Síndrome de caudave

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Hajime Kokonoi no era un hombre por demás productivo en temas de peleas o actividades físicas agobiantes como peleas y otras.

Por eso cuando sus piernas comenzaron a inflamarse su humor comenzó a cambiar y lo azotaron mareos además de náuseas se asustó enormemente al punto de llevar esa paranoia a hospitales costosos y practicarse varios análisis de sangre entre otros.

Cuando los resultados arrojaron que no tenía nada malo, la duda siguió sembrada en el tan a fondo que pensó que agonizaba y es que encerio se sentía tan mal por las mañanas, tenía sueño hambre calor cansancio calambres ganas de ir al baño cada 10 minutos y náuseas adas de acidez estomacal o gases.

No el definitivamente estaba muriendo y nadie le decía.

Acostado en el sofá de la casa común de Tenjiku vio a Izana comiendo una pizza con pepinillos y un tarro enorme de mostaza dulce y entonces volvió a sentir esas horrible náuseas atacarlo.

-Yo ya no puedo vivir con esto.

Grito furioso notando las miradas de todos y cada uno de los chicos de la sala que veían al moreno como niños en dulceria queriendo robar un bocado de el mejor caramelo de el mundo.

Y podría haber estado igual que ellos pero de nuevo estaba terriblemente cansado, triste y casi a nada de llorar fue que Izana volteo a verlo con ternura.

-Te ves molesto Hajime kun pasa algo.

Luego de su pregunta el le contó toda su larga lista de malestares y obtuvo una pequeña y hermosa risa de su morenito

-owww koko te recuerdo que yo soy el embarazado.

Y con eso fue que su mente maquilo 2+2 en una fracción de segundo cosa que no pasó por alto para todos los demás en la sala fue su extrema felicidad y algunas miradas que pensaron lo mismo que el y lo maldijeron con los ojos.

Y si, por qué si toda su sintomatología daba algo era un perfecto "es mío" "el bebé e Izana son míos"

Un Bebé para Izana Kurokawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora