𝐬𝐞𝐨𝐮𝐥 % 𝘆𝗲𝗼𝗻𝗴𝘆𝘂

beomgyu significa odio.

[ Part 2 ]

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Eran más que obvios sus sentimientos, así que no fue sorpresa para ninguno el comenzar a salir formalmente, por fin Beomgyu tenía su primer novio, y de los buenos, después de un montón de relaciones heterosexuales en dónde había fracasado por distintos motivos, principalmente, la infidelidad, lo que lo había dejado con una sensación de que no era suficiente para nadie.

Yeonjun tenía ojos solo para él, aunque muchas veces la vergüenza de Beomgyu por las demostraciones de amor lo hacían pensar que no sentía lo mismo.

Algo que Beomgyu odiaba de sí mismo era esa vergüenza que lo superaba.

Esa vergüenza e inseguridad hacia que no pudieran acercarse a tener relaciones, y sólo en sus momentos más eróticos, dónde Beomgyu se sentía seguro de sí mismo, lo máximo a lo que habían llegado había sido unos besos calientes en ropa interior.

Yeonjun pensaba que su novio aún no estaba listo, y en parte le parecía adorable (todo lo que Beomgyu hacia le parecía adorable en realidad).

Beomgyu se ponía muy mal al respecto y siempre que eso pasaba se alejaba, así que Yeonjun tenía que ir por él, hacer las paces y consolarlo.

Encontró que Beomgyu era feliz sin tener que quitarse la ropa, sin tener que incomodarse por chupetones, y sin tener que escuchar comentarios subidos de tono de su novio, aunque Yeonjun nunca los hizo con alguna mala intención, lo ponían incómodo, así que dejó de hacerlos y se los reservó para bromas ocasionales.

Amaba a Beomgyu por lo que era, como persona, como esa pequeña luz que era buena y maravillosa, un ángel, que a pesar de que todo a su alrededor podría estar derrumbándose y pudriéndose, él nunca se contagiaba de todo eso.

Al menos no en un principio.

Yeonjun tenía que corregirlo a veces, como cuando comenzaba con sus discursos religiosos (porque por más que al mayor le parecía contradictorio, había gente LGBT+ que era religiosa, y Beomgyu era uno de ellos), solía criticar a las personas de otras religiones, y lo había escuchado decir comentarios hirientes a una chica trans.

Beomgyu no era inmune a toda la toxicidad que lo rodeaba, y eso fue un problema después.

Siempre tuvieron discusiones tontas, casi siempre terminaba tomando la culpa Yeonjun, porque no quería que Beomgyu se viera afectado, él era muy sensible y habían tenido experiencias feas de cuando el menor tenía ataques de pánico o de llanto excesivo por la culpa y el remordimiento.

En su relación, todo parecía ir bien, hasta que al pasar los meses, Beomgyu comenzó a cambiar, sin razón.

Comenzó de a poco a hacer cada vez menos para demostrar su enamoramiento, ya no se mostraba tan feliz a su lado, ya no respondía a tanto cariño, comenzó a alejarse del contacto físico, evitando abrazos, besos, caricias, dejó de darle mensajes de amor, y se alejó de él poco a poco.

Yeonjun no lo notó hasta muy tarde.

Una vez, en el frente de la casa de Beomgyu, Yeonjun encontró una carta en el suelo, una que reconocía de meses atrás.

Era la carta con la que se había declarado.

Frunció el ceño y se preguntó qué haría allí, y miró hacia cada lado, para ver el contenedor de basura.

Su corazón comenzó a latir más rápido, y un presentimiento horrible le dio náuseas, fue hacia el contenedor y al levantar la tapa de este vio todo lo que alguna vez le había dado tirado allí, cartas de amor, poemas cursis, un montón de fotos Polaroid que habían sacado con la cámara de Beomgyu, hasta unas pulseras que simbolizaban su unión (él tenía la propia puesta), todo en la basura.