IMPORTANTE: esta historia fue escrita e ilustrada por el usuario "BigSnusnu" en DeviantArt, yo solamente la estoy compartiendo por wattpad con su permiso.
Sinopsis: Su única afición era pasar interminables horas llenado su cabeza del conocimiento qu...
Era un día agradable en Ponyville, el sol de Celestia brillaba con todo su resplandor sobre las cabezas de los ponis y todo parecía indicar que nuevamente sería un día agradable y tranquilo en aquel pequeño pueblo.
Allí, en la estación de trenes de Ponyville, el pony encargado de la estación, llamado 'All Aboard' miraba su reloj como siempre lo hacía a esa hora del día. Probablemente él era el pony más puntual de Equestria, por lo mismo, era el encargado de controlar los tiempos de y salida de gran parte de los trenes que circulaban por Equestria.
"...y en tres...dos...uno..." dijo para sí mismo All Aboard, mirando su reloj y luego levantando la vista. "y allí está..."
Exactamente en el momento en que All Aboard levantó su vista, pudo apreciar que el 'expreso de Canterlot' apareció desde detrás de un cerro y se acercó hacia la estación de Ponyville, justo a la hora prevista.
All Aboard guardó su reloj en el bolsillo y esperó a que el tren hiciera su parada.
El tren comenzó a detenerse con su acostumbrado sonido de frenos sin mayor problema hasta detenerse por completo exactamente donde estaba marcado que lo hizo. Una vez las puertas se abrieron, los pasajeros comenzaron a bajar: un par de turistas y algunos otros pocos ponies que habían viajado a Canterlot por trabajo o placer y que hoy volvían a su hogar. La mayoría de los pasajeros siguieron sentado ya que su destino era algún poblado o ciudad de más al sur u oeste de Equestria. Como era costumbre, muy pocos ponis llegan a detenerse y visitar un pueblito tan pequeño como Ponyville.
All Aboard saludó cortésmente a cada uno de ellos y esperó a que nadie más bajara. Según su itinerario, no había pasajeros que subieran al tren a esta hora desde Ponyville, así que se dispuso a dar la orden para que el tren continuara con su recorrido.
"¡TODOS A BORD-!" no pudo completar su grito ya que fue interrumpido por el conductor del tren.
"paquete especial desde Canterlot" dijo el conductor, soltado un enorme saco sobre la tarima de la estación.
En cuanto soltó el saco, el conductor dio marcha a las máquinas y el tren comenzó nuevamente su recorrido, ante la incredulidad de All Aboard.
"¿un paquete especial desde Canterlot? ¿Qué podrá ser?" espera intranquilamente All Aboard. Este era un hecho muy poco ortodoxo, si bien es cierto que un diario recibió paquetes desde otras ciudades, todos vinieron con su respectiva orden de entrega y cada pony recibió en la misma estación el paquete que le correspondía. Esto era muy irregular, el conductor ni siquiera le había dicho quién era el remitente, mucho menos a quién iba dirigido, y peor aún ¡estaba fuera del programa! Esto era algo que molestaba de sobremanera a un pony tan cuadrado como All Aboard.
Pensando que quizás el mismo saco podría tener alguna etiqueta que entregara más información, All Aboard se acercó hasta él. Comenzó a inspeccionarlo por fuera, no tenía ninguna etiqueta, solo era un enorme saco amarrado seguramente con una cuerda arriba. El pony se quedó unos segundos en silencio meditando sobre cuál sería su siguiente paso a seguir.
Es cierto que él era un pony muy estricto y diligente cuando se transportaba de trabajo, y las reglas decían que solo el destinatario de cada paquete debía abrirlo. Sin embargo aquí se encontró un enorme paquete sin remitente, sin destinatario y extremadamente sospechoso, por lo que haciendo de ese agujero legal, su curiosidad pudo más y desató el saco para ver su contenido.
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