Introducción

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- ¡Vamos Marcos vamos a llegar tarde al entreno!- me grita desde abajo mi hermano.

- ¡Ya voy!- me cuelgo la bolsa de Nike al hombro y voy al salón- eres cansino hermanito, llegamos de sobras.

- Me tienes que dejar antes a mi donde los juveniles.

Salimos de casa y nos montamos en el coche, un Mini verde botella que el equipo me había proporcionado esa temporada. Nos dirigimos hacia la Ciudad Deportiva por el camino que hacemos todos los días de lunes a viernes excepto los días que tenía partido, entonces mi padre llevaba a mi hermano y yo me quedaba en un hotel en la ciudad en la que nos tocaba jugar.

- Bueno, ¿estás listo para jugar mañana?

- Completamente, sólo espero que el entrenador me saque esta vez.

- ¿No has estado jugando estos últimos partidos?- le miré sorprendido ya que él era uno de los mejores de su equipo.

- Dice que no llego a tu nivel, el otro día me dijo que como podía ser que fuésemos hermanos.

- Esta loco tu entrenador, pero si somos exactamente iguales a la hora de jugar, cómo puede decir eso.

Estaba enfadado y quería ir a decirle unas cuantas cosas a ese tío pero llegaría tarde a mi entrenamiento y me podrían sancionar. Deje a mi hermano y le desee suerte, seguí conduciendo hasta mi destino y ahí me encontré con todos, estuvimos hablando mientras nos cambiábamos y salimos al campo a calentar y a practicar las tácticas de juego. En cuanto terminamos nos duchamos y salimos al aparcamiento, ahí hablamos de quedar para cenar todos y yo me fui a por mi hermano, lo recogí y conduje camino a casa.

- Que, ¿ya te han puesto en el 11 inicial?

- Si me han dicho que estoy en la lista, así que les voy  a demostrar que valgo.

- Te lo mereces hermanito.

- No me llames así, sabes que lo odio, prefiero Fer.

- Vale, bueno, ¿quieres venirte a cenar con los del equipo? No creo que les importe mucho.

- Vale, pero no será hasta muy tarde ¿verdad?

- Para nada, pero prepara tarjeta que hacemos la ruleta.

- ¿Qué es eso?

- Ponemos todas las tarjetas en un bol y la que coja el camarero es la que paga.

- Sin problema, ya sabes que acabo de firmar contrato, estoy recién cobrado.

- Serás imbécil.

- Si, pero es verdad.

- Ya verás mi próximo contrato, mi agente lo esta hablando y se viene uno bueno

- Somos los mejores, dupla galáctica- se ríe y le miro.

- Completamente imbécil.

Llegamos a casa y nos tiramos en el sofá hasta la hora de prepararnos para salir, me ducho y me ponto unos pantalones de lino color crema, una camisa negra de manga corta fina y unas chanclas Birkenstock negras. Vamos en coche hasta el restaurante y pasamos un rato con mis compañeros de equipo, esta vez nos libramos de pagar y volvemos a casa.

- ¿Qué te ha parecido?

- Que entre todos no tenéis ni 10 neuronas.

- Nos gusta hacer tonterías Fer, que le vamos a hacer, somos divertidos.

- Ya claro, justifica ahora tu estupidez.

- Es natural- me río y freno en seco ya que se había puesto en rojo el semáforo, espero a que se ponga verde y arranco, de repente otro coche nos golpea por el lateral, a partir de ahí lo veo todo negro, excepto un momento en el que escucho la voz de alguien e intento abrir mis ojos, una sombra de una chica intenta tranquilizarme mientras llama por teléfono, no puedo moverme y todo vuelve a hacerse oscuro.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2024 ⏰

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