Prólogo

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Pero cuánto tiempo a pasado

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Pero cuánto tiempo a pasado. Joder, pues nada todo ha pasado relativamente rápido y bien —sin contar que a veces me dan unos bajones de mierda—. Pero todo va bien, pues nada, desde que Anne se ha ido y me dio las llaves de su casa no me he pensado en ir a verle, porque sé que me va a doler un huevo tener que alejarme de ella cuando termine el día.

Ahora que no está ella aquí Irina se pasa más tiempo conmigo, ya suele haber cosas de ella esparcidas por algunas partes de casa, incluso tiene pares de zapatos al lado de la puerta.

Y eso es guay, me mantiene distraído y le quiero mucho, además de que me la paso de puta madre con ella. Y no se hable de los incontables polvos. Pero bueno, hace una semana le he hecho una sesión de fotos a Wilson solo por los loles, ha ido muy mal porque me ha arañado muchísimo. Con el cabello que llevo ahora parezco un poco emo —incluso bromeé un poco con eso en Instagram—, Y de ves en cuando salgo de incógnito a caminar por ahí con Irina a tomar fotos de los atardeceres. Esta chica es tan Tumblr que ya me lo está pasando, le tomo foto hasta los jodidos atardeceres... me estoy volvió un sucio hipster.

Pues nada, que hoy iba a grabar un video y estaba entusiasmado e incluso había puesto las cámaras y tal, pero que al final no termine haciendo nada como siempre.

Cuando estaba recogiendo todo, pude ver que al lado de mi teclado estaban las llaves del departamento de Anne, y que ganas de ir a verle me entraron. Ya tenia casi medio año que me las había dado y se lo que podría pasar si voy, pero puedo quedarme en su departamento con ella, solo por hoy, se que está chulísimo por la zona en la que vive y el curro que lleva, le pagan una buena pasta. No hice más que tomarlas, me arregle un poco y salí de mi casa, en cuanto pasó el primer taxi me monté en este.

Al llegar al departamento de Anne pude escuchar música a todo volumen y el sonido de la ducha así que posiblemente se estaría duchando. Y confirme lo confi y guay que estaba donde vivía, aún teniendo cosas dentro de cajas. Le faltan bastante para terminar la mudanza.

Caminé hasta el salón y estaba por sentarme en el sofá cuando un chico rubio con pinta de hipster en calzoncillos y descalzo se apareció —aquí es donde me congelé y casi me desmayo—. Al verme me observo raro para después caminar hacia mí.

—Tú eres Rubén, ¿cierto? —dijo sonriente tendiendo su mano hacia mí.

Como seguía paralizado y vio que le ignoré alejo su mano, cuando por fin había salido de mi trance y estaba por hablar vi a Anne salir del baño solo en toalla. Ahora sí me había dado un ataque y la quijada se me fue al suelo.

—¡Rubén! ¿Qué coño haces aquí? —dijo extrañada.

—Yo... ¿quién es este tio hipster? —dije señalando al extraño.

Anne puso su vista en blanco para después caminar hacia mí y tomarme de la mano, me arrastro hasta su alcoba y cerró la puerta.

—Ahora me vas a violar —dije sin pensar.

—Primero respira, estás en shock y no entiendo porque si solo era un tío en calzoncillos —dijo graciosa.

Al fin deje salir todo el aire que había acumulado para abrir mi boca, pero no salió una sola palabra solo un gesto raro que provocó más la risa de Anne.

—Mejor siéntate, no quiero que te desmayes. ¿Quieres agua?

Negué un par de veces para volver a respirar y esta vez hablar.

—¿Quién es ese tío? —dije señalando la puerta.

—Es mi novio —dijo sin más.

Parpadee un par de veces para ver si había escuchado bien o no. Anne se sentó a un lado de mi en su cama, tomo mi mano y la entrelazó con la suya.

—Es el tal Alex Puértolas —me dijo.

Ahora que lo recordava era el chico con el que Anne había estado saliendo desde hace bastante tiempo, pensé que solo serían amigos pero ahora entiendo el porque Anne se arreglaba tanto cuando iba a salir con él y lo emocionada que se veía, también el porque de su sonrisa cuando hablaba con él por Whatsapp. Ahora todo tiene sentido.

—¿Cuánto llevan? —pregunté.

—Tres meses, en dos días cumpliremos cuatro.

—¿Por qué no me habías dicho? —dije afligido.

—Te lo iba a mencionar —sonrió

—Vale, creo que me voy, yo... Solo venía a... se me ha olvidado. Coño. Después te hablo.

Me levanté sin más y caminé hasta la salida. Decidí caminar hasta mi casa, sabía que estaba demasiado lejos pero no me importó en lo absoluto, me sentía fatal y lo único que hice fue comenzar a llorar, empezó como un sollozo y terminó en un mar de lágrimas.

Tarde entre una hora para llegar a mi piso y cuando lo hice caminé arrastrando mis pies hasta el sofá donde seguí llorando, Raspy vino hasta mi al igual Wilson y comenzaron a lamerme ya que supongo sentían que me encontraba mal. Horas más tarde seguía en el mismo sitió, pero me había bebido casi todas mis cervezas y no había comido nada en lo que restaba del día.

Escuché que la puerta se abrió y al momento tenía a Mangel frente a mí viéndome raro, encendió las luces ya que no había encendido ninguna, solo estaba la poco luz del televisor.

—Hostia macho, pero si estás hecho mierda... ¿Otra vez?

—Déjalo Mangel... —apenas y me salía voz.

—¿Qué te ha pasao?

—Anne, tiene novio —dije para volver a llorar.

Dejó salir una pequeña risa para después sentarse a un lado de mí en el sofá y suspiro.

—Sabías que iba a llegar este momento, era de esperarse.

—Nunca me va a ver cómo algo más que no sea su amigo —dije melancólico.

—Porque tú a si se lo dejas en claro siempre tío, nunca le has dicho lo que sientes.

Comencé a llorar aún más fuerte, apenas y podía pasar saliva, el pecho me dolía demasiado. Lo único que hizo Mangel fue abrazarme hasta que se me pasó.

—Se lo dije... Hace unos meses, pero ella lo único que hizo fue salir corriendo y...

Comencé a llorar aún más, mi llanto no iba a parar porque yo la amo, siempre lo he echo.

—Tío... Te diría que lucharas por ella y tal pero es Anne, una chica nada común. Puede que a veces sea bastante predecible, pero aún así no se puede.

Seguí llorando y estaba por seguir hablando con Mangel cuando la puerta se abrió, creí que sería Anne, pero era Irina.

Lo que me faltaba por ver, oír y sentir en el pecho.

I miss U, best friend | elrubius | 2 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora