Me gustaría pedir permiso para registrar primero los negocios en búsqueda del objeto maldito, podría.-dijo Natsu.
Si, puede y debe hacerlo, las muertes causadas por los monstruos son ya demasiadas, le ruego que busque ese objeto maldito.-dijo el alcalde de forma preocupada pues empezaba a pensar que alguien podría ser cómplice de la bruja.
Natsu se fue y ceno con Happy en una taberna de la ciudad, después descanso en la posada y al día siguiente fue a ver a las hermanas.
Muy bien, Happy tu y las hermanas tenéis que practicar el vuelo, así podréis ser más hábiles en combates voladores.-dijo Natsu.
Solo quieres que les enseñe a ellas verdad.-dijo Happy.
Si, yo mientras buscare el objeto maldito.-dijo Natsu.
Liz estaba completamente sonrrojado por como Natsu se refería a el como una chica y no como un puto mariquita de mierda como decían los de la ciudad.
Al salir de allí Natsu empezó a caminar y entrar en cada negocio, tiendas de ropa, de comida, de armas, de utensilios, todos los negocios de la ciudad y en ninguno estaba.
Al dirigirse al ayuntamiento Natsu vio un montón de gente arremolinada en torno a un hombre dando un discurso.
Natsu lo reconoció era el líder de la milicia de la ciudad.
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Así es según dicen hay alguien que podría estar ocultando el objeto maldito el mismo, pero no quiere proteger a la ciudad, no sabemos quién es, pero debería entregarse de inmediato y dejar que el salamander se haga cargo del objeto maldito.-dijo el líder de la milicia.
Natsu entro en el ayuntamiento y hablo con el alcalde.
Si, tienes permiso para ir casa por casa pero en última instancia estará si te abren la puerta o no.-dijo el alcalde.
Muchas gracias.-dijo Natsu.
Natsu salió y el líder de la milicia estaba todavía en su discurso.
Natsu fue rápido puesta por puerta y en las casas no abandonadas le abrieron con gusto, en las casas abandonadas simplemente entro, en algunas de ellas encontró cosas abandonadas como dinero y demás objetos de valor (metales valiosos y joyas familiares que se quedaron bajo los escombros.)
Al final entro en todas las residencias y seguía sin encontrar nada hasta weu paso otra vez por la plaza de la ciudad y vio más de cerca al líder de la milicia.
Seguía con su discurso pero parecía hechar la culpa a Liz y Elen, esto hizo que Natsu le quisiera pegar una paliza pero dirigió sus prioridades a ir a ver al alcalde.
Esto es grave, aún no lo encontraste y ya revisamos toda la ciudad, dónde podría estar.-dijo el alcalde preocupado.
No está tampoco enterrado bajo el suelo porque yo mismo he buscado y no estaba ahí.-dijo Natsu.
