Dónde Jungkook es el diablo y adopta a un pequeño niño de mejillas abultadas
‼️ACLARACIÓN!!!: Jimin es menor de edad hasta la mitad de la historia no ocurre nada sexual ni romántico hasta ser mayor de edad, no se me asusten.
Esto cuenta como spoiler...
Jimin saltaba en la cama elástica solo con una de mis camisas y una bragas de encaje negro.
Yo de verdad estaba haciendo todo mi esfuerzo por no romper aquel pedazo de tela, meterle mi pene por el culo y hacerle gritar de placer hasta que se quedará sin voz.
Pero de verdad quería hacer las cosas bien con el, el no era cualquier chica que me follo para un rato, es mi Minne, mi pequeño, mi vida, mi todo.
Lo he escogido para acompañarme en mi eternidad, tengo que hacer las cosas bien, ya tendremos mucho tiempo para coger.
Con cada salto la camisa se levantaba dejando ver un gran fracción de su abdomen plano o de sus nalgitas redondas.
Debí Irme a trabar hace 10 minutos pero no podia dejar de ver su culo rebotar era tan jodidamente hipnótico.
A veces tenía suerte de que la camisa se le subiera hasta el pecho dejando ver esos botoncitos que me hacian agua la boca.
Joder! Quería hacerle tantas cosas a ese chico, quiera amarrarlo y someterlo, llenarlo de placer hasta que su cuerpo me suplique piedad.
Jimin dejo de saltar.
-se te paro!- me informa sonriente
Ignore su comentario.
-¿no deberías estar listo para ir a clases?
-llamaron para informar que la primera clase se cancelo, tengo un poco de tiempo todavía- se bajó del trampolín- voy a bañarme y tú deberías atender a tu amigo- me guiño un ojo para luego retirarse meneando sus caderas con sensualidad.
Dirigí mi vista hacia mi enorme erección, definitivamente no podía ir a trabajar así.
Suspirando me encerré en el baño del primer piso para ocuparme de ello.
Desabroché mis pantalones y dejé salir mi dura polla, está se encontraba hinchada y roja, la masaje buscando un poco de alivió.
A mí mente vinieron las imágenes de Jimin masturbándose en la isla.
¿Abra usado solo sus dedos?
¿Tal vez un rodillo?
La simple idea de imaginarlo metiendo un objeto por su delicada entrada me hacia hervir la sangre.
Imaginar cómo se dilataba con sus pequeños dedos para no ser suficiente y optar por algo más grande que pudiera darle el placer que tanto deseaba.
Con sus piernas completamente abiertas dispuesto a ser completamente penetrado por algo tan duro y grueso hacía brincar mi a pene por el deseo de querer enterrarce en el.
Probar su dulce entrada, lo bien que seguro me apretaría y lo húmedo que debe ser ahí abajo.
Comencé a jalarmela con más rapidez, con la imagen de Jimin penetrandoce asi mismo tan duro como su mano le permitia luego rápido muy, muy rápido, retociendose de placer en la arena blanca.
Cambiando de posición sentándose sobre el objeto mientras sus pies lo sostenian, brincando sobre el deslizándose de arriba a bajo, su mano ocupadose de su goteante errecion, gritando por estar tan abierto y exitado.
Me sostuve de la pared sintiendo los primeros espasmos sabiendo que mi orgasmo estaba cerca.
Sus dedo índice se dirigía a sus sexys labios para lamerlo y succionar como si fuera mi pene.
Definitivamente tenía que hacerlo chupar mi pene mientras le metía un dildo en el trasero.
Me viene en un muy grave gemido. Manche la pared con mi esperma, todo aquello en honor al sexy chico que se bañaba en el segundo piso.
Borrando la imagen de Jimin bañandose, tome unas toallas húmedas y limpie los azulejos de la pared.
Estaba en mi oficina cuando escuché un escándalo venir desde el salón de juicios.
Namjoon entro en seguida a mi oficina.
Si dije entro y no apareció de la nada.
Hay una mujer haciendo un escándalo porque no acepta que la enviaran al infierno ni menos a los campos de castigo.
-solucionalo entonces- dije con obviedad
-dice que quiere hablar con el encargado.
-Ja... Porque debería darle ese placer
-es una de las monjas que "cuidaban" a tus niños- hizo comillas en cuidar
Una gran carcajada salió de mi garganta, me pare para ir a ver a esa vieja, realmente quería ver esto.
Aparecí frente a la gran sala del juzgado, era un lugar donde se decretaba en qué lugar del infierno pasarían su eternidad.
Entre abriendo la puertas de par en par sin siquiera tocarlas.
Todos me miraron sorprendidos, no creían que haya dejado mis cosas por ir a ver a esta patética mujer.
La monja me miraba incrédula.
-¿Y? Ya estoy aquí ¿que quiere?- hablé tosco
-u...uu...usted!- taramudeo- es el diablo!!!- gritó- todo tiene sentido! Se llevó a los niños y nos dejó a nosotras debotas de dios sin un hogar!.
-¿Debotas de dios? Por favor no ofenda a mi padre, usted y las demás monjas son un descaro hacia la religión- la mire con asco.
La mujer trago gruseo, mirando al rededor como si pudiera encontrar una salida a si destino.
- no es aquí donde se decide quien viene al infierno eso se decide allá arriba, si tiene un problema hablé con dios, aquí solo dictamos lo que nos dice y basado en su historial tiene muchas razones para estar aquí.
-yo... Yo no! Yo rezo todos los días!.
-¿Y cree que con rezar ya todos sus pecados son perdonados? Así no funciona déjeme decirle que no pude ir por ahí siendo una persona violenta, arrogante, envidiosa, petulante, homofóbica, racista, juzgona y vengativa y creer que con decir amén después de un par de oraciónes sin sentido se le va a olvidar a dios- dije con odio
Realmente odio a las personas doble cara, que se creen unas santas por ir a la iglesia cada domingo pero tratan a los demás como basura.
La monja comenzó a llorar de desesperacion.
-y yo tampoco olvidó que golpeó a Jimin, no importa si se equivocó al decir que yo no existo, jamás golpear a un niño será una justificación para nada.
La mujer no me respondió solo lloraba lamentándose de si misma.
-en vista de que no reconoce sus errores ni se arrepiente de nada, dejaré la sentencia del juzgado tal y como fue dictada desde un principio.
-no! No!, No! Porfavor, se lo ruego- se aferró a mis piernas mientras lloraba
Me rei descaradamente-¿Una monja rogando al diablo?... Irónico.
-hare lo que sea!- su grito resonó en todo el lugar.
-paradojico... Está pensando en darme su alma con tal de dejarla ir al cielo- me solté de su agarre bruscamente- aún que se pudiera yo nos estoy interesado en un alma tan podrida como la de usted.
Minne es un descarado.
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