Distortion | Sebastian Stan | Ana de Armas.

2. El chico del sillón verde.

Melina.

Escuché la voz de mi hermana en mi cabeza repetir la misma oración todo el camino a casa de John.
"No
Hables
Con
Extraños."
Era muy tarde para arrepentirme, ya estaba en la sala esperando a que bajase con una toalla para secarme el cabello mojado por la lluvia.

Bajó las escaleras y me tendió la toalla con una media sonrisa. No me había percatado de lo alto que era. Tomé lo que me daba sin dejar de mirarlo a los ojos.

— Si quieres puedo lavar tu bufanda, no tardaré nada —me dijo en un tono nervioso.

Bajé la vista hacia mi bufanda azul con olor a café.

— No es necesario, John —le dije con énfasis en su nombre.

Miré al rededor, la verdad es que no había mucho que ver pues no tenía casi nada en su departamento por lo que asumí que aún se estaba mudando.

Coloqué la toalla en un perchero y lo miré de nuevo a los ojos.

Estaba comenzando a gustarme a mirarlo.

— Lamento no tener un sofá o sillas para ofrecerte asiento pero, —dio unos pasos largos hacia un cuarto y luego regresó— bueno, la verdad es que no quiero que pienses mal pero podrías sentarte en mi cama.

Alcé mis dos cejas sorprendida seguido de una risa.

John parecía nervioso y apenado con lo que acababa de decir.

— Wow, Johny —dije adentrándome más a su departamento—, con que así consigues a tus chicas. Invitándolas a tu cama apenas las conoces.

Negó inmediatamente.

— No, para nada, te juro que...

— John —interrumpí—. Estoy jugando.

Finalmente rió tapando su rostro con su mano.

— Lamento mucho lo que pasó.

— Ya, está bien. Deja de disculparte, también es culpa mía. Iba distraída.

Me extendió su mano esperando la bufanda, finalmente cedí y se la entregué.

Salió de la habitación no sin antes sonreírme.

Me paseé por el departamento mirando cada fragmento de él, era pequeño pero de tal manera que resultaba acogedor. Entré a su dormitorio, miré la cama grande que estaba en medio del cuarto, seguido de un mueble de madera con unas cuantas fotos sobre él. Un joven John sonriendo con un diploma en sus manos, alcanzaba a leer que decía "egresado de la universidad no sé cuál en la licenciatura de criminología" con honores. La siguiente fotografía era de él con un sujeto muy parecido pero con facciones mayores pero no lo suficientes para que sea su padre, supuse que era su hermano.

— ¿Hace mucho que vives aquí, John? —hablé lo suficiente fuerte para que me pudiese escuchar desde donde sea que estuviera.

— Un par de meses —contestó. — ¿Tú eres de aquí de Manhattan?

— No. La verdad es que viajo mucho por trabajo pero, me tomé unas vacaciones y pues me encontraba en esta ciudad.

Su rostro apareció en el marco de la puerta.

— ¿A qué te dedicas? —preguntó.

Tragué saliva.

— Agencia de... viajes —pensé.

Ufff, casi lo arruino.

— ¿Y tú? —le pregunté enseguida.

— Trabajo social.