Pensar en la presidenta es algo que me hace feliz, pero no estoy segura de que sea un sentimiento mutuo. He dejado de lado todo respecto a mi vida, para poder seguir junto a ella y solo he recibido indiferencia de su parte. Si bien es cierto que tuvimos un 'acercamiento' en la torre de puertas, no volvió a suceder algo similar
– Si tan solo yo... hubiese – murmuré en un tono de voz casi inaudible
Me callé al darme cuenta de lo que estaba por decir, mi rostro se ruborizó, coloqué mis manos en mis mejillas para intentar reducir el calor que emanaban
Mas que el arrepentimiento al no 'dar el siguiente paso' esa ocasión, la curiosidad me atormentaba al preguntarme << ¿A que sabrán los labios de la presidenta? >>
– Probablemente nunca lo sabre – pensé, puesto que era la única respuesta lógica que tenía cuando me ponía a pensar en 'eso'
En fin, no podía darme el lujo de perder tanto tiempo pensando en cosas que nunca pasarían así que retome mis deberes
No soy especialmente amable con los muchachos es así que no soy bien recibida por ellos
– Al menos con ellos el sentimiento es mutuo – caminaba murmurando hacia la clase flor para ser la dealer de la partida programada
De camino a la clases estaba tan inmersa en mis pensamientos que no me fije que venia un chico por el pasillo contrario y termine chocando con él, al azar la vista él estiro sus temblorosas manos hacia mí, estas sostenían una paleta con una extraña forma de corazón,
– Sayaka-san – el chico se mantenía inmóvil sosteniendo la paleta, como si tuviera la intención de dármela
Me quede observándolo unos segundos y cuando pensé en aceptar su 'regalo'... ella apareció
Se paró junto al muchacho, nos observo unos minutos analizando la situación y se quitó la paleta que ella llevaba en la boca y me la acercó a pocos centímetros, instintivamente la tomé con mi boca ante su atenta mirada coqueta
Sonrió satisfecha y acarició mi mejilla, poco a poco su rostro se fue acercando hasta que...
– ¡Que interesante situación, presidenta! – Runa se hizo presente, haciendo que todo acabara ahí