APRENDÍ A VIVIR SIN TI

AMANCER (EPILOGO)

Ninguna noche es eterna, he vuelto a viajar, ahora estoy montada en un avión, todavía no se bien a dónde voy, pero se que no necesito tener el control, no necesito saber el futuro porque el pasado me ha demostrado que puedo confiar en el autor del destino.
No voy ileso, tengo un corazón herido y mil preguntas sin respuesta, pero se que todo va a mejorar, no hay corazón roto que las manos destino no puedan reparar, tampoco hay equipaje que el tiempo no pueda olvidar.
Extrañar lo que fue no tiene sentido, la vida de hoy es diferente a lo que fuimos, pero es lo que tenemos en nuestras manos y es nuestra responsabilidad tomar lo mejor de los momentos de vulnerabilidad.
La noche parece llegar a su fin, el sol ha vuelto a brillar sobre mí y aunque el camino estuvo lleno de baches, hoy por fin puedo viajar hacia un amanecer donde no fue imposible aprender a vivir sin ti.