Pesadillas reales

Pt.3- Final

-Mi familia era lo único que me mantenía con vida, ahora que no están, no tengo fuerzas para seguir adelante.

Sus ojos se veían vacíos, sin vida. Todo era aún más nostálgico tomando en cuenta que se encontraba en el hospital, lleno de vendas en los brazos debido a que intentó suicidarse.

Seungmin tomó la mano de Felix y la acarició suavemente.

-Pero, aún tienes a uno de tus hijos, debes ser fuerte por él. Yeonjun te necesita, él es tu motivo para continuar.- Le animó

-N-no lo entiendes, perdí al amor de mi vida y a uno de mis pequeños. El solo tenía s-siete años, tenía una vida por delante...

-Pero Yeonjun también, él tiene una vida que seguir y solo te tiene a ti. No lo vuelvas a hacer Lix, no puedes dejarlo solo.

Luego de que le dieran de alta tomó una decisión complicada, se mudaría a otro estado. Quería dejar atrás todo lo malo, tomaría terapia junto con su hijo, luego de que su amigo Seungmin lo convenciera de que era lo mejor.

[10 años después]

-De acuerdo, te veo luego Jeongin. Tengo que almorzar con mi papá.

- Adiós, ve con cuidado.- Dijo el mayor agitando su mano en despedida

Yeonjun subió a su motocicleta y se fue. Luego de aproximadamente 10 minutos conduciendo visualizó su hogar, una pequeña pero cálida casa, con las paredes color lila y un hermoso jardín.

-¡Papá, ya llegué!- Avisó cuando entró

Felix caminó hacia su hijo y lo abrazó.

-Llegas a tiempo Junnie, siéntate a comer, hice lasaña.

Ambos comieron, acompañando la deliciosa comida con una cómoda plática sobre su día.
Después vieron algunas películas y sin darse cuenta la noche llegó.

-Cariño, ve a dormir, yo recojo los platos.- Le dijo a Yeonjun

-Si papá, descansa.

Felix se dispuso a recoger, inevitablemente miró hacia el librero en donde estaban las cenizas de Hyunjin y Soobin.

Caminó hacia allí, con sus manos temblorosas acarició suavemente las cajitas de madera.
Aún recuerda que estuvo atascado en ese pasado los primero 6 meses sin ellos.
Dos años después fue cuando entendió el significado de la vida. Antes lloraba de dolor por su perdida, al día de hoy aun le dolía, pero no debía recordarlos por ese mal día, tenía que conservar las buenas memorias de su familia y seguir adelante.

Fue difícil avanzar el solo con su hijo, pero a pesar de que todo su mundo se destruyó, luchó por él, por Yeonjun y por su futuro.

Cada noche pensaba en ellos y se preguntaba "¿Qué sería ahora si nada de eso hubiera pasado?"
Ciertamente era una pregunta sin respuesta, la vida es efímera e incierta.
Los recuerdos de su perfecta vida antes del atraco, los momentos en familia, sus momentos íntimos con su marido.

Durante los últimos 6 años Yeonjun intentaba convencerlo de buscar a alguien que lo hiciera feliz, pero simplemente no podía y tampoco quería. Para algunas personas estar solo es algo triste, pero Felix sabía que su mejor compañía era la de él mismo.

-Los declaro marido y mujer- Dijo el padre

La gente aplaudió y la pareja recién casada se dió un beso. Ambos estaban felices, era un sentimiento hermoso.

Felix estaba orgullo, su hijo de 25 años comenzaría una nueva etapa, el matrimonio. Su joven prometida, Shin Mina, era una buena persona, siempre notó el amor que desprendía, le recordaba a su relación con Hyunjin.

La boda trascurrió de acuerdo a lo planeado, eran alrededor de las 10 pm cuando Felix buscaba a su hijo para despedirse.

-Hijo, Mina, debo irme, tener casi 45 años es cansado- se despidió

Luego de conducir hacia su casa, ya dentro de esta, se dedicó a recordar su vida.
Todo lo que había pasado llegó como una tormenta, se permitió llorar luego de haberlo evitado por tanto tiempo.
Por una parte estaba feliz por su hijo, admiraba lo fuerte que era. Era momento de dejar ir todo, de salir de ese hoyo oscuro.
Tal vez aún no era tarde para cumplir uno de sus más grandes sueños, aún podía.

Tres meses más tarde, inició cantando y tocando el piano en un pequeño bar durante las noches.
No buscaba fama, no quería dinero, solo buscaba sanar esa parte de él por medio de la música y lo logró.
Era conocido localmente por su llamativo estilo, su voz era como un masaje, tan suave y profunda, capaz de hacerte pensar.

A la edad de 60 años falleció el cantante de Jazz, Lee Felix. Un paro cardíaco fue lo que terminó con su vida, pero murió sin preocupaciones. Se encargó de sanar las cosas, se perdonó a si mismo por sus errores.

Sin embargo hay un día que nunca olvidará, el momento en que sus pesadillas reales se convirtieron en su presente.
El descanso eterno junto con su esposo e hijo era lo que le esperaba, era tiempo de descansar por toda la eternidad.