im prepared to sacrifice my life.

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un suspiro de aburrimiento se escuchó en el pasillo del jet, el líder releyendo la carga que traían en ese pequeño avión, como taehyung le gustaba llamarle.

cierta cantidad de kilos para maletas (que ellos lejos se quedaban de llenarlos), cierta cantidad de comida, capacidad de doce pasajeros, diez paracaídas, doce respiradores, cinco salvavidas, una escalera inflable, una lancha inflable, blah blah blah.

quinceaba vez que lo leía, podría ponerle un ritmo y hacerle una canción.

alzó la mirada curioso al ruido al frente.

namjoon sabía que algo estaba pasando, lo presentía mientras observaba a los pilotos hablar seriamente en la cabina, antes de que la azafata cerrara la puerta al notar su intensa mirada.

un suspiro pesado se escapó de sus labios e intentó mejor no pensar en eso, en poco tiempo aterrizarían en Corea y eso era lo único que importaba ahora; el jet lag y la junta con Bang Pd podía ser una preocupación para después.

una sonrisa se extendió en su rostro al escuchar las voces de los miembros, ya habían despertado. se levantó con algo de pesar de su cómodo asiento y caminó hasta donde se encontraban los siete, en una extraña posición.

seokjin estaba literalmente siendo aplastado por jimin y taehyung, mientras jungkook y yoongi compartían asiento dejando a hoseok en un asiento solo para él, quien rápidamente cambió de idea al ver al líder y lo sentó a su lado.

así era: tenían un jet para ellos solos y estaban aplastados y amontonados en tres sillones.

jimin sonrió tomando la mano de taehyung; su novio, antes de hablar.

—¿así que esto ha sido el último viaje por un tiempo?— aunque no lo parecía, estaba triste.

así lo era. hacía unos días habían anunciado un valioso y esperado descanso que los ayudaría a encontrarse, habían estado trabajando duro por nueve años y sentían que era momento de tomarse un descanso, aunque anteriormente habían tenido dos, este por alguna razón se sentía diferente; importante.

—así es, vamos a poder descansar y engordar un poco. —yoongi habló esta vez, sonriendo ante la idea de no tener un horario fijo, trabajar en su música por gusto y pensar en su futuro.

—eso suena bien. —seokjin habló mientras se escapaba hábilmente de los menores, sentándose bien mientras acomodaba su cómoda ropa.

antes de que namjoon tomara la palabra, escuchó la puerta de la cabina siendo abierta, miró por la ventana frunciendo el ceño.

aún faltaba tiempo para aterrizar.

sin darle importancia y recordando que los pilotos también deben tener necesidades básicas como orinar, volteó a los chicos.

—sí, suena un buen descanso para trabajar en mi música. —hoseok sonrió con suficiencia.

—¿sí cambiaras tu estilo, hobi hyung? eso de j-hope in the box que habías mencionado.

—algo así, jungkookie. —sonrió mientras sacaba su celular, empezando a enseñar su nueva estética.

los seis sonrieron ante la emoción en las palabras de hoseok, se veía tan feliz y ansioso de poder lanzar nueva música con un estilo totalmente diferente a su antiguo mixtape.

—suena algo que volará la cabeza de army, hoseok. — yoongi le sonrió con ánimo, mientras se acomodaba mejor a lado de jungkook.

solo quedan seis de ellos, piloto.

namjoon desvió su mirada hacia donde la azafata se encontraba hablando con el piloto, casi entre lágrimas mientras sus manos cerraban una puerta, al ver la puerta namjoon pudo ver lo que eran.

paracaídas.

su ceño se frunció mientras el piloto volteaba su cabeza a donde namjoon se encontraba, tomó a la azafata de su brazo llevándola a la cabina y ya no pudo escuchar nada.

solo es el cansancio.

y es que había pasado antes, namjoon y su mente cansada jungandole malas pasadas, imaginando que hay expresiones de miedo donde no o simplemente soñando despierto, era una pesadilla.

regresó su vista a los seis chicos que seguían hablando tan ajenos de la situación en la cabeza de namjoon. antes de siquiera poder abrir la boca, un estruendo se escuchó y el jet quedó en silencio, nada más escuchándose algo arder con fuerza fuera de la ventana, como si de una película se tratara.

los siete chicos, con miedo, asomaron la vista. una turbina había explotado, estaba en llamas y ellos seguían en kilómetros de campo abierto sin pista de aterrizaje. además, la punta del avión estaba yendo hacia abajo.

estaban cayendo.

antes de que namjoon pudiera analizar siquiera qué estaba pasando, la compuerta se abrió y, al voltear la mirada, piloto, copiloto y las dos azafatas traían paracaídas.

ahí tuvo sentido lo que escuchó antes.

"solo quedan seis de ellos."

"diez paracaídas."

volteó a ver a los miembros y una solución empezó a maquinar al observar la cara de miedo de cada uno de ellos, como jimin y taehyung se aferraron el uno al otro con sus manos tan unidas que parecía que iban a fusionarse, seokjin pasando su brazo por ellos dos, jungkook con sus ojos brillosos por el miedo mientras sus manos iban a sus orejas, yoongi mirándole con una expresión que además de miedo, denotaba angustia,y por último hoseok, quién se había levantado al ver a los sobrecargo con los paracaídas.

—¡¿qué hacen, y nosotros?! —su rostro desfigurado en una mueca de terror que a namjoon le estrujó su corazón.

el piloto habló, dejando su gorra en el asiento.

—el avión perdió altura aproximadamente hace siete minutos y la turbina explotó hace dos, tienen máximo cuatro minutos para saltar, ahí están los paracaídas y les deseo suerte.

antes de que alguno pudiera siquiera acercarse, los cuatro sobrecargos saltaron, dejando olvidados a aquellos siete chicos.

y fue cuando namjoon sopesó las palabras antes escuchadas.

solo quedan seis.

seis.

uno se quedaría atrás.

glad. bangtan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora