Habían pasado varios días desde que se habían encontrado, los chicos parecían adolescentes, ¿hormonales? tal vez.
Se justificaba ya que ambos eran predestinados y ambos se sentían atraídos el uno por el otro físicamente, ni hablar de que la conexión desde temprana edad que habían tenido, en esos momentos era más grande.
TaeHyung le contó a JungKook cómo había ingresado a la academia de música, había aprendido a tocar el saxofón y la guitarra, siendo el saxofón su fuerte.
JungKook había contado cómo ahora tenía un pequeño negocio en el que vendía sus regalos y hacía stream ciertos días en twitch, enseñando a dibujar y otros días corrigiendo dibujos de sus seguidores que estos mismos le enviaban.
Ahora en ese momento se encontraban bajo un árbol, estaban juntitos, era de noche y se habían pasado parte de la tarde en ese sitio. Habían ido a comprar comida rápida para quedarse más tiempo en ese lugar.
TaeHyung comía tranquilamente una papa frita mientras escuchaba a JungKook relatar cómo había encontrado a su gatita Cowwie, la cuál tenía ahora cinco meses y no era tan grande como lo esperaba.
— Y ese día, ella se subió a su hamaca que le había comprado días antes, pero creo que no se agarró bien de la telita y se terminó cayendo al piso.
Soltó una carcajada baja, limpiando las lágrimas que salieron antes de relamer sus labios y seguir contando.
— Lo bueno es que el piso tiene alfombra así que no se lastimó, pero hubieras visto cómo vino corriendo conmigo luego de caerse, no me paraba de reír.
TaeHyung tomó su mentón e hizo que lo mirara, el menor se había congelado por completo mientras sentía cómo el mayor acariciaba con suma delicadeza su rostro, siendo imposible que sus ojos no se cerraran.
— Tenías una manchita de ketchup.
— ¿En mi mejilla?
— Ya lo limpié, pero también tienes aquí.
Dejó una pequeña lamida en su comisura, limpiando efectivamente la mancha de ketchup que tenía el menor, quién ahora tenía su rostro rojo.
Si yo tomara el control por una vez, perderias esa estúpida timidez.
Cállate, mierda, no puedo no ponerme tímido cuando estoy con él.
Eso no es muy fuckboy de tu parte, Jeon JungKook.
Cállate estúpido lobo.
— Come, conejito, se va a enfriar tu hamburguesa y luego estarás lloriqueando.
— Yo no lloriqueo.
Frunció el ceño mientras observaba a su mayor, quién mantenía ya de sus cejas arqueadas antes de que soltara una risa baja, limpiando su mejilla con suavidad.
— Eso dices, pero yo recuerdo a un adolescente de 15 años llorando porque su hamburguesa se había enfriado.
— Pero ya tengo 26, yo no lloriqueo.
— Y yo tengo 28, sí lo haces.
El menor entrecerró sus ojos y asintió con levedad, comenzando a comer, un lloriqueo saliendo de sus labios cuando supo que la hamburguesa comenzaba a ponerse fría.
— Te lo dije.
— ¿Cuándo dejarás de verme como un niño? soy un adulto...
— Uno que me gusta mucho.
El alfa se sonrojó con suavidad, formando un puchero mientras continuaba comiendo, tomando una que otra papa frita para llevarla a su boca.
Sintió cómo su mayor se sentaba en una de sus piernas antes de dar un beso dulce en una de sus mejillas, sonriéndole después.
— Es increíble que después de tanto tiempo, por fin tengamos acercamientos así, no nos habíamos besado nunca, bueno, hasta la semana pasada.
— Quisiste respetar hasta que tuviéramos edad suficiente, creo que ya sería momento.
El mayor asintió con suavidad, él ya había terminado todo por lo que se levantó con cuidado y recogió todo en lo que había comido, mirando a su menor cuando esté ya había terminado. El chico colocó en la bolsa de basura sus sobras y se levantó a tirarlo en un bote de basura no muy cercano a ellos.
JungKook tomó su mochila y miró a Tae por un momento, inflando su pecho antes de susurrar.
— Quiero conocer tu edificio, ¿puedo?
— ¿Mi edificio? claro, está bien, vamos.
TaeHyung tomó su mano con suavidad, caminando hasta su dichoso departamento antes de parar en una farmacia, JungKook se había metido a comprar unas Halls negras, cosa que extrañó al mayor pero no dijo nada.
Llegaron después de veinte minutos, JungKook se había quedado detrás de su mayor así que podía observar con más detalle su cuerpo, le gustaba que su cabello estaba más largo de lo que recordaba, su cintura desde siempre había sido muy delgada y eso era de admirar, sin querer, posó la mirada en sus glúteos, tragando en seco para girar a ver a otro lado mientras el mayor abría la puerta.
— Adelante, pasa.
El menor asintió, adentrándose a la casa mientras observaba cómo todo gritaba "rústico."
Un cuadro de una silueta se encontraba a mitad de la sala, eran unas piernas, unos glúteos y unas manos. Sabía perfectamente que eran de él y eso le hizo sonrojarse.
— Esta es mi humilde morada, Tannie está durmiendo a estas horas así que no vendrá a saludar.
— ¿Tannie?
— Mi perrito.
El chico asintió, siendo su mano tomada de nuevo mientras era dirigido a la habitación, una bastante linda, una cama matrimonial en el centro del cuarto mientras el piso era decorado por una alfombra beige, todo siendo de tonalidades cafés y una que otra cosa de color morado.
— ¿Te gusta?
— Me encanta.
— Puedes quedarte a dormir hoy si quieres, le avisaré a Rosita para que no se preocupe.
El menor asintió antes de sacar de su mochila un Halls, llevándolo a su boca antes de sentarse en la cama, dejando de lado la mochila mientras observaba con cuidado a su mayor, quién se fue acercando para rodear sus brazos en el cuello del menor, dejando un beso suave en la punta de su nariz.
— Permíteme un momento, iré al baño.
JungKook asintió con suavidad, aspirando el aroma a frutillas en la habitación, sabía que este aroma era de TaeHyung, a él siempre le gustaron las frutillas y seguro que su aroma le hacía sentir bien.
Inevitablemente sus feromonas comenzaron a salir, el aroma a café recién hecho inundó la habitación, TaeHyung saliendo después de unos momentos sintió su mundo venirse abajo (de buena manera).
Su rostro se sonrojó fuertemente y quiso tirarse encima de JungKook, pero teniendo bastante vergüenza para hacerlo.
Sus miradas se encontraron, el omega apagando la luz y dejando que la luz de la luna iluminara el cuarto. Todos sabían que cualquier promesa dicha bajo la luna, perdurará para la eternidad.
TaeHyung se fue acercando con suavidad al menor, tomando su rostro antes de besar lentamente sus labios, una de sus manos siendo llevadas a su cabello antes de apretar levemente el mismo.
— Te he extrañado tanto... y hoy, bajo la luz de la Luna, deseo que tomes mi cuerpo con esa dulzura que te caracteriza, quiero que me hagas el amor.
El alfa se había sonrojado ante cada palabra, sus brazos rodeando la cintura del mayor antes de tomarle de mejor manera y dejar al chico recostado en la cama, tomando sus labios en un beso apasionado, lleno de todos los sentimientos que en el pasado tuvieron y ahora en el presente, se hicieron más fuertes que antes.
Esa noche sería larga, pero la noche más linda que ambos podían tener.
☆
Para el próximo capítulo tendrán su smut, puerques, denme chance, por favor. 😭😭😭
08/08/2022
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❝Now you see me?❞ kv
Short StoryJeon JungKook, a los seis años, prometió crecer para ser el Omega de su "TaeTae", mientras TaeTae prometió crecer para ser el alfa de su conejito. Ellos no sabían que sería todo lo contrario cuando crecieran. "- Vamos, no es tan malo, sólo nuestra j...