yo puedo provocar tus gemidos, solo yo podre poseer tu cuerpo, desde este momento somos tu y yo ¿entiendes?-
-si..- aunque el fondo estaba feliz porque Hyunjin solo seria para el
Tal vez se amaban o tal vez no pero si algo era seguro era que ambos...
¿Que podía hacer con eso que sentía? Hyunjin le sonreía a varias omegas, odiaba el hecho que el estuviera como si nada pasara, celos, sentía muchos celos de ver que todos los días estaba con una omega diferente.
Claro, Jeongin era alguien muy lindo con el pero no sentía otra cosa por el que no fuera cariño. Algo muy lejano al amor, el cariño es algo que puedes tenerle a un hermano, amigo, pero el amor es algo que diferente y eso era lo que [extrañamente] sentía por Hyunjin.
Estaba muy confundido, aunque en el fondo sabia lo que quería {a Hyunjin}
Aunque ya habían pasado seis meses desde que lo vio por ultima vez, después no supo nada de el, era como si la tierra se lo huera tragado. Sentía mucha tristeza, definitivamente nadie lo tocaría como Hyunjin, nadie lo besaría como el, nadie lo remplazaría porque Hyunjin era único. Nadie lo haría ver las estrellas mientras le hacia el amor, porque Hyunjin era una maldita droga de la que se había hecho adicto, solo con a verla probado dos veces
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Observarlo era lo que mas le gustaba del día, pero odiaba verlo cerca de ese beta. Hyunjin estaba acostumbrado a tener sus cosas solo para el, desde que era un niño siempre tubo los mejores juguetes, y no le gustaba que nadie los tocara. Las sirvientas tenían que pedirle permiso a Hyunjin para poder ordenar sus cosas, porque si desde pequeño usaba su grave vos de mando. Y Félix era algo parecido, solo que con la diferencia que no dejaría que alguien mas lo mirara, mucho menos que lo tocaran.
Y marcaría territorio antes de que fuera demasiado tarde, porque Jeongin no quitaba el dedo del renglon: quería conquistar a Félix al costo que fuera y eso no lo iba a permitir, al diablo todo. Alejarse no era la mejor opción, verlo dormir durante las noches ya no era suficiente, deseaba tocarlo de nuevo, tenemos entre sus brazos y ocultarlo entre estos para que nadie se lo arrebatara.
Lo marcaría, así eso fuera lo último que hiciera.
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Cuando lo vio pasar no dudo ni un poco en abrazarlo por detrás y ponerle un pañuelo en la nariz, haciendo que mientras intentaba zafarse inútilmente del guerra agarre de Hyunjin. La fuerza que Hyunjin puso sobre su agarre era mucha y no había duda que era un alfa muy fuerte. Félix antes de perder el conocimiento supo de quien se trataba así que dejó que Hyunjin cargara su delgado cuerpo entre sus brazos.
Cerro los ojos con una retorcida sonrisa en los labios.
—MIO...— gruño cuando alguno estudiantes lo miraron con extrañeza. Aunque no podrían intervenir en el camino de Hyunjin, porque el era muy fuerte y no soltaría a Félix así lo estuvieran apuntando con un arma.
Dejo al menor recostado el la parte trasera del auto. Y arranco antes de que alguien mas se cruzara en su camino y terminara arrancándole la cabeza.
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—Hy-unjin,— escucho un gruñido por parte de Hyunjin. Con las ataduras en sus muñecas y el frío que recorría todo su cuerpo lo hubiera asustado en otra ocasión pero el olor de Hyunjin sobre las almohadas de la cama le causo mucha tranquilidad, ese olor hizo que su cuerpo entero empezara a calentarse desde la cabeza hasta la punta de los pies.
¿Estaba mal sentirse tan excitado ahora mismo?. Si estaba mas pero su cuerpo empezó a calentarse por si solo y no podía evitarlo. Era su naturaleza.
—H-hyunjin...— jadeo mientras el calor de su cuerpo crecía cada vez mas, se estaba lubricando y dilatando como por arte de magia, sus piernas flaquearon cuando los brillantes ojos de Hyunjin se pusieron sobre los suyos. ¡Habia entrado en celo!
—¿Me extrañaste, Félix?— sonrió mostrando su retorcida sonrisa que fue correspondida por Félix. Que le mostró una sonrisa igual de maquiavélica que la del mayor frente a el.
