempo me sacaban una sonrisa con algún chiste malo o un comentario sarcástico.
Me despedí de ellos y fui a mi habitación a colocar las cosas de la maleta y al terminar, me tumbé en la cama y revisé el móvil. 29 llamadas perdidas.
Pero en ese momento me dió igual.
Sonreí al vacío recordando la tarde que había pasado. Quizá estaba encontrando mi lugar.
Holaa chicos, sé que hace meses que no actualizo pero de verdad no estaba pasando un buen momento, espero que lo entendáis! Voy a estar mucho más activa ahora💓
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Aquel Vernano
RomanceVienna es una artista que necesita un cambio de aires para olvidar una ruptura dolorosa con su ex pareja. Allí conocerá a amigos que le cambiarán la vida, y vivirá experiencias que le cambiarán la vida