Pareciera

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Que estoy en una etapa donde ya nada importa...

He bajado los brazos y elevo la mirada

aguardando el milagro

que le devuelva la sensibilidad al alma.

Afuera es primavera, los colores revientan por doquier.

Yo no percibo el cambio.

No he guardado las mantas

y el camisón de invierno me calzo como un hábito.

Antes... hace ya mucho tiempo

todo mi ser era Primavera.

Reía tontamente y cantaba estribillos.

Tenía fe en la gente, la capacidad de asombro;

La sonrisa de un niño, el Día de la Madre.

La magia navideña... todo llenaba el corazón de gozo.

Ahora, para querer, pido permiso.

Todo ese caudal de amor amontonado

debo dosificarlos y darlo despacito.

No vaya a ser que crean que estoy loca,

no vayan a tomar a mal mis ojos húmedos

cuando miro a mis nietos,

cuando el orgullo de ver a mis hijos

tan seguros me explota la sonrisa.

Pareciera que eso ya no se estila,

todas las emociones se controlan.

No se llora porque si ni se ríe con motivo.

Es Primavera, pero el Otoño continúa en mi alma.

Pertenezco a este tipo de personas

que vive de recuerdos y añoranzas,

y que cree que el corazón como en los dibujitos

es una caja musical que canta.

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Muchas Gracias.

Meiga.

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⏰ Última actualización: May 02, 2015 ⏰

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